El Gobierno de Javier Milei ingresó a junio con un clima financiero adverso generalizado en el mercado: aumento en las cotizaciones paralelas del dólar, la brecha cambiaria, caída de los bonos y acciones y suba del riesgo país. En el Poder Ejecutivo sostienen que las tensiones se explican más por señales políticas negativas, en particular, por las demoras en la aprobación de la Ley Bases y el paquete fiscal que también precipitaron la salida de ahora ex jefe de Gabinete, Nicolás Posse.
La visión oficial, según pudo reconstruir Infobae en distintas consultas a fuentes oficiales, es que no debería haber alarma ante un BCRA que compra divisas y el sostenimiento de la meta de superávit fiscal del ministro de Economía, Luis Caputo. Además, consideran “errónea” la lectura del mercado sobre la posibilidad de tener que afrontar los pagos del swap con China con reservas.
La bolsa porteña abrió este martes con una fuerte caída en los primeros negocios en el marco de un mercado global que opera en baja por dudas sobre la economía de Estados Unidos. Los bonos soberanos locales tuvieron bajas de hasta 3,6% y empujaron un 4% el riesgo país hasta hacerlo rozar los 1.500 puntos. Hubo un avance mayor al 2% en todas las cotizaciones paralelar del dólar, con el tipo de cambio libre (“blue”) en su vuelta a los $1.265 para la venta.
Los analistas de mercado local pusieron el ojo en las últimas horas sobre la continuidad en la demora de los proyectos del oficialismo que tratará el Senado la semana que viene, pero que en caso de prosperar no tendrán una pronta sanción. En los casi seis meses de gestión, el Gobierno no consiguió pasar ninguna ley por el Congreso.
La falta de señales políticas favorables para el oficialismo en el parlamento despertó inquietud en inversores. El mercado de cambio mostró volatilidad y el Banco Central ralentizó el ritmo de compra de divisas, en un trimestre en el que comienza el ingreso fuerte de divisas provenientes de la cosecha gruesa. Otro tema que el mercado mira con especial atención es el calendario del swap de monedas con China, en semanas en que empiezan a operar los primeros vencimientos de los tramos usados hace un año. Vencen USD 2.900 millones a finales de este mes y USD 1.900 millones a principios de julio, por los tramos que utilizó el año pasado Sergio Massa para pagos de deuda e importaciones. Son unos casi USD 5.000 millones en yuanes que el gigante asiático deberá refinanciar o que deberán salir de las reservas.
Infobae consultó en distintas áreas del Gobierno para saber cuál es la lectura que hacen sobre un escenario que se tornó desfavorable. La visión oficial desestima que los inversores comiencen a vender activos nacionales por un volantazo en las expectativas y que los fundamentos de la macro no experimentaron cambios que lo justifiquen. En el equipo económico reiteran que se mantiene la hoja de ruta para alcanzar el superávit fiscal, continúa el saldo comercial positivo, de cuenta corriente y que hay escasez de pesos por el efecto “licuadora”. Tampoco ven la rebaja de tasas del BCRA como culpable de la inestabilidad.
Es por eso que el Ejecutivo apuntan a una explicación más política pero con implicancias económicas: la demora en la aprobación de la Ley Bases y el fallido Pacto de Mayo. El mismo argumento habían respondido frente a las tensiones en los mercados que se vivieron en la última semana de mayo, en la previa de la renuncia de Posse. El designado como nuevo jefe de Gabinete, Guillermo Francos, negoció el dictamen para el oficialismo en el Senado pero lo cierto es que por ahora no hay acuerdo para avanzar en las sanción de las normas.
Por otro lado, en el área económica del Gobierno consideran que la lectura que realiza el mercado sobre el swap es “errónea”. Afirman que el presidente del BCRA Santiago Bausili continúa con las negociaciones con el Banco Popular de China para refinanciar los próximos vencimientos. Esto implica, en caso de éxito, no tener que utilizar reservas para afrontar los USD 5.000 millones en concepto de capital.
“No hay dudas de que el driver principal es el devenir de la Ley de Bases y el paquete fiscal. Si bien se espera la aprobación de los mismos para la semana entrante en el Senado y en julio la ratificación de Diputados, los comentarios realizados por los protagonistas tendrán impacto en el humor de los inversores”, analizó Portfolio Personal Inversiones (PPI) en su informe diario.
“Lo que suceda con el swap con China también será fundamental, pues podría costarle 5.000 millones de dólares en desembolsos al Gobierno en caso de no lograr rollear la deuda”, afirmó (PPI).
Los analistas pusieron el ojo en los resultados que obtiene el BCRA en el mercado cambiario. De los USD 17.777 millones en importaciones del primer cuatrimestre se pagaron solo USD 8.509 millones, menos de la mitad. El resto, USD 9.268 millones, engrosaron la deuda comercial con el sector privado por el esquema de cuotificación de pagos vigente. En el mismo período la entidad compró en el mercado USD 11.101 millones, es decir, casi todo se explicó por la postergación de los pagos al exterior.
Una de las expresiones más relevantes de las inquietudes de los inversores se puede ver en el mercado de deuda en pesos, donde el Gobierno y el Banco Central juegan uno de sus partidos más importantes camino a la eliminación de los pasivos remunerados de la autoridad monetaria y su migración a papeles emitidos por el Tesoro.
Operadores del mercado marcaban la suba del Boncer 2026 (TX26), un título que ajusta por inflación, como una muestra de que se empieza a incorporar una expectativa más negativa para el nivel general de precios. “Inflación reprimida al desnudo es esto. Saben que junio está arriba de mayo”, dijo un trader a Infobae.
A la inversa, las letras a tasa fija Lecap a más largo plazo sufrían bajas que se fundamentaban en el mismo pesimismo inversor. “La Lecap a marzo es una masacre, ya rinde 4,1% de tasa efectiva mensual cuando llegó a estar debajo del 3,5%”, dijo el mismo especialista. Las tasas de los títulos de deuda se mueven a la inversa que los precios: cuando caen, suben los rendimientos.