Lejos de la ilusión de principios de este siglo, cuando el país soñaba con alcanzar el “grado de inversión”, las calificadoras de riesgo elogiaron los primeros pasos dados por el gobierno de Javier Milei, pero aclararon que para mejorar la nota de la deuda del país se requieren más pruebas de un cambio sustentable en la economía.
Infobae dialogó con los estrategas de deuda soberana de las tres agencias más importantes del mundo: Standard & Poor’s, Moody’s y Fitch, sobre los primeros pasos del gobierno libertario, la pesada herencia que recibió y los riesgos que todavía corre de no poder cumplir con los pagos de la deuda en 2025 acordadps en años anteriores.
Por estas cuestiones respondieron Jaime Reusche de Moody’s, Joydeep Mukherji y Sebastián Briozzo de Standard & Poor’s y Todd Martínez de Fitch. Las tres firmas tienen a la deuda argentina en el anteúltimo escalón de sus calificaciones antes del default.
A coro, desde Nueva York todos los entrevistados se mostraron sorprendidos por la velocidad del ajuste fiscal, la rápida caída de la inflación y el compromiso presidencial con el proceso de cambios. Al mismo tiempo, reconocieron que –por la historia negativa del país con los mercados y los importantes desafíos múltiples y simultáneos- la moneda todavía está en el aire.
Desde Nueva York todos los entrevistados se mostraron sorprendidos por la velocidad del ajuste fiscal, la rápida caída de la inflación y el compromiso presidencial con el proceso de cambios
Además, admitieron que al Gobierno se le exigen varios objetivos al mismo tiempo, aunque puedan chocar entre sí: corregir las distorsiones previas y lograr una rápida reactivación “con escasos grados de libertad y muy pocas herramientas”.
Y consideraron que no será sencillo que el Fondo Monetario Internacional (FMI) aporte los dólares frescos suficientes como para salir del cepo y unificar el tipo de cambio si el capital privado -nacional y extranjero- no hace lo propio.
Al respecto, Jaime Reusche dijo que “el ajuste fiscal y monetario es sorprendente y bastante mayor que lo esperado en comparación a lo que se intentó en el gobierno de Macri”.
Complejo punto de partida
“El punto de partida en este caso es más complejo y por eso es más sorprendente el superávit fiscal de estos primeros meses y la gran mejora del balance del Banco Central”, alertó el estratega de Moody’s.
“El gobierno se planteó hacer un ajuste de 15 puntos este año y ya se ha dado una buena parte de esto”, sostuvo Reusche.
Sin embargo, “pese a este track record sigue siendo un equilibrio complejo de mantener y no está claro que se pueda evitar un default a fin de este año o en 2025. Existen riesgos por los crecientes pagos que podrían complicar las finanzas externas”, amplió el economista.
Si bien es positivo lo que pudo hacer el Gobierno, el país ha perdido credibilidad y por ese motivo hay dudas sobre la sustentabilidad del ajuste (Reusche)
“Si bien es positivo lo que pudo hacer el Gobierno, el país ha perdido credibilidad y por ese motivo hay dudas sobre la sustentabilidad del ajuste. Se ve más claramente que este gobierno tiene más voluntad que otros de repagar sus deudas y mantener este ajuste tan difícil, pero la pregunta es hasta qué punto lo podrá lograr”, agregó.
Acerca del pedido de fondos adicionales al FMI, Reusche sostuvo que “es más importante el ajuste desde la demanda doméstica que cualquier otro apoyo que pueda venir de otros acreedores”.
Y amplió su análisis: “La idea de poder refinanciar deudas previas ya lo vimos antes. Es más difícil contraer la demanda interna, porque tiene mucho más impacto sobre el ajuste. El cambio fuerte se está dando y es cuestión de mantener este ritmo y seguir este camino. Este mal track record te fuerza a hacer un ajuste más difícil”.
Las bases del escepticismo
En cuanto a la visión del mercado, el estratega de Moody’s sostuvo que “hay escepticismo por lo que pasó después de 2015, cuando entró una avalancha de capitales de corto plazo, cuando se abrió la cuenta capital; no tenían intención de invertir en la economía real. Ahora hay que buscar ese capital de mediano plazo”.
Sobre el liderazgo del presidente Javier Milei dijo Jaime Reustche “se ve un presidente más técnico, más convencido de lo que hay que hacer, con un dominio muy fuerte de los conceptos que debe perseguir”.
La parte política no estaba tan clara para los inversores, versus un presidente como Mauricio Macri que era más político pero tenía menos convencimiento.
