El superávit fiscal del primer cuatrimestre que se ubicó en 0,2% del PBI generó un fuerte apoyo para la credibilidad del Gobierno ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) y ante la sociedad, según un informe de la consultora Abeceb.
El reporte, preparado para empresarios clientes, planteó cómo complementar los progresos en el fortalecimiento del “ancla fiscal” con avances rápidos y tangibles en variables que tengan un impacto positivo sobre el bienestar, “de forma de blindar políticamente el proceso de ajuste”.
Tal como se reflejó en la postergación de varios aumentos, “las autoridades le dan absoluta prioridad a la meta de reducir la inflación. Javier Milei sostiene que su ajuste fiscal no es tan costoso para la gente si se considera que junto con la inflación se reduce el impuesto inflacionario”.
Datos alentadores
La consultora fundada por Dante Sica destaca que “la apuesta por bajar la inflación de forma drástica en un plazo breve no sorprende. Hay datos alentadores: el ritmo de aumento de los precios se viene desacelerando a una velocidad superior a la esperada”.
Como la inercia inflacionaria continúa siendo fuerte, las cifras de inflación son todavía poco compatibles (Abeceb)
Por supuesto, agrega, “como la inercia inflacionaria continúa siendo fuerte, las cifras de inflación son todavía poco compatibles con estándares mínimos de estabilidad de precios. ¿Por qué no apostar a una rápida recuperación en “V” como forma de mejorar los ingresos reales y por ende, el poder adquisitivo de la gente y la rentabilidad de las empresas”.
“El problema básico es que la recesión ha seguido un camino inverso al de la inflación, tendiendo a profundizarse. Al momento de elegir prioridades, las autoridades parecen percibir la evolución actual de la inflación como más prometedora que la trayectoria del nivel de actividad”, indicaron los expertos.
Por otra parte, “tampoco se puede ignorar que intentar que intentar reactivar aceptando “un poquito más de inflación” podría dejar al gobierno sin el pan y sin la torta”.
La importancia de la Ley Bases
“Se implementaron un conjunto de iniciativas que indican que se está produciendo un giro hacia la realpolitik. La evidencia más clara fue la negociación de la ley Bases en el Congreso, donde una mayor dosis de pragmatismo rindió frutos tangibles con la media sanción de la Ley Bases”, resaltó el informe de marras.
“Este hecho le aportó un éxito político importante al Gobierno. La ley es un instrumento imprescindible para impulsar las reformas e implementar un ordenamiento fiscal más eficiente. Sin embargo, los resultados sólo se harán presentes a mediano plazo y, además, falta la aprobación en el Senado. A corto plazo, los efectos en términos de mejoras en los ingresos reales capaces de mitigar los costos del ajuste van a ser muy limitados”, consideró Abeceb.
Las estrategias de estabilización de precios tienen dos debilidades: suelen generar recesiones que pueden ser intensas y suelen ser poco efectivas para eliminar la inercia inflacionaria
“Las herramientas utilizadas para reducir la inflación tuvieron una fuerte cuota de ortodoxia. Al marcado superávit fiscal se sumó un apretón monetario de proporciones; pero las estrategias de estabilización de precios tienen dos debilidades: suelen generar recesiones que pueden ser intensas y suelen ser poco efectivas para eliminar la inercia inflacionaria, sobre todo si es elevada. Este factor es relevante en economías con larga historia inflacionaria, en las que el IPC se usa como indexador de contratos y como referencia para negociaciones salariales”, precisa.
Dolor de cabeza
“La inercia está siendo un dolor de cabeza para las autoridades justamente justamente porque la economía que heredó el Gobierno es de una inflación elevada y de larga data. Esto le plantea un dilema a la conducción económica. Profundizar y quizás prolongar la recesión para tratar de quebrar la recesión o la inercia inflacionaria podría ser políticamente riesgoso y, además, deteriorar aún más la rentabilidad empresaria en un contexto en que el EMAE está cayendo a un ritmo de 3,2% anual”, consideró el trabajo de Abeceb.
Para esquivar el dilema, destaca la consultora, “Luis Caputo apeló al pragmatismo. Sin abandonar la ortodoxia fiscal y monetaria, está recurriendo a dos instrumentos que deberían ser considerados redundantes y distorsivos en una política antiinflacionaria ortodoxa”.
“El primero es mantener en 2% mensual la corrección cambiaria. Si se usa el crawling al 2% porque se considera que controlar la oferta monetaria no es suficientemente potente; el segundo instrumento es interferir en el mecanismo de precios para influir sobre la inflación. Esto puede incluir desde el precio de prepagas hasta la reticencia a homologar paritarias”, detalló.
“La prioridad es siempre mantener a raya la inflación, antes que aumentar la eficiencia. Para potenciar esto último habría que tomar en cuenta las estructuras de mercado de los productos, porque la heterodoxia no es gratis”, observó Abeceb.
La prioridad es siempre mantener a raya la inflación, antes que aumentar la eficiencia
“Hay tres riesgos evidentes: que se atrase el tipo de cambio real; que se distorsione el proceso de precios relativos al interferir en la acción de los mercados; o que se deteriore la credibilidad por realizar cambios no anticipados en las reglas de de juego, como acaba de ocurrir con la baja de aranceles o con las tasas de interés”, advirtió la consultora.