Cada vez es más común ver largas filas de autos esperando para cargar en las estaciones de servicio. Pasa cuando se sabe de antemano que hay un aumento inminente, pero también ocurre en horas pico y en zonas con poca cobertura de bocas de expendio.
El problema, más allá de la fuerte demanda que genera una suba o los rumores de desabastecimiento, es que cada vez hay menos estaciones de servicio en relación a la cantidad de autos que circulan por el país. Según datos de la Secretaría de Energía, la cantidad de estaciones de servicio ha aumentado un 6,5% en la última década, pero el incremento no ha sido proporcional al crecimiento del parque automotor, que trepó 35,3% en el mismo período, es decir cinco veces más.
En la actualidad, detallaron desde el sitio Surtidores, operan 5.288 puntos de venta habilitados en todo el país. De esta cifra, 3.213 se dedican exclusivamente a la venta de naftas y gasoil, mientras que 1.474 ofrecen tanto combustibles líquidos como GNC. Además, 588 se especializan solo en gas, 12 cuentan con cargadores eléctricos y solo 3 combinan los derivados tradicionales con surtidores de GLPA. En tanto, el parque automotor es actualmente de 17.824.207 unidades -según la Dnrpa-, lo que significa que hay 3.370 vehículos por cada estación de servicio que hay en la Argentina.
Hace diez años la relación era muy diferente. Los datos de la Dirección Nacional de los Registros de la Propiedad del Automotor (Dnrpa) indican que había 13.171.695 vehículos en Argentina, contra unas 4.965 estaciones de servicio. Por lo tanto, había una relación de 2.652 vehículos por cada estación.
En síntesis, cada vez hay más rodados en relación a la cantidad de bocas de expendio disponibles. “Esta disparidad plantea interrogantes sobre si la cantidad actual de expendedoras es suficiente para satisfacer la demanda del mercado de manera eficiente”, plantearon desde el sitio Surtidores.
“La intervención del Gobierno en los precios de los combustibles líquidos fue una de las razones que causó la debacle del sector durante los últimos años e impidió su desarrollo”, agregaron.
Caen las ventas
En base al escenario planteado, es lógico pensar que las ventas de las estaciones de servicio van siempre en ascenso. En el largo plazo eso puede ser cierto, pero en el corto plazo se pueden encontrar fluctuaciones en base a la evolución de la coyuntura económica. En este caso, los últimos datos publicados por la Secretaría de Energía muestran que las ventas de nafta y gasoil cayeron en marzo 12,1% respecto del mismo mes del año anterior. Fue la caída más fuerte de los últimos tres años según un informe de la consultora Politikon Chaco.
Este fue el cuarto mes consecutivo con ventas en baja, tendencia que coincide con el inicio de la liberación de los precios que definió el Gobierno en diciembre pasado. Desde ese momento hasta hoy, los valores en boca de expendio tuvieron un aumento que supera el 150 por ciento en todos los combustibles.
En el total del primer trimestre, los estacioneros cerraron con ventas totales a nivel nacional por 4,2 millones de metros cúbicos, 7,4% por debajo del mismo periodo de 2023 y 3,2% de retracción respecto al 2022. No obstante, el reporte arrojó que el volumen de ventas se encuentra por encima de los primeros trimestres de 2019, 2020 y 2021, lo que confirma que en el largo plazo la tendencia sigue siendo creciente.
“Observando por tipo de combustible, las ventas acumuladas de las naftas exhiben una contracción del 6,8% contra el primer trimestre 2023, mientras que en el caso del gasoil la caída es del 8,2%”, detallaron desde la consultora.