Para Moody’s, Argentina tiene la nota CA, la penúltima en la escala (próxima a la cesación de pagos), “por las condiciones tan complejas que hay y la posibilidad de un default a fin de este año o 2025, aunque las perspectivas mejoraron por la baja en la inflación y del déficit fiscal más rápido de lo previsto”.
“Nuestra visión está cambiando pero requerimos de más tiempo para ver el ajuste. Que se alcance el equilibrio”, sentenció la evaluadora de riesgo soberano.
Acerca de la dolarización la calificadora destaca que “es mejor que haya quedado de lado, porque la prioridad ahora es recomponer las reservas del Banco Central y de las cuentas públicas. Creo que el presidente no lo descartó del todo, pero lo dejó para cuando la condición sea más favorable para eso”.
Es mejor que la dolarización haya quedado de lado, porque la prioridad es recomponer las reservas del Banco Central y las cuentas públicas (Moody´s)
Al comparar la situación local con economías dolarizadas como Ecuador y El Salvador, contó el estratega, ambos países “llegaron a dolarizar desde lugares muy diferentes: Ecuador desde un lugar de debilidad porque siempre se cuestionó la idea, mientras que El Salvador lo hizo desde un lugar de fortaleza, para recibir beneficios financieros”.
“Si uno tiene un tipo de cambio fijo debe ser muy cauto sobre todo en el balance fiscal y considerar que salir es más traumático”, precisó.
El analista aclaró que para mejorar la nota hace falta tiempo: “No es un tema de corto plazo; la credibilidad no se gana en semanas o meses. Se requiere que los resultados sean consistentes y eso se vuelve más difícil para un país que no tiene una buena historia generar credibilidad. Pero si se van dando los ajustes de una manera mejor a lo esperado no descartamos mejorar la perspectiva”.
Sobre la posibilidad de volver a salir al mercado voluntario de deuda, dijo el referente de Moody’s: “Puede ser un arma de doble filo; salir a los mercados es peligroso si antes no se logró un equilibrio sostenible. Pesa más la idea de mantener las políticas actuales que salir o no al mercado. No es una bala de plata que necesariamente ayude”.
Además, el analista de riesgo soberano se refirió a las condiciones externas: “Hay dos efectos importantes; la suba de las exportaciones agrícolas tras el año de sequía, y los proyectos de gas y petróleo que mejoran la balanza energética: con el ajuste del tipo de cambio ayuda a mejorar las cuentas externas”.
“Las condiciones globales son neutras, porque el precio de las materias primas está en niveles modestos, pero al mismo tiempo hay una demanda robusta, pero que está empezando a desacelerarse”, sostuvo Reusche.
Desde sus oficinas en Estados Unidos, los estrategas de S&P Sebastián Briozzo y Joydeep Mukherji afirmaron que, “más que la historia negativa del país, lo que pesa en el humor del mercado es la brutal herencia que dejó el gobierno de Alberto Fernández en diciembre pasado”.
“Hay un liderazgo que quiere hacer cambios, hay un plano para implementar los cambios, hubo cambios importantes en la política monetaria, el tipo de cambio y pasos alentadores en el plano político con la aprobación por la Cámara baja de la Ley Bases, aunque hay otros obstáculos en el Senado, pero en suma hubo avances parlamentarios”, observó Mukherji,
Hubo cambios importantes en la política monetaria, el tipo de cambio y pasos alentadores en el plano político con la aprobación por la Cámara baja (Mukherji)
“La pregunta que queda es si la sociedad puede tolerar el ajuste necesario porque nadie cree que será fácil y la calificación actual en CCC refleja esa vulnerabilidad, ya que el Gobierno debe avanzar en todos los frentes porque no hay margen de maniobra ni colchones”.
De todos modos, ambos estrategas de S&P reconocieron que “se vislumbran mejoras en el horizonte y hay que reconocer los logros difíciles de este gobierno, pero queda mucho camino para para cubrir”.
“Obviamente hay muchas tareas por delante y hay muchas preguntas que tenemos respecto de la sustentabilidad de medidas y hacen falta herramientas adicionales pese a que está clara la voluntad oficial de solucionar los problemas macroeconómicos”, precisó Briozzo.
Hay muchas tareas por delante y hay muchas preguntas que tenemos respecto de la sustentabilidad de medidas y hacen falta herramientas adicionales (Briozzo)
“El país no tiene acceso a fuentes de financiamiento externo, la actividad económica está en una situación muy difícil y hay otras limitaciones”, agregó Briozzo.
Por este motivo, consideraron los economistas de S&P que no será fácil volver al mercado internacional de deuda voluntaria después de haber salido del mapa de los inversores durante la crisis del 2018. “La tasa de riesgo bajó pero todavía sigue siendo muy alta; los mercados tienen sus propias perspectivas y esperan ver si el país supera determinado umbral de reformas”, aclaró Mukershi.
