Tras la pérdida de 15% que tuvieron los salarios reales tras la devaluación de diciembre último, los distintos sindicatos comenzaron el 2024 con negociaciones duras tendientes a lograr aumentos mensuales que le ganen a la inflación. Y muichos lo lograron. En enero y en febrero, grandes gremios cerraron acuerdos de subas que estuvieron por encima de los registros del IPC para esos meses, que fueron del 20,6% y 13,2%, respectivamente.
Pero en marzo esta tendencia se frenó y lo que podría comenzar a visualizarse a partir de ahora es que la mayoría de los aumentos salariales, especialmente en el sector privado registrado, acompañen la suba de precios, que va en camino descendente. Con suerte, vaticinan los analistas, el año terminará en un empate. Pero algunos, más pesimistas, prevén que el salario real en el sector privado podría volver a caer este año.
El escenario es aún peor para los asalariados del sector público, “los más golpeados en los últimos trimestres, en un contexto de fuerte ajuste fiscal y reducción de personal bajo la nueva administración”, repasó la consultora Equilibra en un reciente informe. Concretamente, en el primer trimestre de este año, según el Indec, los asalariados del sector público sufrieron una caída real de 17,9% contra el cuarto trimestre del año pasado, y de 24,1% interanual.
Con suerte, vaticinan los analistas, el año terminará en un empate. Pero algunos, más pesimistas, prevén que el salario real en el sector privado podría volver a caer
La mejor fuente para saber qué sucedió con el salario privado formal es el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), ya que se nutre de las declaraciones juradas que presentan los empleadores a la Anses.
Según esos datos, en enero los salarios reales treparon 3,2% y en febrero, 2,5%, pero en marzo mostraron una caída de 3,7%. La explicación que dieron algunas fuentes privadas y oficiales consultadas es que el gremio de construcción no tuvo aumento y el de comercio, muy poco; y se trata de dos sectores de mucho peso del total de trabajadores privados formales (suman 400.000 y 1,1 millón, respectivamente).
¿Qué pasó en abril y cómo se presenta mayo? Según manifestó a Infobae el investigador del Instituto de Estudios y Formación de la CTA, Luis Campos, “lo que empieza a estar claro en estos meses, al menos en el salario de los registrados privados, es que parecería haber un estancamiento en la recuperación, después de un primer trimestre de crecimiento (1,8%) producto de lo sucedido en enero y febrero, cuando los sindicatos salieron a negociar subas por encima de la inflación para recuperar parte de lo perdido”.
A modo de ejemplo, en enero Aceiteros cerró 41% de aumento; Alimentación, 34%; Camioneros, 25%, Smata, 39%; Químicos, 25%. Y la inflación fue menor. Algo similar sucedió en febrero, pero eso en marzo se frenó, y el trimestre cerró con una leve suba. Con respecto a abril, cuyos datos oficiales aún no son públicos, “se observó que los aumentos que se otorgaron el mes pasado, son pocos los que quedaron por encima del 8,8% de inflación”.
“Si tengo que arriesgar, tal vez dé algo por encima del IPC, pero no demasiado. Y los acuerdos firmados para mayo son bajos, por lo que creemos que vamos a un escenario en el que va a bajar la inflación pero los salarios no van a mejorar. En el mejor de los casos, se va a estancar, pero en niveles que están muy por debajo de los del año pasado”, afirmó Campos, al tiempo que agregó que lo que sí caerá seguro es el empleo.
En el mejor de los casos, se va a estancar, pero en niveles que están muy por debajo de los del año pasado
Por su parte, Natacha Izquierdo, economista de la consultora Abeceb, contó a este medio que proyectan una recomposición del salario registrado privado recién hacia fin de año, por lo que el 2024 volvería a ser de caída del poder adquisitivo (5,9 por ciento).
“No se recupera del todo el fogonazo inflacionario de los primeros meses del año, pero a medida que la inflación cae, ambos convergen y se frena la caída”, precisó la analista, mientras aclara que hay sectores que no han perdido, como el de hidrocarburos, minería o el bancario, pero ésa no es la situación del promedio.
