En el primer trimestre del año dejaron de tener actividad casi 275.000 cuentas sueldo en el sistema financiero argentino, una cifra que representa entre el 2 y el 3% del total de cuentas bancarias destinadas a la acreditación de salarios. El masivo cierre de cuentas sueldo, registrado en estadísticas del Banco Central, se condice con datos privados que señalan una desaparición de empleos en una magnitud similar en el primer trimestre del año en el marco de un proceso recesivo que acompañó al fuerte ajuste fiscal y monetario implementado por el Gobierno.
El dato oficial señala que en marzo hubo 274.311 cuentas sueldo menos que hayan recibido algún ingreso de dinero con respecto a diciembre de 2023. Aún en el contexto de un fuerte ajuste en el sector público, con cierre de organismos y despidos de empleados, tal como suele resaltar el propio Gobierno nacional, el cierre de cuentas sueldo se replicó tanto en bancos estatales como privados. En el primer trimestre hubo cierres en el Banco Provincia (47.700 cuentas sueldo) y el Nación (33.800), pero también en los grandes bancos privados como Macro (36.100), Santander (27.300) o Galicia (23.900). “Muchas son cuentas eran contratos finalizados de recortes de empleados públicos que no sólo sucede en la nación sino también en las provincias”, describieron desde una de las entidades.
La estadística del Banco Central registra cada mes cuántas cuentas sueldo tuvieron acreditaciones, es decir, recibieron dinero por parte de los empleadores. Y suele tener un efecto estacional en el mes de enero: muchas empresas suelen pagar el salario de diciembre antes de las fiestas de fin de año, junto con el aguinaldo. En ese caso, la cuenta no registra ingresos durante enero. Pero esa estacionalidad se subsana de inmediato en el mes siguiente.
Por otra parte, más allá de esa particularidad, la cantidad de cuentas sueldo con movimiento venía registrando un alza en los últimos meses del año pasado, situación que se revirtió por completo en el comienzo de 2024. En cuanto a la cantidad de empresas que acreditaron sueldos, la progresión fue similar a la de la cantidad de cuentas con una salvedad: en marzo hubo 7.000 empleadores más que pagaron salarios que en diciembre. Este último dato registra tanto a una gran empresa como a una mipyme que pagó, al menos, un salario durante ese mes.
Por otra parte, estos datos de menor cantidad de cuentas sueldo en actividad que sale de las cifras oficiales encajan plenamente con la pérdida de puestos de trabajo puesta en evidencia por otros informes. Para la consultora Equilibra, según su último reporte, en el primer trimestre de este año se perdió el 1,4% de los puestos de trabajo totales, que incluye además del empleo formal (público y privado), los asalariados en negro y los no asalariados (monotributistas, autónomos, etc). Las cuentas sueldo representan únicamente el empleo formal en relación de dependencia.
Según explican en Equilibra, en el primer trimestre del año se perdieron 240.000 puestos de trabajo, una caída que no ocurría desde 2020 en el momento más crítico de la cuarentena decretada en la pandemia de coronavirus. La cifra surge de combinar los datos ya brindados por los organismos públicos para el trabajo formal combinado con las estimaciones para el empleo no registrado.
El origen de las causas de las dificultades en el empleo no requiere demasiado análisis: Equilibra estima que el primer trimestre de este año terminará con una caída del PBI entre el 5% y el 6% en relación con el mismo período de 2023.
“Utilizando los datos de empleo ya observados para el primer trimestre de 2024 para el segmento formal y las estimaciones mencionadas para los no asalariados e informales, podemos tener una estimación de cómo evolucionaron los puestos de trabajo del total de la economía en el primer cuarto del año. Este panorama sectorial describe una caída de los puestos de trabajo totales de 1,4% entre el 1T-24 y el 4T-23, magnitud no observada en un trimestre desde la pandemia”, explicó Equilibra.
“Est caída de los puestos de trabajo coincide con lo que muchas encuestas cualitativas empezaron a percibir en estos últimos meses: la pérdida de empleo pasó a ser la primera preocupación económica junto con la inflación, con la particularidad que la primera viene en ascenso y la segunda, en descenso”, agregó el informe. Y dejó un pronóstico en el mismo sentido: si bien la medición interanual de puestos de trabajo totales todavía muestra un crecimiento del 1,8% en el primer trimestre de 2024 frente a igual período de 2023, se estimó que “probablemente esa alza se frene” en el trimestre actual.