Dos vencimientos que debe afrontar el Banco Central de la República Argentina (BCRA) con el Banco Popular de China por el swap de monedas y que ascienden a casi USD 4.900 millones para junio y julio pueden generar una situación incómoda con el Club de París (CDP) en días en los que uno de los principales miembros del consorcio de países acreedores, España, no vive su mejor momento en las relaciones diplomáticas con la Argentina.
En estos días, el BCRA negocia con China la posibilidad de refinanciar esos pagos, dado que las magras reservas internacionales de la autoridad monetaria vuelven poco menos que imposible desembolsar en efectivo USD 2.906 millones en junio y USD 1.938 millones en julio, tal como estiman fuentes privadas los montos involucrados. Pero si las conversaciones no prosperan y el pago debe realizarse de todas formas, se podría activar un nuevo problema. Y con otros acreedores.
En el pasado, los miembros del Club de París han sabido dar a conocer a viva voz su descontento con el trato desigual que la Argentina intentaba dar a otros acreedores. La palabra China nunca se mencionaba, pero quedaba claro que ese era el acreedor en cuestión. Por eso es que en 2021, cuando el entonces ministro de Economía Martín Guzmán renegociaba los términos con el CDP el embajador de Japón salió a pedir que se respete el principio de comparabilidad en el trato.
Desembolsos en efectivo en favor del banco central de China podrían impulsar al resto de los acreedores del país a creer que la Argentina está violando las condiciones de sus acuerdos.
El principio detrás de esto se llama “comparability of treatment” (tratamiento comparable) y es uno de los fundamentos en los que el CDP basa sus relaciones con sus deudores. Según explica su web, es un principio según el cual el consorcio de países se reserva el derecho a exigir que otros acreedores no reciban un trato preferencial que postergue el cumplimiento de los pagos que le corresponden. En caso de que otro acreedor reciba un tratamiento mejor, entonces, pueden reclamar que se igualen las condiciones.
La reciente animosidad entre los gobiernos de Argentina y España, una de las voces con más peso en el club de países, es lo que despierta los temores en la Argentina. Infobae consultó a fuentes del Gobierno español que trataron de traer calma. Los acuerdos con el Club de París no se van a ver afectados por los chispazos entre el presidente Javier Milei y el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez. No hay ninguna intención española de activar esa cláusula por esos cortocircuitos.
Pero algunos de los técnicos que participaron de las negociaciones con el Club de París señalan que sus miembros pueden ser muy celosos de esas condiciones. Sobre todo cuando China es la involucrada.
“Hace muchos años que China y el Club de París vienen conversando de respetar las condiciones del otro en términos de préstamos bilaterales. Existe algún espíritu de pari passu que en principio uno de los países miembros del club podría reclamar”, dijo un experimentado negociador de deuda a este medio.
“Con todo, en este caso, que el principio se aplique no es tan probable”, agregó el mismo especialista.
Sin embargo, otros expertos ven lejos la posibilidad de que la sangre llegue al río. Otra lectura es que más allá del enojo del Gobierno de España no hay mucho por hacer en este caso.
“Son créditos diferentes. Los del Club de París son préstamos de mediano a largo plazo, el swap es de corto plazo. Al CDP le debe el Tesoro, no el BCRA, son personas jurídicas distintas. Por último, el CDP no aplica este principio a préstamos de corto plazo o para comercio”, descartó de plano un también experimentado ex funcionario que estuvo cerca de las charlas con el Banco Popular de China.