“Los que pierden fuerte son los informales, cerca de 20/25%, porque no hay mucho margen de mejora mientras la actividad no empiece a repuntar”, dijo Izquierdo. Sobre este sector no hay datos actualizados, ya que surgen de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), cuyos resultados del primer trimestre se divulgarán a mediados de año. Respecto de los datos del Indec del salario informal, es información que corresponde a cinco meses atrás.
Para el economista de Analytica Tomas Alvarez Kuhnle, la dinámica del empleo informal, que al cuarto trimestre de 2023 aglutinaba al 45,3% de los trabajadores, habría seguido un sendero aún peor que el sector registrado, ya que no se cuenta con mecanismos institucionales de corrección salarial y los establecimientos en los que se encuentran estos trabajadores tienen una mayor sensibilidad a la caída de la actividad económica y, por lo tanto, de los ingresos.
Los próximos meses no serán de mejoras salariales a nivel general, mientras la tasa de desempleo se encuentre en aumento y la calidad del empleo (Kuhnle)
Hacia adelante, Kuhnle enfatizó que “los próximos meses no serán de mejoras salariales a nivel general, mientras la tasa de desempleo se encuentre en aumento y la calidad del empleo, en caída”.
“De todas formas -dijo el economista a Infobae-, la heterogeneidad va a permitir una mejor situación en los empleos relacionados a sectores de alta productividad (hidrocarburos, tecnología, finanzas, entre otros) y al exportador (agro). Lo contrario respecto a los que se dedican a abastecer al mercado interno, con peores pronósticos para comercio y construcción”.
En el Gobierno aseguran que el objetivo en materia salarial es que no se pierda más de lo que ya se perdió cuando se sinceraron el tipo de cambio y los precios relativos de muchos rubros que acumulaban un fuerte retraso.
“La idea es que todos acompañemos el camino del descenso de la inflación. Y una vez que se logre la estabilización macroeconómica, los sectores que quedaron muy rezagados van a empezar a recuperarse”, dijeron fuentes de la Secretaría de Trabajo, donde están siguiendo muy cerca lo que sucede en el Senado con la Ley Bases, una iniciativa considerada “clave” para que haya seguridad jurídica y se genere empleo.
La idea es que todos acompañemos el camino del descenso de la inflación. Y una vez que se logre la estabilización macroeconómica, los sectores que quedaron muy rezagados van a empezar a recuperarse (Trabajo)
El economista de Idesa y especialista en los temas laborales Jorge Colina contó a Infobae que “cuando la inflación baja, el salario empieza a crecer por encima de los precios, pero a fin de año, en el mejor de los casos, los salarios reales pueden llegar a empatarle a la inflación, por lo que el poder adquisitivo de los trabajadores estaría igual a fin de año que hacia fines del 2023. Eso podría suceder si la inflación sigue bajando y el salario va recuperando de a 1 punto porcentual por mes aproximadamente”.
Según Colina, sin embargo, “el salario informal no va a recuperar. La línea de pobreza creció en el año 300% y el ingreso informal apenas 130%, es decir que hubo una caída de 40% en estos ingresos”.
En la consultora Equilibra sostienen que la recuperación del salario real podría reafirmarse este mes, si la inflación ronda 5%, como se espera, y en junio continúa el sendero bajista gracias a posponer la suba en los precios de los regulados. “A esto se le sumaría una veloz recuperación del crédito y un menor ajuste de las prestaciones sociales en términos reales. Todos estos elementos llevarían a pensar en una leve mejora del ingreso real de las familias y, por ende, del consumo de los hogares en el segundo trimestre”, dice el informe de la consultora.
De todas formas, aclara la consulotora que la destrucción de puestos de trabajo y la posibilidad de que las familias busquen reponer ahorros tras el derrumbe de sus ingresos durante los primeros meses del año desaliente la demanda de empleo.