Tras los durísimos datos oficiales que dieron cuenta de la profundidad de la recesión en el primer trimestre del año, la semana cerró paradójicamente con noticias relativamente positivas en ese frente.
Varios datos privados, tanto mediciones de la actividad en general, como indicadores clave sectoriales revelaron que en abril, finalmente, la economía hizo piso. Esas cifras no indican rebote ni mucho menos crecimiento, pero sí el fin del derrape. Por supuesto, se trata también de promedios y no en todos los sectores la contracción ha encontrado un freno.
Sin embargo, aquel sector que se prevé será uno de los últimos en recuperar impulso, el consumo, también dio en abril señales de vida. Comparado con el año pasado, las variaciones son en todos los casos ampliamente negativas pero la novedad es que empezaron a cambiar de signo respecto del mes anterior.
¿Punto de inflexión? Es probable. No obstante, tal punto está lejos de marcar, según los economistas que vislumbran el piso de la recesión, el sendero de la recuperación. Menos aún del crecimiento, que necesitará de estímulos concretos que, al menos por ahora, no están disponibles.
La duda es, precisamente, si el Gobierno será capaz de encender los motores que traccionen el crecimiento más allá de la reactivación o, como se le suele decir a la reacción tras una fuerte caída de la actividad económica, “del rebote del gato muerto”.
Comparado con el año pasado, las variaciones son en todos los casos ampliamente negativas pero la novedad es que empezaron a cambiar de signo respecto del mes anterior
“La economía, aunque de manera muy heterogénea, podría haber tocado piso entre fines del primer trimestre y principios del segundo. Dependiendo del panorama político, del “arranque definitivo” de las diferentes reformas estructurales y de la salida del cepo, será probablemente la velocidad de recuperación que tenga la economía no sólo en el segundo semestre sino, particularmente, a partir de 2025″, sostuvo el economista Gustavo Reyes, del Ieral de Fundación Mediterránea.
“La esperada mejora implica una recuperación solamente de corto plazo en los niveles de actividad económica pero no necesariamente implica avances para el mediano plazo”, profundizó el analista, quien detalló que para que eso ocurra, será necesario que la economía sea capaz de crear empleo productivo, aumentar la inversión y también la productividad de la economía.
En ese sentido, Reyes opinó que “condiciones necesarias para lograr esto son la desaparición sostenible del desequilibrio fiscal, un nuevo régimen cambiario que elimine el actual cepo y la concreción de las reformas estructurales respaldadas en leyes. De no mediar esto, las posibilidades de crecimiento futuras de Argentina son muy magras”, aseguró.
Una mirada similar aportó desde FIEL, Daniel Artana. Para el economista, la reactivación en el segundo semestre está garantizada, aun cuando no se elimine el cepo este año. “Durante todos estos años de cepo hemos visto varias veces como la economía se recuperó de caídas. Lo que no hemos visto es crecimiento. El levantamiento del cepo es una cuestión central que hace al crecimiento económico más de mediano plazo, a partir del año próximo”, afirmó.
Es decir, el ministro de Economía, Luis Caputo, tendría margen desde esa mirada para aprovechar la reactivación para eliminar el cepo con la economía en onda verde en vez de roja. Pero primero se tendrán que consolidar esos datos que, preliminarmente, indican que en el primer trimestre pasó lo peor.
A saber: el Índice de Producción Industrial de la consultora OJF (de Orlando Ferreres y Fausto Spotorno) marcó una caída de 9,8% en abril en comparación con igual mes del año previo, pero arrojó un avance de 0,7% respecto de marzo, en la medición desestacionalizada.
De todos los datos que marcan un punto final al declive, el que más sorprendió es el de la Cámara Argentina de Comercio que detectó que el consumo aumentó 0,6% en abril
Para la consultora Equilibra, el Estimador Mensual de Actividad (EMAE) de abril no subió, pero tampoco siguió cayendo: mostró una variación neutra. A nivel sectorial, uno de los indicadores al que más atención se le presta es el volumen de despacho de cemento. Otra vez, aunque con caída interanual ese índice aumentó 4.2% el mes pasado respecto del anterior por primera vez en largos meses, una señal de que el sector de la construcción habría empezado a revivir.
Pero de todos los datos que marcan un punto final al declive, el que más sorprendió es el de la Cámara Argentina de Comercio que detectó que el consumo aumentó 0,6% en abril respecto de marzo, probablemente asociado a una leve mejoría, también, en el poder adquisitivo de los golpeados salarios.