Aunque hasta ahora aumentó el impuesto PAIS y mantiene las retenciones, cuya recaudación queda íntegramente en manos del gobierno nacional, el ministro de Economía, Luis Caputo, tuvo una larga y aparentemente amable conversación telefónica con Arthur Laffer, el gurú de las rebajas impositivas del gobierno de Ronald Reagan y creador intelectual de la famosa “Curva de Laffer”, según la cual, superado cierto nivel de presión fiscal, la recaudación total cae y la economía se desploma bajo el peso del Estado.
El propio Laffer, que fue miembro del Consejo de Asesores Económicos de Reagan y hoy tiene 83 años, dijo en el David Lin Report, un programa de economía y finanzas, que recientemente conversó con Caputo más de una hora y le quedó una impresión favorable sobre los planes del gobierno de Javier Milei, que ayer reiteró en Córdoba su promesa de reducir “significativamente” los impuestos, empezando por el llamado PAIS, las retenciones y el impuesto al cheque.
Sin embargo, en diálogo con Steve Hanke, profesor de la Universidad Johns Hopkins, asesor de reformas monetarias y verdadero “halcón dolarizador”, Laffer confesó que ahora duda del rumbo económico del gobierno argentino, por comentarios del propio Hanke y de Carlos Rodríguez, a quien en la entrevista televisiva describe como un “boca sucia” por el modo en que habla de la gestión mileísta.
¿Qué piensan sobre lo que está pasando en la Argentina con Javier Milei y sus políticas?, les preguntó Lin a Laffer y Hanke en una reciente emisión de su programa.
“Me sorprendieron, Steve, tus comentarios sobre Milei. Tuve una buena y larga conversación con Luis Caputo sobre Argentina, y estoy decepcionado de que se hayan alienado a ti, a Carlos y a los demás”, dijo Laffer en referencia a Carlos Rodríguez, quien fue asesor del ministro de Economía de Roque Fernández en el segundo gobierno de Carlos Menem y a mediados de 2023 fue reconocido por Milei como una suerte de asesor senior, pero se convirtió luego en un duro crítico de la gestión mileísta y del propio presidente.
¿Cuál es el plan?
“¿Pudiste averiguar con Caputo cuál es su plan de acción? ¿Realmente tienen un plan de acción?”, le preguntó entonces Hanke a Laffer, quien a su vez le preguntó lo mismo. “No lo sé. No sé cuál es. Por eso te estoy preguntando”, respondió Hanke.
Laffer señaló entonces que creía que en algún momento el gobierno contrataría a Hanke para instrumentar una “caja de conversión” o dolarización de la economía. Hanke, en cambio, respondió que el gobierno está tratando de hacer “con su propia variación, un programa tipo FMI”.
La respuesta decepcionó a Laffer. “Espero que ese no sea el caso. Quiero decir, leí lo que me enviaste sobre el artículo de Carlos y no recuerdo que Carlos fuera tan vulgar antes, y ser tan vulgar no ayuda a la causa en absoluto. Aleja a la gente, no la convence”, replicó, usando la expresión potty mouth, traducible como “vulgar” o “boca sucia”. El economista norteamericano recordó incluso que décadas atrás “Carlos” le había regalado “un gran cangrejo fosilizado”
Larga conversación
Laffer tenía expectativas positivas sobre el gobierno de Milei. “La conversación que tuve con Luis, que duró alrededor de una hora, tal vez una hora y media, no fue corta, no me decepcionó, para ser honesto contigo”, le dijo a Hanke. “Me fui esperando que hubiera un plan, una manera de llegar a algo, pero la respuesta tuya y la de Carlos, que no leí hasta después de haber hablado con él (Caputo), realmente me hace muy suspicaz (desconfiado) de que estén haciendo algo”.
“No creo que lo que están haciendo sea sostenible. Es el problema. Y realmente creo, dada la (historia) argentina, el problema de la moneda es algo que tienen que arreglar primero, y luego seguir adelante”, añadió Hanke. “Todo el mundo sabe eso. Todo el mundo sabe que tienen que arreglar la moneda”, agregó Laffer.
A posteriori, Laffer recordó que fue profesor de Pedro Pou (expresidente del BCRA) Roque Fernández y señaló que “el único problema con la caja de conversión (o convertibilidad) es que cuando llega un nuevo gobierno y no cree en ella, tiene mucha moneda extranjera para gastar y derrochar”. Claro, remachó Hanke: “Cuando abandonaron la cosa tenían muchas reservas, y las gastaron todas rápidamente”.
La “Curva de Laffer” fue supuestamente dibujada por primera vez en 1974 en una servilleta en un encuentro que el economista tuvo en el bar Two Continents con Richard Cheney, Donald Rumsfeld y Jude Wanniski. Los dos primeros eran entonces pichones de halcón republicanos, decepcionados por el gobierno de Gerald Ford, y fueron luego funcionarios de los gobiernos de Reagan y Bush, padre e hijo. Wanniski era periodista del influyente The Wall Street Journal, en cuyas páginas editoriales divulgó y popularizó la curva y el credo “ofertista” de Laffer, llevado a la práctica en los gobiernos (1981-1988) de Reagan.
La idea es que los impuestos se pueden aumentar hasta cierto nivel, pasado el cual la recaudación, en vez de aumentar, empieza a caer, por agobio fiscal. Y que la economía prospera en base a impuestos mínimos y el empuje de la oferta, no de la demanda.
El mundo en una servilleta
La servilleta en que supuestamente fue dibujada por primera vez la famosa “Curva” es exhibida en el Museo Nacional de Historia de EEUU, en Washington, aunque su autenticidad fue puesta en duda por una investigación de Binyamin Appelbaum, periodista de The New York Times, que entrevistó al propio Laffer (quien dijo no recordar en qué tipo de servilleta la había hecho) y a la hija de Wanniski, el fallecido periodista del Journal, que la popularizó.
Auténtica o falsa, la “servilleta” es un ícono de la suerte de revuelta fiscal y baja de impuestos en la “revolución conservadora” que Reagan encabezó a nivel mundial junto a la primera ministra británica, Margaret Thatcher.
Laffer es considerado el “Padre de la Economía del lado de la Oferta”, recibió la “Medalla Presidencial de la Libertad” y cada tanto es homenajeado o entrevistado en diversos foros. Una de sus lectures más celebradas fue una de 2023, sobre lo que llamó “los 5 pilares de la prosperidad”: impuestos bajos, gobierno pequeño, moneda estable, regulaciones inteligentes y mínimas y libre comercio.
Pero el veterano economisa está lejos de ser un anarco-capitalista, como se define Milei. En su presentación de los 5 pilares dijo, por ejemplo: “el Gobierno es una parte integral de una buena economía; necesitamos escuelas, autopistas, fuerzas armadas, sistema judicial. No se le puede decir ‘no al gobierno’, sería simplemente un pandemonium”.