La balanza de dólares de la energía fue positiva por USD 2.414 millones en el primer cuatrimestre de 2024 y tuvo una mejora de USD 2.176 millones respecto al mismo período del año pasado.
De acuerdo a un informe del economista Nadin Argañaraz, el efecto precio generó una caída de USD 70 millones, mientras que el efecto cantidades produjo una suba de USD 2.246 millones.
El principal aporte de dólares provino del ahorro generado por las menores importaciones. Por el menor precio de la energía importada se ahorraron USD 17 millones y por la menor cantidad de energía importada el ahorro fue de USD 1.585 millones. La suma da la cifra de USD 1.602 millones.
En materia de exportaciones, las mayores cantidades exportadas más que compensaron el menor precio, siendo positivo el efecto sobre la balanza de dólares en USD 574 millones. Por los menores precios se perdieron USD 88 millones y por las mayores exportaciones físicas se obtuvieron USD 662 millones.
Cabe destacar que de acuerdo al último staff report del Fondo Monetario Internacional (FMI) Argentina podría pasar de un déficit de balanza energética de USD 600 millones en 2023 a un superávit de USD 3.300 millones en 2024, gracias la concreción del Gasoducto Néstor Kirchner y una consecuente menor necesidad de importaciones.
“La finalización de las etapas iniciales del Gasoducto Néstor Kirchner aumentó la capacidad de transporte nacional de gas a 11 millones de metros cúbicos por día en 2023. Se espera que la capacidad de transporte se duplique en 2024 a 22 millones de metros cúbicos por día y reduzca las importaciones de GNL en otros 3.500 millones de dólares, sujeto a la finalización de las plantas de compresión”, señaló el informe del organismo.
Sin embargo, la ola de frío polar está disparando el consumo energético y el Gobierno está gestionando interrupciones en estaciones de servicio de GNC y en industrias para garantizar el suministro de fluido a los usuarios residenciales. Esto se conoce como una “pre- emergencia”.
La falta de suministro se da principalmente por una planificación deficiente y el ahorro en importaciones e infraestructura.
En este sentido, el Gasoducto Néstor Kirchner funciona a la mitad de su capacidad debido a que se frenaron las obras de construcción de tres plantas comprensoras en las localidades de Tratayén, Salliqueló y Mercedes por falta de pago del gobierno a las empresas constructoras. La deuda asciende a USD 40 millones.
Mientas tanto, esta semana Cammesa licitó de urgencia cargamentos de gasoil y fuel oil que tendrán un costo de unos USD 500 millones para el Tesoro.
A su vez, la reversión total del Gasoducto Norte recién está prevista para mediados de 2025.
Hay que destacar que el informe del FMI contemplaba que la finalización de la segunda etapa del gasoducto y la reversión del flujo en el ducto Norte reduzcan las importaciones en otros USD 700 millones al año.
El organismo había asegurado también que existe un potencial significativo para fortalecer la balanza energética en los próximos años ante mayores exportaciones a los países vecinos si se completan las obras. “Según evaluaciones independientes, las exportaciones de petróleo crudo podrían aumentar de manera constante desde alrededor de 100 kbbl/d en 2023 a 900 kbbl/d en 2030, generando USD 14.000 millones adicionales en exportaciones al año. La exportación potencial de GNL también ofrece importantes ventajas, aunque esto también requeriría una importante inversión en infraestructura para construir terminales de licuefacción”, precisaron.
No obstante, advirtieron: “Sin embargo, estas ambiciosas cifras siguen estando condicionadas a un marco macroeconómico y regulatorio adecuado para ayudar a cubrir un déficit de inversión estimado en USD 40.000 millones a mediano plazo”.