El ingreso tardío pero masivo de los dólares provenientes de la cosecha gruesa impactó finalmente en el balance del Banco Central que, en sólo una semana, mejoró su posición de reservas netas en unos USD 700 millones. El cálculo, de fuentes privadas, se corresponde con la metodología del FMI y no la que suele aplicar la autoridad monetaria, en cuyo caso la acumulación es de USD 200 millones menos.
En cualquier escenario, aunque mejoran y de manera acelerada, lo cierto es que las reservas netas siguen en terreno negativo. Al cierre de la semana pasada, computaban un rojo de USD 2.300 millones siguiendo, otra vez, la metodología del Fondo. Eso implica que, si se mantuviera el ritmo de retención de divisas registrado la semana pasada, a mediados de junio, las reservas pasarían a verde. El dato más alentador es que, a partir de ahí, podrían alcanzar remontar la cuesta y llegar la primera semana de julio con un nivel de USD 2.600 millones positivos. La cifra coincide con el monto que se deberá afrontar de pago de la deuda por pago de cupones y capital el 9 de ese mes, vencimiento correspondiente a los bonos reestructurados por el ex ministro de Economía, Martín Guzmán.
Es decir que la buena noticia es que el Gobierno podría pagar a los acreedores extranjeros sin que ello implique volver a las reservas netas negativas. La mala noticia es que tales reservas se mantendrían en cero, dado el compromiso a afrontar.
Claro que en lo que quede de julio es de esperar que sigan ingresando divisas, lo que llevaría nuevamente a terreno positivo las reservas. “En la aparente primera semana de liquidación masiva de la gruesa, las reservas netas preferida por el gobierno rebotó de -USD1.072 millones a -USD 503 millones entre lunes y viernes, mientras que las medidas bajo la metodología FMI subieron de -USD 3.024 millones a -USD 2.326 millones” reportó la consultora PPI.
Otras estimaciones son más optimistas. Por caso, la firma GERES calculó en apenas USD 1.022 las reservas netas negativas, lo que daría un margen algo mayor a la recomposición. En cualquier caso, en términos brutos, las reservas se incrementaron USD 4.718 millones al cierre los primeros siete días del mes respecto al cierre del año pasado, lo que representó una suba del 20% interanual. Desde el 10 de diciembre, en tanto,el aumento fue de USD 6.582 millones.
“Gracias a una mayor oferta de los exportadores en el MUC, el ritmo de compras del BCRA se aceleró, en línea con lo que esperábamos ante la ausencia de shocks y cambios en las restricciones a la demanda. Precisamente, la media móvil de cinco días más que se triplicó de USD 52 millones a fines de abril a USD 160 millones el viernes”, agregaron en PPI, por lo que consideraron que con la liquidación de la cosecha gruesa traccionando, “hay espacio para que el stock de reservas netas siga mejorando”.
Por lo pronto, ayer el Banco Central compró USD 101 millones, con un volumen operado de unos USD 328 millones, lo que implica que una cifra por debajo del promedio de la semana pasada. De esta manera, la autoridad monetaria sumó compras por USD 1.208 millones según el cálculo actualizado diariamente por el corredor de cambios Gustavo Quintana, quien destacó que desde que asumió la nueva gestión.
El fortalecimiento de las reservas del Banco Central es una de las principales metas que observa el Fondo Monetario Internacional. El staff del organismo dio por aprobados los objetivos planteados para el primer trimestre del año. Reconoció, incluso que la performance fue que lo esperado de acuerdo a las metas establecidas.
“La prioridad sigue siendo afianzar el proceso de desinflación, reforzando al mismo tiempo las reservas y el balance del Banco Central. En la transición hacia un nuevo régimen monetario (con competencia de divisas), la política monetaria evolucionará para seguir anclando las expectativas de inflación y la política cambiaria se hará más flexible, al tiempo que se seguirán suavizando las restricciones y controles cambiarios a medida que las condiciones lo permitan”.