El economista Daniel Artana expresó que todavía no hay indicios fuertes de una recuperación en el nivel de actividad, debido a la profunda caída en el consumo y a la falta de señales claras de inversión.
“La caída del impuesto al cheque y del IVA interno permiten anticipar que la actividad todavía no rebota. Todavía no hay señales de recuperación, porque el consumo retrocede mucho y con la inversión ocurre lo mismo”, aseguró en una entrevista con Infobae, el economista jefe de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL) .
Esto se observa, entre otros indicadores, en el gran retroceso de la recaudación de impuestos como débitos y créditos bancarios (al cheque) y el IVA durante abril y mayo. Según Artana, el ruido del mercado –tanto cambiario como en bonos y acciones– demorará el rebote del nivel de actividad.
— ¿Hay señales fuertes de una recuperación incipiente?
— El ruido del mercado genera más incertidumbre sobre la tasa de inflación por el aumento de la brecha. Esto obviamente no ayuda y además necesitás resolverlo pronto, porque en algún momento del año que viene algo de deuda tenés que colocar en el mercado internacional para renovar una parte del capital que vence, ya que en 2025 hay vencimientos por USD 17.000 millones. De ese monto, en moneda extranjera, los organismos multilaterales te podrán financiar 5.000 millones o 6.000 millones, por lo que todavía hay un agujero difícil de cubrir con superávit fiscal. Estamos hablando de dos puntos del PBI. Con menos nivel de riesgo país sería más sencillo, pero por ahora se complicó.
— ¿Y por qué crees que se complicó?
— Hubo algo de del impacto de la baja de la tasa de interés del Banco Central y por el ruido político de estas últimas semanas. También está la discusión sobre cuánto está liquidando el campo, porque estás acumulando menos reservas que las esperadas para este mes. Hubo alguna postergación, pero no tanto por menos cosecha, sino por precio. Sacando los años de sequía, el precio es peor al que se esperaba para este año y eso puede ser preocupante, porque podría perdurar más allá de lo deseable. Es verdad que el campo puede stockear una parte y vender en otro momento, pero no todo. Hay otros dos factores que son los problemas del swap con China y la negociación con el FMI, pero creo que son menos relevantes que el resto. Me parece que lo principal es la cuestión política. En las últimas semanas coincidieron varios hechos: el Gobierno se debilitó por la cuestión de los alimentos, perdió la bandera de la lucha contra la corrupción y mostró poca gimnasia para gestionar.
— ¿Y los problemas en el Gabinete?
— Claro, a esto hay sumar la remoción del jefe de Gabinete, Nicolás Posse, que no es un tema menor; no es lo mismo que se vaya un subsecretario a que se vaya el jefe de Gabinete, Además está la demora en la ley de Bases en el Senado, con tironeos que no se terminan nunca, y el populismo previsional en la Cámara de Diputados, que es vergonzoso, de intentar cambiar la fórmula de ajuste de las jubilaciones. Ese fue un pecado del Gobierno, porque no aprovechó la oportunidad para plantear la cuestión de fondo en torno de las jubilaciones. Hay varios temas para aclarar ahí, como la edad de las jubilaciones, la diferencia entre hombres y mujeres y el alargamiento de la expectativa de vida. El Gobierno no puede argumentar que podría compensarse este aumento del gasto con la baja de las exenciones impositivas, porque claramente el Congreso ha ido en el sentido contrario con el paquete fiscal y las jubilaciones. Esa es una señal complicada, porque para mover a la Argentina desde un país de crónico déficit fiscal y una economía prebendaría a una economía con equilibrio fiscal y orientada por el mercado no se necesita solo de un hombre, de un profeta, sino de una parte de la dirigencia política argentina que tiene la capacidad de votar cosas en el Congreso. Todo esto genera mucho ruido.
— ¿La mejora de la recaudación de mayo indica que el nivel de actividad puede estar rebotando, o el hecho de que todavía los impuestos ligados al consumo no permiten sacar esa conclusión?
— La actividad todavía no está bien y no hay que tomar mediciones mensuales desestacionalizadas porque pueden mostrar ciertos errores; es mejor tomar varios meses juntos. Por lo tanto, yo esperaría a ver qué dan los indicadores oficiales de mayo y junio para un diagnóstico más preciso. Entiendo la ansiedad del Gobierno para dar buenas noticias, pero si uno mira la película hay que considerar lo que se hizo el año pasado al promover un adelanto del consumo con el atraso cambiario.
— ¿La caída del impuesto al cheque permite anticipar entonces que la actividad todavía no rebota?
— Sí, la caída del impuesto al cheque y la del IVA interno permiten anticipar entonces que la actividad todavía no rebota. No hay señales de recuperación porque el consumo retrocede mucho y con la inversión ocurre lo mismo.
— ¿Qué debe pasar para que rebote la economía?
— El ajuste sobre los ingresos fue muy fuerte, pero las jubilaciones ya comenzaron a recuperarse en términos reales después de la baja del primer trimestre. A eso se suman algunas paritarias y el hecho de que en el mercado del trabajo hubo más caída del ingreso que de puestos laborales; si se ve el dato de 100.000 o 150.000 despidos, es una cifra baja respecto del total del mercado de trabajo, aunque sea doloroso para quienes son despedidos. De modo tal que el consumo no se recupera todavía y la inversión depende básicamente de la construcción y los bienes durables. Y ninguna de las dos muestra indicadores positivos.
— ¿El RIGI que impulsa el Gobierno puede traccionar algo?
— Sí, pero eso demora, desde que sancione la ley hasta que se pongan en marcha los proyectos. De todos modos, el régimen no me gusta, tiene varios problemas; primero, las trabas principales actualmente para la inversión tienen que ver con la falta de posibilidades para mover el dinero, como los dividendos. El otro obstáculo es la demora en la devolución del IVA, de tres o cuatro años, que encarece cualquier proyecto. Por otro lado, exime de pagar retenciones por un tiempo y eso no me parece razonable. Creo que no se tomó en cuenta la realidad de cada uno de los sectores; en suma, creo que está mal pensado y mal diseñado.