La agenda de cuestiones económicas fue completa y ninguno de los presentes en el Congreso del IAEF que se realizó ayer pasó por alto el debate sobre el atraso cambiario, el nivel de la tasa de interés que podría haber marcado el “despertar” del dólar libre que se verificó en los últimos dos días y, por supuesto, la crisis diplomática con España. Pero ninguno de esos temas obtuvo la centralidad en los discursos y opiniones de los empresarios reunidos que adquirió, en ese marco, el reclamo al Senado por la aprobación de la Ley de Bases.
El pedido, en modo de advertencia -”el tiempo de las empresas no es infinito”, se dijo, por ejemplo- o de simple análisis supera en preocupación a otro de los temas centrales en la agenda, el levantamiento del cepo cambiario. La cuestión se discutió ampliamente sobre el escenario con las intervenciones del ex ministro Domingo Cavallo y del propio ministro de Economía, Luis Caputo, pero en los pasillos fue palpable que empieza a bajar el nivel de ansiedad entre los empresarios y también los agentes del mercado de capitales. En contrapartida, el avance de las reformas que plantea el Gobierno en el Congreso acapara la máxima atención y, también, preocupación.
Con dudas sobre el contenido final de la ley, el presidente del IAEF, Diego Cazorla, señaló que “lo que salga va a ser mucho mejor que lo que hoy no tenemos. Necesitamos que las reformas se hagan realidad”
“La salida de la Argentina viene por la exportación y cuando uno dice exportación, lo primero que se viene a la cabeza es tipo de cambio y que con este tipo de cambio es difícil exportar. Eso no es así. Yo no creo que la solución pase por el tipo de cambio”, afirmó Gonzalo Tanoira, presidente de la empresa exportada de limones San Miguel.
“Para mí, la mayor productividad del sector exportador argentino viene del lado de cambios profundos en cuanto a regulaciones que permitan hacer compañías más eficientes que permitan hacernos parecidos en costos, laborales, impositivos y todos los demás, respecto de los que enfrentan con quienes competimos”, dijo el empresario. Agregó en ese sentido que el cambio cultural al que el gobierno de Javier Milei está llevando la Argentina es “enorme”. Fue en ese marco que opinó que en el Congreso “va a primar la lógica y el sentido común de que la Argentina necesita hacer cambios y los senadores finalmente van a terminar aprobando la ley. Pero eso va a ser sólo el primer paso”, advirtió Tanoira.
La misma definición, “primer paso”, se escuchó de otras voces a la hora de opinar sobre la ley. Por caso, Mariana Camino, presidente y CEO de la consultora Abeceb, con una amplia cartera de grandes empresas como clientes, consideró que “mientras la macro se ordena, la micro se prepara. En las empresas hay vocación de adaptarse a los cambios que se vienen pero están esperando que se produzcan. La ley no es todo lo profunda que se necesita y no es suficiente pero es un avance importante. Es el primer paso”, coincidió con Tanoira, en el marco de un ciclo de charlas organizado por Puente en un aparte del evento que se desarrollaba en simultáneo en el salón principal del Centro de Convenciones de Buenos Aires.
En el mismo contexto, el presidente del IAEF, Diego Cazorla, fue tal vez el más enfático. “Nuestra organización representa a los ejecutivos de finanzas que trabajan en las empresas, es decir, que estamos en la primera línea de combate por lo que somos completamente conscientes de lo duro que es este proceso no sólo para las empresas sino para la gente”, inició el directivo para abordar de lleno la necesidad de avanzar en las reformas estructurales.
“Estamos tratando de hacerle llegar al Congreso nuestra mirada sobre la importancia de la aprobación de la Ley de Bases. Ahí hay un conjunto de reformas que, aunque salgan retocadas, van a servir para generar un impulso en la economía real”, dijo Cazorla, quien admitió que en el mundo de los negocios no existe mucha claridad respecto del contenido de lo que finalmente se termine aprobando. Aun así, aseguró que “lo que salga va a ser mucho mejor que lo que hoy no tenemos. Necesitamos que las reformas se hagan realidad. Las empresas se están preparando para lo que viene, están haciendo lo que pueden con lo que tienen pero hay algo que es importante y es un mensaje que quiero pasar: los tiempos no son eternos para la microeconomía. Estamos con un relojito que hace tic tac y esto es un llamado a los legisladores para que entiendan que esta no es “la ley Milei” sino una ley que el país necesita”.
Desde una industria muy diferente Martín Cabrales, el dueño de la empresa de café Cabrales, opinó en una línea similar. “Cuando se da la oportunidad de apoyar en puntos que nosotros veníamos marcando para generar políticas de mediano y largo plazo que nos den previsibilidad, tenemos que involucrarnos y sí, seguir apoyando”, aportó Cabrales.