El abogado Horacio Liendo, uno de los arquitectos intelectuales del plan de Convertibilidad, elogió al gobierno de Javier Milei por el cambio de rumbo hacia una economía de mercado, pero cuestionó el proyecto para fomentar grandes inversiones (RIGI) y pidió que se complete la actualización de las tarifas de los servicios públicos,
En diálogo con Infobae, quién acompañó la gestión de Domingo Cavallo en el primer gobierno de Carlos Menem -cuando jugó un rol clave en el plan Brady, entre otras iniciativas- destacó el proyecto oficial de competencia de monedas en lugar de la dolarización y, además, la designación de Guillermo Francos como Jefe de Gabinete de Ministros.
Entre otros puestos claves en la función pública Horacio Liendo fue director del Banco Central y secretario de Coordinación del Ministerio de Economía en la década del 90 y regresó con Cavallo, como asesor, en 2001, en la inconclusa presidencia de Fernando de la Rúa. Su mirada sobre la coyuntura:
Balance de los primeros seis meses del Gobierno
“Lo más importante de esta primera etapa es el cambio de paradigma de Argentina, lo que se llama la batalla cultural al plantear que hay un camino completamente diferente al que se venía siguiendo en los últimos 20 años por lo menos; este sendero transitado es la verdadera causa de todos los gravísimos problemas económicos sociales e incluso políticos por los que estamos atravesando. Por este motivo, la convocatoria a través de ‘Las fuerzas del cielo’ tiende a plantear que el cambio a realizar es superior a nuestras fuerzas”.
Las medidas que faltan
“Se ha planteado un ajuste del lado del gasto base caja, que siempre produce este tipo de resultados, pero que deja problemas hacia adelante. Es imprescindible avanzar con la actualización de los precios de las tarifas de los servicios públicos. En cuanto al ajuste fiscal en sí, la paralización de obras públicas contratadas en general viene acompañada de problemas mayores”.
Diferencia entre obra pública y privada
“La obra pública es intergeneracional y hay algunas que son rentables, como aquellas que se hacen para el agro y que pueden ser concesionadas; otras que sirven para el desarrollo, cuya ganancia se ve más adelante. En este caso es difícil que el sector privado se interese, menos en una Argentina que tiene una alta tasa de interés”.
El ingreso de Francos al Gabinete
“A Francos lo conozco mucho y en estos seis meses ha demostrado ser una persona con mucho manejo político, en un cuadro muy complicado, ubicado en el centro y eso lo hizo crecer dentro del Gobierno, frente a una dificultad en la gestión oficial. Es positivo que ya haya generado buen diálogo con el Congreso Nacional”.
“De todos modos, la figura del jefe de Gabinete en la Constitución Nacional, en general, ha sido un injerto raro en nuestro sistema presidencialista, un intento de armar un sistema cuasi parlamentario. Quedó en un lugar incómodo, porque o compite con los ministros al modo de Nicolás Posse o Marcos Peña en el gobierno de Macri, o compite con el Presidente y genera celos. Creo que debería ocuparse de llevar adelante la administración del Gobierno y manejando la gestión de las reuniones de gabinete y la relación con el Congreso”.
Diferencias con las reformas de los 90
“Son etapas diferentes, circunstancias históricas muy distintas, pero que tienen algunos puntos de conexión, sobre todo el fin de época. En el caso de los 90 no era solo un fin de época en la Argentina porque había colapsado el sistema de un país que se fue cada vez haciendo más complejo de gestionar y en el que ya había transitado por la hiperinflación”.
“El cambio de paradigma era visible, pero desde el 2001 operó una regresión y ahora hay un Presidente que también propone un cambio, más dogmático y sin una base política fuerte”
“A la vez, del otro lado del mundo, también había caído la Unión Soviética y se derribaba el muro de Berlín. Es decir, todo el mundo estaba buscando oportunidades de inversión; era un amanecer hacia la libertad económica, monetaria y la recuperación de las finanzas públicas y del crédito público”.
“A la Argentina se la veía como un país que estaba consiguiendo resultados muy profundos, conducidos por un presidente que a su vez era el líder del partido tradicionalmente mayoritario y más opuesto a esas ideas de libertad. El cambio de paradigma era visible, pero desde el 2001 operó una regresión y ahora hay un Presidente que también propone un cambio, más dogmático y sin una base política fuerte”.
