La actividad económica sigue cayendo y la recesión se sigue profundizando. Según un estudio realizado por la consultora Orlando J. Ferreres, el nivel de actividad sufrió una retracción del 3,1% en abril, en comparación con el mismo mes del 2023. De esta forma, el primer cuatrimestre del año habría cerrado con una caída del 6,3%.
Un dato positivo, es que se percibió una desaceleración de la caída en relación a los meses anteriores. El mismo estudio había mostrado una retracción del 5,8% en enero y bajas del 5,6% en febrero y del 10,7% en marzo. Eso quiere decir que, aunque abril volvió a ser negativo, fue el mejor resultado en lo que va del año.
De acuerdo con el análisis de los especialistas, la disminución en el ritmo de contracción tiene que ver con el contexto del agro, que empieza a comparar los datos del segundo trimestre con los del peor momento de la sequía, reflejando tasas muy elevadas de crecimiento. El efecto de la baja base de comparación también afectó a sectores vinculados, como el comercio mayorista y el transporte.
Cómo le fue a cada sector
La consultora que realizó el informe mide habitualmente el comportamiento de once ramas de actividad. En esta oportunidad, seis de esos sectores registraron resultados positivos, uno se mantuvo estable y sólo cuatro cayeron. El problema, es que las caídas fueron mucho más significativas que las mejores. La única excepción, como comentaron antes los expertos, fue el agro.
En detalle, el sector de “agricultura, ganadería, caza y silvicultura” registró en abril un crecimiento del 67,2% en comparación con igual mes del 2023. Esto se explica por la baja base de comparación que ofrece el sector agrario para el año pasado, en particular al comenzar a contabilizar los datos del segundo trimestre donde se asienta la mayor parte de la cosecha gruesa. Así, el acumulado de los primeros cuatro meses del corriente año muestra una suba de 30,6%.
Fue mucho más moderada, aunque también significativa, la mejora del sector de “minas y canteras” (9,4%). El incremento del nivel de actividad de ese rubro fue gracias al avance que se observa en la producción de petróleo y gas, y en un mayor nivel de servicios de exploración y perforación de pozos. El sector acumula para los primeros cuatro meses del año un avance de 5,9%.
Fue positivo también el balance para “servicios sociales y de salud” (1,7% de crecimiento), “administración pública y defensa” (1,4%), “electricidad, gas y agua” (1%) y “transporte, almacenamiento y comunicaciones” (0,3%). En tanto, el sector que se mantuvo estable en comparación al año pasado fue el de “actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler”.
Ahora bien, así como hubo seis ramas de actividad que mejoraron sus números, hubo cuatro que los empeoraron y se trata de sectores con mucho peso sobre el Producto Interno Bruto (PIB).
Según la consultora, el sector al que peor le fue en abril es el de la construcción, que cayó un 22,1% en comparación a igual mes del 2023. En ese caso, está claro que tuvo una alta incidencia el freno de la obra pública. Otro sector con fuerte caída en la comparación interanual fue el de “intermediación financiera”, que registró una baja del 12,8% en abril.
Apenas menor fue la caída de la industria manufacturera, que sufrió una retracción del 9,8%, de acuerdo a la medición privada. Dentro de esa rama, las mayores bajas anuales se produjeron en minerales no metálicos (-33,5%), plásticos (-25,8%), y metales básicos (-22,9%).
Por último, se destaca el caso del “comercio al por mayor y menor”, que registró una caída del 5,7% en abril de este año, en comparación con el cuarto mes del año pasado.