Sin fecha para el desembolso, el Gobierno avanza en un cambio clave en los pagos de la deuda para cumplir con el FMI

El Ministerio de Economía comenzó a cambiar el perfil de sus bonos y desindexarlos. El próximo envío desde Washington será de USD 800 millones

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Una reunión del Directorio del Fondo Monetario Internacional
Una reunión del Directorio del Fondo Monetario Internacional

El Gobierno inició este último mes del segundo trimestre, que tiene nuevas metas fiscales y de reservas a cumplir, aún sin una fecha determinada para la próxima discusión del directorio que habilite un desembolso de USD 800 millones, a tres semanas de haber finalizado la revisión técnica trimestral. En paralelo, el Ministerio de Economía avanzó en los últimos días con un cambio de perfil de su deuda en pesos en línea con uno de los compromisos asumidos con el organismo.

Se trata de una parte que el FMI consideró decisiva para el programa financiero del Poder Ejecutivo: que el equipo económico inicie un proceso de desindexación de su deuda en pesos, que había quedado fuertemente atada al tipo de cambio, a la inflación, o a ambas al mismo tiempo en los últimos meses de mandato de Alberto Fernández y Sergio Massa.

“La principal diferencia versus la administración anterior ha sido la gradual desindexación de la deuda emitida; estrategia que se agudizó durante los últimos tres meses, donde el porcentaje de títulos a tasa fija explicó el 41%, 53% y 89%, respectivamente, del financiamiento bruto”, explicó un informe reciente de la consultora Invecq.

La necesidad de que el Gobierno avance por esa vía en el programa financiero había aparecido, de manera explícita, en el último informe elaborado por el staff. “Las autoridades están pasando de los bonos vinculados al tipo de cambio a los bonos vinculados a la inflación mientras buscan pasar gradualmente a valores de tasa fija y extender la curva de rendimiento del Tesoro”, había anticipado el Fondo Monetario.

Según Invecq hubo una “gradual desindexación de la deuda emitida; estrategia que se agudizó durante los últimos tres meses, donde el porcentaje de títulos a tasa fija explicó el 41%, 53% y 89% del financiamiento bruto”

La cuestión de la extensión de los plazos es más discutible. “El plazo promedio de colocación bajó considerablemente en las últimas licitaciones: pasó de un pico de 29,5 meses en febrero, a 14 en marzo-abril y 3,7 en mayo; algo esperable dado el objetivo de recomponer la curva en pesos –y desarmar pases a 1 día–, pero que debería ir estirándose”, dijo Invecq. El Gobierno asegura que no implica que se acorta la deuda sino que se alarga la duración porque se reemplazan pases de 1 día por las Lecaps del Tesoro.

La migración de pesos desde el BCRA hacia el Tesoro por las letras con tasas más favorables implica, para el mercado, una suerte de “garantía” de equilibrio fiscal al considerar que será la única forma de afrontar esos pagos al tener el Central vedada la opción de emitir pesos. “La emisión de estos instrumentos aumenta el stock de deuda del Tesoro, pero no altera el stock de deuda consolidada (Tesoro más BCRA). En alguna medida transparenta el endeudamiento indirecto que el Tesoro tuvo durante los últimos años vía financiamiento monetario del BCRA y su esterilización con títulos emitidos por esa entidad”, dijo un informe de Quantum.

Reunión de Caputo, su equipo económico y el ahora ex jefe de gabinete Nicolás Posse con Gita Gopinath
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“Esta operatoria reduce el déficit cuasi-fiscal, pero aumenta el fiscal. Como las LECAPs son instrumentos emitidos a descuento, los pagos de intereses no se computan en el déficit fiscal primario, aunque requieren un mayor superávit fiscal o una mayor financiación del mercado para atender los vencimientos sin emisión”, planteó la consultora que dirige el ex secretario de Finanzas Daniel Marx.

El cambio en el perfil de la deuda es uno de los objetivos que atraviesan el programa con el Fondo Monetario pero que son estructurales y no son mensurables como las metas fiscales o de acumulación de reservas, que tienen criterios establecidos para cada cierre de trimestre (para fines de junio $1,9 billones de superávit primario y USD 9.200 millones de reservas netas a fines de junio en comparación con el día del cambio de gobierno). El Poder Ejecutivo inició el último mes del segundo trimestre con cierta holgura para mostrar cumplimiento en esas dos metas, más la tercera vertebral del programa que es el límite a la emisión monetaria.

Este último objetivo fue modificado en la última revisión del staff técnico y agregó una modificación relevante que está relacionada, también, con la emisión de deuda del Tesoro. Ese cambio fue explicado en un informe de PxQ: “En su primer staff report en la era Milei, el FMI modificó la meta de financiamiento monetario al Tesoro, ampliando las operaciones que se consideran como asistencia financiera”, mencionó. “A partir de este año, las operaciones de compra de títulos en el mercado secundario y el ejercicio de las opciones de venta (put) de títulos públicos son consideradas como asistencia al Tesoro y se contabilizan para el límite establecido para 2024″, detalló.

El directorio, a tres semanas del fin de la octava revisión trimestral, todavía no oficializó una fecha para la discusión del staff report que habilitará un giro de USD 800 millones

“Si bien el FMI incluye las intervenciones en el mercado secundario dentro de la meta de asistencia financiera del BCRA al Tesoro, las operaciones de recompra de deuda llevadas a cabo por el Tesoro desde que comenzó la gestión Milei ($8,8 billones) se netean con las intervenciones del BCRA y compensan el efecto, permitiendo al Gobierno cumplir la meta con el FMI. La emisión neta por asistencia al Tesoro sea tanto primaria como secundaria, por lo tanto, sería negativa desde el 11 de diciembre de 2023″, concluyó.

Las conversaciones con el FMI por un programa nuevo que eventualmente incluya desembolsos son por el momento informales. El directorio, a tres semanas del fin de la octava revisión trimestral, todavía no oficializó una fecha para la discusión del staff report que habilitará un giro de USD 800 millones. Típicamente el organismo se toma algunas semanas entre el comunicado de cierre de misión y la sesión del board.

Para algunos analistas en el mercado, el Fondo espera una resolución favorable para la Casa Rosada en el Congreso con la Ley Bases, para que la agenda de reformas del oficialismo comience a cristalizarse. El respaldo político a un plan de gobierno es parte de las condiciones que suele exigir el organismo para avanzar, por ejemplo, con un programa nuevo como el que aspira el Poder Ejecutivo.

El ex ministro de Economía Nicolás Dujovne aseguró que el organismo podría apoyar una salida al cepo con financiamiento nuevo junto con otros prestamistas multilaterales. “Creo que es importante que la Argentina anuncie este programa de salida del cepo con apoyo del FMI, del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) con desembolsos netos, es decir, que nos den más plata de la que está prevista. Que podamos armar un paquete donde nos presten 10.000, 15.000 millones de dólares entre todos”, dijo. “Creo que para ellos más factible apoyar un programa de salida del cepo hacia una flotación cambiaria”, mencionó en diálogo con LN+.

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