Un puñado de inversiones direccionadas a la producción y al financiamiento de empresas permitirá a quienes ingresen al blanqueo que tiene media sanción y que se debate en el Senado no pagar ningún costo ni impuesto especial por exteriorizar sus activos. En la exteriorización de activos de 2016 durante el gobierno de Cambiemos también hubo alternativas de este tipo, que incluyó la opción de compra de bonos del Tesoro que luego cayeron en desgracia.
El blanqueo que está estipulado en el paquete fiscal que comenzó a debatirse en comisiones de la cámara alta esta semana establece que por activos de hasta USD 100.000 no se aplicará ninguna alícuota. Es decir, estarán fuera del esquema de tasas progresivas de 5%, 10% y 15%, que la AFIP cobrará a quien ingrese según la etapa de la exteriorización en que los contribuyentes se adhieran. El escalonamiento, siendo más barato cuanto antes se formalice, está planeado para empujar a un ingreso temprano.
La primera etapa va desde la sanción de la ley hasta el 30 de septiembre. A diferencia de aquel gran blanqueo de 2016 y 2017, en este caso en el Poder Ejecutivo prefieren no arriesgar una cifra estimada de exteriorización de activos. Durante esos años se llegó a proyectar un monto de USD 70.000 millones aproximadamente, pero terminó siendo de USD 116.800 millones.
Más allá de eso, el Gobierno busca dar como incentivo adicional distintas opciones para que el blanqueo no pague ningún impuesto especial. Hay dos caminos para conseguir que el blanqueo sea gratuito. Una es que el monto a exteriorizar sea menor a los 100 mil dólares. Esos fondos no tendrán restricciones de movimiento una vez blanqueados.
La primera etapa va desde la sanción de la ley hasta el 30 de septiembre. A diferencia de aquel gran blanqueo de 2016 y 2017, en este caso en el Poder Ejecutivo prefieren no arriesgar una cifra estimada de exteriorización de activos
La segunda vía es para las declaraciones juradas que implique un blanque superior a esa cifra. También es posible pagar 0% de alícuota de impuesto especial bajo ciertas condiciones. Para ello, habrá que dejar depositado el dinero exteriorizado en una cuenta bancaria especial y dejando el dinero hasta el 31 de diciembre de 2025. Si el contribuyente decidiera retirar esos fondos antes de esa fecha, pagará un 5% de retención como pago único.
También podrán estar incluidos en ese blanqueo sin costo quienes utilicen el dinero exteriorizado para realizar una serie de inversiones que reglamentará el Ministerio de Economía, pero cuyos lineamientos centrales ya se conocen por el articulado de la ley.
Los dos incisos del proyecto indican que será gratuito el blanqueo para “la adquisición de certificados de participación o títulos de deuda de fideicomisos de inversión productiva, de acuerdo a las reglas que fije la reglamentación”, por un lado. Y también “la suscripción o adquisición de cuotapartes de fondos comunes de inversión que cumplan con los requisitos exigidos por la reglamentación y que se mantengan bajo la titularidad del contribuyente hasta el 31 de diciembre de 2025″.
También estipularon que el Poder Ejecutivo Nacional “podrá adicionar otros destinos a los previstos anteriormente, que tengan por finalidad incentivar la inversión productiva en el país o fomentar el crédito a las empresas que operan en el país”.
No es la primera vez que una iniciativa de este tipo -blanqueo para el fomento de ciertas inversiones productivas- aparecen en un proyecto de exteriorización de activos. En el blanqueo macrista hubo otras vías para hacer gratis la operación: la compra de un Bonar a 2019, que llegó a su finalización, y un Bonar 2023 con un 1% de tasa de interés anual, que fue reestructurado en 2020 durante el gobierno de Alberto Fernández. “Para los que optaron por el bono de 7 años después fue un gran problema”, recuerda ante Infobae Sebastián Domínguez, de SDC Asesores Tributarios.
También podrán estar incluidos en ese blanqueo sin costo quienes utilicen el dinero exteriorizado para realizar una serie de inversiones que reglamentará el Ministerio de Economía
“Los 100 mil dólares son gratis. El excedente a 5% es un costo bajo por lo cual hay que ver si es conveniente evitar el impuesto y quedar sujeto a esos destinos (de inversión) con los riegos que pueden tener. Puede ser mejor pagar el impuesto y después disponer de los fondos para cualquier otro tipo de inversión”, consideró Domínguez.
Su colega Marcelo Rodríguez (MR Consultores), indicó que “la ventaja central a diferencia de 2017 es que vos podés blanquear cualquier cantidad de dinero, 10 millones de dólares si querés, ya sea efectivo en el país o en el exterior, en una cuenta especial, pagás 0% pero más allá de dejarlo hasta 2026 en cualquier momento si querés disponer el dinero, sacás la plata y el banco retiene el 5%, se llama retención en ‘caracter único y definitivo’. Es lo más jugoso y original del blanqueo”, consideró.
En tanto, Florencia Fernández Sabella, socia de LFS Tax, mencionó, respecto a ese pago de 5% por única vez si se anticipa el retiro de fondos, que “esto funciona así porque el dinero en efectivo sólo es susceptible de ser declarado en la Etapa 1 (no durante toda la duración del blanqueo) y por lo tanto la persona que esté en esta situación y necesite la exteriorización deberá estar atenta a ejecutar los pasos necesarios apenas la ley se apruebe y reglamente”, explicó.
Además de esos dos bonos a 3 y 7 años para esquivar el impuesto especial, el blanqueo de Cambiemos había incluido la opción de invertir en Fondos Comunes de Inversión que direccionen los fondos a “proyectos de infraestructura, inversión productiva, inmobiliarios, energías renovables, pequeñas y medianas empresas, préstamos hipotecarios actualizados por Unidad de Vivienda (UVI), desarrollo de economías regionales y demás objetos vinculados con la economía real”. El ministerio que conduce Luis Caputo, en la reglamentación, deberá dejar en claro si este tipo de alternativas volverán a estar presentes. Incluso si habrá otra ventana para financiamiento al Tesoro por la vía de bonos.