No sólo el entusiasmo, la paciencia del mercado parece haber entrado en una fase de desgaste magnificada por el ruido político pero que tiene un origen netamente económico: el ancla cambiaria podría estar dando signos de agotamiento. Es la primera conclusión que sacan algunos analistas al observar volúmenes moderados a bajos de operaciones en el mercado de cambios oficial que impiden al Banco Central alzarse con fuertes compras tal como se esperaba para esta época del año.
En ese marco, se despertaron las cotizaciones financieras del dólar, se teme un recalentamiento de la inflación tras un indicador para mayo que se proyecta por debajo de 5% y vuelve una discusión que, en rigor, nunca se fue: el atraso cambiario. Se sabe, y potencia una de las principales dudas de los operadores respecto a si el tipo de cambio oficial ofrece incentivo suficiente a los productores agropecuarios para vender sus granos.
“El objetivo del Gobierno nosotros lo compartimos, llegar a unificar el tipo de cambio y eliminar retenciones, que sabemos está en la agenda. Pero lo que necesita el campo es esa pequeña señal de que lo que se dice se empieza a hacer realidad” (Carlos Castagnini)
Desde las entidades del campo que nuclean al campo la respuesta es categórica: el dólar oficial está atrasado y todo productor que puede esperar, lo hace y retiene sus granos en silobolsas a la espera de mejores condiciones locales -una mejora del tipo de cambio o una reducción de las retenciones en el mediano plazo- y también internacionales, en vista de la recuperación de los precios de la soja y el trigo. Sin embargo, aseguran también que no es esa la razón por la que no se liquida y, de hecho, destacan que el nivel de ingreso de divisas del campo es el habitual.
“Hay atraso cambiario pero no es la razón principal por la que no se está liquidando”, afirmó sin medias tintas el presidente de la Confederación Rural Argentina (CRA), Carlos Castagnini. “Lo voy a explicar simple: el productor divide su producción por los doce meses que faltan hasta la siguiente cosecha para poder pagar sus compromisos y vivir, Si bien no especula, si llega a ver un buen precio, capaz adelanta alguna venta. El objetivo del Gobierno nosotros lo compartimos, llegar a unificar el tipo de cambio y eliminar retenciones, que sabemos está en la agenda. Pero lo que necesita el campo es esa pequeña señal de que lo que se dice se empieza a hacer realidad”, advirtió.
Específicamente, respecto del volumen liquidado por el sector, Castagnini sostuvo que “la liquidación viene siendo normal” y que es el Gobierno “quien no da un incentivo a esa liquidación masiva que necesita. Y el productor, el que puede, guarda sus granos para futuros compromisos”, admitió.
Aunque el dirigente de CRA no dio cifras, diferentes estimaciones del mercado calculan que hasta fin de año podrían ingresar desde el sector unos USD 15.000 millones, de los cuales algo menos de la mitad entrarían en los próximos tres meses. Lo concreto es que, por ahora, ese gran volumen que se espera para esta época del año no se está advirtiendo, De hecho, el volumen operado ayer en el MAE fue el menor desde el 15 de enero y no son pocos en el mercado que atribuyen a esa caída el fuerte repunte en el precio de las diferentes cotizaciones del dólar.
En cualquier caso, desde el Gobierno niegan todo. Descartan que la mayor presión cambiaria se deba a la baja de las tasas de interés, también que responda a la inquietud por el posible pago del swap a China que afectaría el proceso de acumulación de reservas y, por supuesto, que exista atraso cambiario. En el equipo económico repiten una y otra vez que no se modificará la tasa de devaluación mensual mientras la inflación baje y el Banco Central logre comprar dólares -algo que está ocurriendo, precisamente, en una magnitud menor a la esperada. El propio ministro de Economía, Luis Caputo, rechazó con fuertes declaraciones la posibilidad de que exista atraso cambiario, “Los economistas tenemos algunas visiones diferentes. Bienvenido el disenso. Yo coincido 100% con el presidente. Primero, no tenemos una meta de tipo de cambio real. Segundo, es absurdo. Son absurdas las comparaciones. ¿Cuál es el tipo de cambio? ¿Cuál es la referencia? El precio de una variable como el tipo de cambio refleja la situación actual y las expectativas futuras”, sostuvo durante su participación en el reciente Congreso del IAEF.