La suba del promedio de precios de los alimentos (6%) menor al promedio de la inflación en abril (8,8%), que informó el Indec en la última semana, se lee en el comercio como un fiel reflejo de que las ventas en los supermercados, autoservicios y almacenes de barrio están desplomadas.
De hecho, el relevamiento mensual que la consultora Scentia dio a conocer este viernes arrojó como resultado una contracción de las ventas en abril del 13,8%, el peor comportamiento en años, según había anticipado su presidente, Osvaldo del Río, en el 22° Retail Day, días atrás.
El interrogante que las empresas de alimentos, de cosmética y de higiene se hacen es hasta cuánto durará este derrumbe, provocado por el ajuste monetario y fiscal, la recomposición de precios relativos realizada durante el primer cuatrimestre y la fuerte caída de los salarios reales.
El interrogante que las empresas alimentos, de cosmética y de higiene se hacen es hasta cuánto durará el muy bajo nivel de ventas
Por lo pronto, en lo que va de mayo, en los supermercados advierten una muy suave mejora –se desacelera la caída a un 8%– y entre los industriales todavía reina un fuerte pesimismo, con rubros que plantean que siguen con una tendencia de caídas de ventas pronunciadas este mes, y otros que afirman que se avizora un freno en ese nivel de contracción.
En este contexto, las compañías no sólo están activando cada vez más promociones y descuentos para intentar traccionar ventas, sino que también analizan con mucho detenimiento cada decisión de aumento y hasta aplican listas con algunas rebajas de precios.
Fuentes del supermercadismo admitieron que algunos productos de las categorías congelados, harinas, fideos y arroz registraron bajas de precio respecto de abril, así como también productos de limpieza.
El ritmo de los precios
En la consultora Eco Go, que relevan precios minoristas, coincidieron en que “hay fideos que bajaron tanto en abril como en las primeras dos semanas de mayo y se ubican 17,5% por debajo del nivel de marzo, así como también fiambres, que en mayo descendieron 5,1% versus abril; y los aceites puros, que venían de variaciones muy bajas tras el salto del verano y en mayo cayeron 3 por ciento”.
También la leche en polvo retrocedió en la primera mitad de mayo 2,5%; azúcar y edulcorantes, también 2%, ya que acumulaban varios meses con aumentos por encima del promedio; cacao y derivados mostró una reducción en sus precios del 4,7% en lo que va de mayo y gaseosas que ya en abril habían descendido 3,4%, en mayo sumaron un 11% más de reducción. A su vez, sopas y caldos bajaron sus precios 14,5% respecto de abril, detectó el relevamiento de Eco Go.
Un panorama similar muestra la consultora LCG, cuya medición hasta el 16 de mayo de los precios de los alimentos mostró una desaceleración y una inflación promedio de las últimas cuatro semanas del 1,8%. En lo que va del mes, acumula 1,1% de aumento, según el informe.
En cuanto a los rubros, el detalle precisa que en la segunda semana de mayo, que registró una inflación de apenas 0,1% frente a la anterior, el incremento de los lácteos fue más que compensado por la caída de precios de productos estacionales (Frutas y Verduras), cuya baja fue de 5,6 por ciento.
En lo que va del mes, el promedio de precios de los alimentos acumula 1,1% de aumento (LCG)
Las situaciones son dispares. Mientras que algunas empresas envían listas con rebajas a los puntos de venta final, o negocian con las cadenas de supermercados promociones que implican finalmente una reducción del precio, otras los mantienen -que implica una baja en términos reales- y otras tantas aplican subas entre 5 y 6 por ciento.
“Las empresas están tratando de traccionar, pero todavía están con caídas de volumen fuerte. Cuando el bolsillo aprieta, lo primero que sacás de la canasta son los consumos no esenciales. Todavía no se ven mejoras”, dijeron fuentes de la industria cervecera, que registran caídas interanuales del 25 por ciento.
En tanto, en una importante firma de alimentos que participa de diferentes categorías contaron a Infobae que “caen más los productos denominados on the go, o de impulso, y hay otros que se mantienen, como galletitas o alimentos. Particularmente en mayo notamos que aparentemente se estaría frenando la caída abrupta registrada durante el primer cuatrimestre”.
En el sector lácteo, las caídas fueron muy importantes, especialmente en el mercado de postres 45%, yogures 15% y quesos 25%. El consumo de leche fluida también se contrajo unos 13 puntos y este mes está recuperando, dijeron fuentes de la industria, al tiempo que agregaron que está habiendo mucha acción comercial.
Una categoría que se desplomó en este sector es la de leches vegetales, que hasta el año pasado crecía muy fuerte porque era nueva. Lo mismo pasó con los quesos untables.
“En abril tuvimos un golpazo porque se vendió 15% menos de lo planificado, que ya era modesto. Eso da una contracción interanual de 20%. Todas las fichas están puestas en el segundo semestre; se está haciendo mucho trabajo de eficiencia, ahorro de costos, negociando distinto con los proveedores. El consumidor ya no paga cualquier cosa, elige, decide y si aumento mucho no me compra. Cambió el escenario y los proveedores tienen que ser parte de ese cambio”, plantearon en una empresa láctea.
En abril tuvimos un golpazo porque se vendió 15% menos de lo planificado, que ya era modesto, destacó un referente del sector lácteo
Consultadas dos fuentes mayoristas, explicaron a Infobae que “hay empresas que envían aumentos pero a la vez, por la otra ventanilla, hacen ofertas; otras directamente no aumentan hace tres meses y otras que siguen la inflación”.
“Hay productos puntuales que bajaron de precio pero a través de descuentos. No pasan listas nuevas y arrancan con 10%, luego 15% y después 20%, incluso, reconociendo stocks para poder seguir vendiendo. El caso más resonante hoy es el del aceite, en el que se generan operaciones de descuento por volumen”, dijo el dueño de una cadena mayorista pero que también vende al consumidor final. También bajó el precio del azúcar.
Otro empresario, por su parte, contó que “los comercios están marcando mucho menos de lo que lo hacían en 2023, cuando todos buscaban cubrirse de la inflación por el costo de reposición”.
“Ahora marcamos menos, muchas cosas tenemos que ponerlas al costo para que salgan, o para que no se venzan”, explicó el dueño de un punto de venta. En su caso, las operaciones de abril versus marzo mejoraron, pero respecto del año previo muestran una caída. Y según agregó, se observa “movimiento en la tienda, pero también se registra una migración de marcas, en busca del menor precio”