“Por la trayectoria fiscal es posible que haya una recuperación en los últimos meses del año, a partir de más señales de confianza”, sumó Briozzo.
En este contexto, admitieron los estrategas que no será sencillo que la Argentina salga de su nota de CCC en la medida que todavía las reservas del Banco Central son bajas, aparecen pagos fuertes en el horizonte y las tasas para el país todavía son muy altas para volver al mercado.
Por este motivo, al igual que sus pares, en S&P no descartan que pueda haber un evento de reestructuración forzada de los compromisos externos del país
“Una combinación recursos del FMI y recursos bilaterales oficiales y privados a partir del progreso de las reformas puede comprar un poco de tiempo, pero no necesariamente cambiar la situación de fondo si no existe la percepción del mercado de que los logros se van a mantener y van a continuar”, observó la evaluadora de riesgo soberano.
Acerca del perfil del Gobierno de Milei destacaron que la pregunta relevante es si, ¿Con minoría en ambas cámaras legislativas, el Poder Ejecutivo puede avanzar en su agenda de reformas económicas?
Se vuelve a hablar de a poco de la Argentina nuevamente en los foros globales por el impulso de Milei y del equipo económico para mejorar las cuentas fiscales y aumentar las reservas del BCRA (Mokherji - Briozzo)
Luego de seis años de ausencia, los economistas señalaron que se vuelve a hablar de a poco de la Argentina nuevamente en los foros globales por el impulso de Milei y del equipo económico para mejorar las cuentas fiscales y aumentar las reservas del BCRA. Esta reaparición, aclaró Joydeep Mokherji, se da “en un contexto tal vez neutro, pero un poco alentador porque las tasas de interés globales están por encima del mejor período de liquidez previo al 2018.
“Es un momento de vacas ni muy gordas ni flacas y hay oportunidades en el petróleo y el gas natural y claramente está la voluntad del gobierno de Estados Unidos, el FMI y otras instituciones de Occidente están dispuestas a ayudar el nuevo gobierno”, señaló Briozzo.
“El mundo el mundo reconoce las ventajas que Argentina tiene materia de hidrocarburos y minería, que los recursos humanos del país siguen siendo un valor agregado del país”, concluyó.
Por su parte, Todd Martínez de Fitch contó que “hasta ahora Milei nos ha sorprendido positivamente; en la campaña teníamos una imagen buena por sus ideas firmes, pero había ciertas dudas sobre su capacidad de ejecutar como Presidente. Sin embargo, lo que hemos visto hasta ahora es alguien que mantiene la personalidad que lo llevó al poder, pero con más pragmatismo”.
“Dolarizar la economía habría sido una fuente de mayor incertidumbre y turbulencia en el plano financiero. A la vez, se entiende que aunque el ¨Presidente haya planteado en campaña que quería bajar impuestos ahora tenga que subirlos o mantenerlos por la necesidad de alcanzar el superávit fiscal”, resaltó Martínez.
Se entiende que, aunque el Presidente haya planteado en campaña que quería bajar impuestos, ahora tenga que subirlos o mantenerlos por la necesidad de alcanzar el superávit fiscal (Martínez)
El estratega de Fitch ponderó el superávit fiscal de los primeros meses del año y la normalización parcial de la política monetaria, pese a la vigencia del cepo, que, pronosticó, no se levantará este año.
“No vemos que este año pueda haber dinamismo en el consumo por la caída de los salarios y las jubilaciones; la recuperación económica debe venir por el lado de la confianza, algo que es difícil. Por eso no esperamos una recuperación rápida de la economía en forma de ‘V’”, precisó Martínez.
El analista coincidió con sus pares en las escasas chances de que el FMI aporte los USD 15.000 millones pretendidos por el Gobierno para acelerar el levantamiento del cepo. “El Gobierno está buscando acumular un colchón mucho más fuerte de dólares para poder quitar el cepo de forma más saludable o sin muchos riesgos de inestabilidad financiera. La forma de hacerlo es mantenerlo durante más tiempo con buenas políticas fiscales”, precisó.
“Tampoco al FMI le conviene prestar dinero sin condiciones”, agregó Todd Martínez.
Sobre la calificación de Argentina (CC, según Fitch), dijo que, para subirla Argentina tiene que demostrar que no caerá en otra reestructuración forzada de sus bonos soberanos.
“Dado el progreso impresionante que hemos visto hasta ahora tal vez lo logre, pero mantenemos la cautela porque si bien el Gobierno acumuló dólares, lo hizo en un contexto de recesión económica y de cepo. Así que tenemos que ver si puede seguir en este camino una vez que se saquen las restricciones financieras”, concluyó el estratega.