El paro nacional que realiza la CGT este jueves le costará a la actividad económica más de 500 millones de dólares, según estimaciones que hizo el Gobierno nacional y también desde el sector privado.
Para eso se estimó cuál sería un nivel razonable de adhesión a la huelga general en los distintos sectores productivos de la economía. “El cálculo tomando el PIB mensualizado estimado a hoy y haciendo supuestos de adhesión que consideramos razonables daría unos USD 520 millones diarios de costo”, aseguraron desde el equipo económico.
Un cálculo hecho por el economista Fausto Spotorno junto con la UADE puso ese número en torno de los USD 544 millones. “Según la estimación preliminar del Instituto de Economía de UADE, el costo económico que implica el paro general este 9 de mayo de 2024 sería de $489.272 millones o USD 544 millones. Esta cifra equivale al 1,1% del PIB de mayo o el 24,3% de lo que se hubiera producido en el día. Este cálculo asume que no todos los sectores y regiones perderán por igual durante el paro, y que incluso, el 20,1% de lo inicialmente perdido se recupera dentro del mes”, explicaron desde ese centro de estudios.
“El cálculo tomando el PIB mensualizado estimado a hoy y haciendo supuestos de adhesión que consideramos razonables daría unos USD 520 millones diarios de costo”, aseguraron desde el equipo económico
“Para el cálculo de este impacto se estimó el efecto en cada uno de los sectores económicos basado en eventos similares en el pasado. Algunos sectores prácticamente no sufren ningún impacto y otros lo recuperan rápidamente. Sin embargo, hay otros sectores y empresas que sufren pérdidas irrecuperables y otros que, si bien pueden recuperar gran parte de lo perdido, lo harán en un plazo mucho más largo. Por eso, es que este cálculo se hizo de sector a sector”, mencionaron desde el Instituto de Economía de la UADE.
“En esta estimación sólo se tomaron las pérdidas directas, netas de las recuperaciones que se darán dentro del mes. Así, por ejemplo, el comercio recuperará un 35% y restaurantes el 0% de lo que no se venda. En este sentido, los sectores que explican la mayor parte del impacto negativo, es el sector de industria manufacturera y el de la construcción. Ambos sectores, perderán producción que será difícil de recuperar o que se lo hará con mayores costos”, concluyeron.
El mayor impacto se produciría sobre los sectores productores de servicios, que de los 544 millones de dólares que estimó la UADE, absorberían unos 277 millones de dólares. Enseñanza, servicios de salud y servicios sociales representarían unos 90 millones de dólares, unos $81.000 millones. Le siguen el comercio con 56 millones de dólares, intermediación financiera con 43 millones de dólares, entre otros.
Dentro de los productores de bienes, el impacto total sería de 175 millones de dólares, concentrado mayormente en la industria manufacturera que se llevaría la peor parte, con unos 110 millones de dólares, casi 100.000 millones de pesos. La construcción resignaría, por su lado, unos 50 millones de dólares.
“Algunos sectores prácticamente no sufren ningún impacto y otros lo recuperan rápidamente. Sin embargo, hay otros sectores y empresas que sufren pérdidas irrecuperables y otros que, si bien pueden recuperar gran parte de lo perdido, lo harán en un plazo mucho más largo”, indicaron desde la UADE
Las principales cámaras empresarias salieron a rechazar la huelga general. La Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), dijo que “la medida anunciada resulta injustificada y por demás inoportuna”. “Resulta llamativo que a cinco meses de la asunción del actual Gobierno Nacional ya se lleve a cabo un segundo paro general, cuando durante los cuatro años del anterior período presidencial –mientras muchos de los males señalados se incubaban– no hubo siquiera una sola protesta de estas características. Es dable destacar que el panorama económico y social de entonces lejos estaba de ser idílico: el aumento de la pobreza y la cuadruplicación de la tasa de inflación entre 2019 y 2023 son tan solo dos muestras de ello”, indicaron.
Por su parte, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), que representa a pequeñas y medianas empresas industriales y comerciales, aseguró que “la caída de la demanda, que repercute seriamente en el comercio y la producción industrial pyme, se vería aún más agravada en un escenario de fábricas y locales cerrados durante toda la jornada, lo que generaría cuantiosas pérdidas económicas adicionales para el sector”.
“CAME es consciente de las dificultades que atraviesa el país. Por eso mismo sostiene que las pymes necesitan trabajar para hacer frente a sus obligaciones financieras y mantenerse como las principales generadoras de empleo registrado en Argentina”, concluyeron.