El Banco Central de la República Argentina (BCRA) colocó hoy, en su séptima licitación, USD 1.709 millones de la Serie 3 de los Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre (Bopreal). El monto total acumulado de la especie alcanzó así los USD 2.905 millones, según comunicó la entidad. “Como fuera comunicado oportunamente, en esta licitación se habilitó por primera vez la participación a personas jurídicas que quisieran distribuir utilidades y/o dividendos a accionistas no residentes, concepto que precisaba de la conformidad previa del BCRA para el acceso al Mercado Libre de Cambios (MLC) desde septiembre de 2019″, recordó la autoridad monetaria.
De acuerdo al comunicado que difundió, se recibieron posturas por USD 69 millones de empresas con deudas por importaciones y USD 1.640 millones para giro de utilidades. Con esta subasta, el BCRA colocó casi el monto máximo de las tres Series: la Serie 1 había completado el cupo de USD 5.000 millones y la Serie 2 el de USD 2.000 millones. “De esta forma, se viene logrando reducir significativamente las deudas pendientes con el exterior por medio de un instrumento novedoso que permite, a su vez, absorber una cantidad importante de pesos en circulación, contribuyendo a la reducción de la emisión endógena de dinero”, afirmó el Banco Central.
La semana próxima se realizará una nueva subasta de la Serie 3 por el remanente de los USD 95 millones pendientes de colocación.
La colocación a las empresas para girar dividendos tiene una particularidad ya que, a principios de esta semana, el Gobierno extendió mediante un decreto presidencial el impuesto a las compras de divisas para la repatriación de utilidades y suscripción de bonos especiales, citando el objetivo estimular la inversión nacional y asegurar un camino fiscal sostenible.
Con esta subasta, el BCRA colocó casi el monto máximo de las tres Series: la Serie 1 había completado el cupo de USD 5.000 millones y la Serie 2 el de USD 2.000 millones
Las utilidades y dividendos están trabadas por el cepo y se requieren de decisiones del Banco Central para habilitarlas. Recientemente, el BCRA autorizó el pago de dividendos y giro de utilidades a través del bono diseñado para importadores pero sólo por esa vía, cuyo primer paso se concretó en la operación de hoy. La extensión del alcance del impuesto permite especular con una relajación de las normas cambiarias en el futuro cercano.
Con la ampliación, el gobierno de Javier Milei, junto con el ministro de Economía Luis Caputo y el jefe de Gabinete Nicolás Posse, buscó reforzar los incentivos a la inversión dentro del país. El decreto estableció una alícuota del 17,5% aplicable a la compra de divisas destinadas a la repatriación de inversiones de portafolio de no residentes y a la distribución de utilidades y dividendos. Además, se aplica el mismo porcentaje a quienes adquieran Bopreal con fines similares.
Según el texto de la norma, la medida responde a la necesidad de “continuar profundizando los incentivos a la inversión nacional que estimulen la producción y la realización de actividades económicas en el país, garantizando un sendero fiscal sostenible”. Esta declaración encapsula el objetivo central del Gobierno al reformar el impuesto: fortalecer la economía interna mediante la promoción de la inversión y el control de la fuga de capitales.
A través del inciso en el Título III del Decreto N° 99 del 27 de diciembre de 2019, que incorpora la nueva norma, se precisa que tanto la distribución de utilidades y dividendos como la repatriación de inversiones de portafolio quedan sujetas a este impuesto. La medida es efectiva para todas las transacciones de este tipo realizadas desde el 1° de septiembre de 2019.