Las opciones de cambio del régimen monetario
“Al reflexionar sobre las causas de la caída de la convertibilidad, me parece que ahora es mejor la competencia de monedas que la dolarización. Por supuesto que hay muchas variantes, pero creo que es el esquema adecuado. Además, es necesario eliminar el control de cambios, no solo levantar el cepo, y derogar el Régimen Penal Cambiario. Y hay que declarar el curso legal del dólar, adoptarlo como una moneda más”.
“El Banco Central debería hacer lo mismo que otros bancos centrales, administrar la política monetaria y supervisar al sistema financiero, y tener un balance totalmente saneado y reestructurado con otra carta orgánica. Y el Tesoro debe darle lo que le pidió, no con Letras Intransferibles que no le sirven, sino títulos que pueda comercializar en el mercado. Para mirar procesos de estabilización hay que observar lo que pasa en Perú, que logró reducir la inflación con la estabilidad de su banco central en los últimos 20 años y tiene un riesgo país mucho más bajo que Ecuador, que dolarizó, pero no pudo solucionar su problema fiscal, por lo que tiene que pagar una tasa mucho más alta”.
La Ley Bases
“Creo que la estrategia legislativa del Gobierno ha sido parte del problema; en lugar de enfocarse en temas urgentes como la cuestión monetaria ha planteado una muy amplia reforma legislativa, tanto en el DNU como en el proyecto de Ley Bases, con una reforma superior a su capacidad de poder pasarla, por su magnitud, su profundidad y la relación de fuerzas en el Congreso”.
“La estrategia legislativa del Gobierno ha sido parte del problema; en lugar de enfocarse en temas urgentes como la cuestión monetaria ha planteado una muy amplia reforma legislativa”
“Dentro de esta reforma hay cuestiones importantes y positivas y otras que no me gustan, como el RIGI, que introduce una gran desigualdad en la organización económica del país, porque si alguien no llega a una inversión de USD 200 millones tiene que pagar mucho más impuestos que uno que realiza una inversión importante pero menor a ese monto. Se crearía así una ‘nueva casta’, la de los inversores de más de USD 200 millones”.
“Estoy totalmente a favor de las inversiones y creo que muchas de las reformas que planteó el Gobierno son positivas, pero deberían generalizarse. En vez de bajar el impuesto a los dividendos para los inversores de más de USD 200 millones simplemente deberían dar de baja el Impuesto a la Renta Financiera, que es un verdadero disparate para un país como la Argentina que necesita capital. Puede ser lógico para un país maduro en términos de inversiones, pero la Argentina tiene una enorme deuda y necesita inversores. Lo mismo debe pasar con Ganancias: hay que determinar reglas generales”.
“También hay que hacer mucho en materia de comercio exterior, como bajar aranceles y retenciones para todas las actividades”.
La relación de Milei con el FMI
“Es excelente y lógico que así sea. El Gobierno ha planteado objetivos ambiciosos, más que los que había planteado el Fondo. Es importante que el Gobierno muestre que lleva adelante estas reformas porque las necesita el país y no porque las pide el FMI, para sanear sus finanzas, bajar la tasa de interés que paga el país”.
“Es importante que el Gobierno muestre que lleva adelante las reformas porque las necesita el país y no porque las pide el FMI”
“Después de apagar el incendio, ojalá el Gobierno se inspire en buscar que la organización económica sea lo más parecida a la libertad que se planteó en los orígenes de nuestro país”.
La percepción de los inversores externos
“Por un lado está el tema de las personas y por el otro lado los hechos. Creo que los inversores tienen más o menos simpatía con las personas, pero miran los hechos; una vez que el Gobierno coloque en la mesa un conjunto de reglas de juego que sean atractivas para la inversión, por ejemplo, un régimen de competencia de monedas y de libertad cambiaria absoluta como el planteo, se termina la discusión. Son los precios los que definen la actitud de los inversores: tiene que haber rentabilidad. Si en cambio el mensaje que vamos a dar es que va a subsistir el control de cambios, la reacción no va a ser positiva”.
El proceso de descenso de la inflación
“Este es un primer paso para modificar los precios relativos, lo cual tenía un costo inflacionario que había que atravesar. Y se ha administrado de manera muy eficiente para lograr resultados definitivos. Ahora que producir un cambio de régimen monetario con control de la oferta monetaria y mercado libre de cambios para que la inflación llegue a un 5% anual”.
Aumento del desempleo
“Dependerá de la dinámica de la política económica. Si el proceso se maneja con un ajuste fiscal serio y profundo como el que está planteado con una libertad monetaria y atracción de la inversión, no habrá tal aumento de la tasa de desocupación. Si en cambio solo hay una licuación de ingresos, habrá más problemas”.