La crisis económica arrasa con fuerza en todos los sectores de la economía, incluyendo a los “pesos pesados” del Producto Interno Bruto (PIB). Sin ir más lejos, los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) reflejan una dura caída interanual del 21,2% en la producción industrial durante el mes de marzo, en lo que fue el peor resultado desde la salida de la pandemia.
De hecho, las dieciséis divisiones de la industria manufacturera presentaron caídas interanuales. En orden a su incidencia en el nivel general, se registraron caídas en “Alimentos y bebidas”, 14,2%; “Maquinaria y equipo”, 37,9%; “Industrias metálicas básicas”, 34,0%; “Productos minerales no metálicos”, 35,8%; “Otros equipos, aparatos e instrumentos”, 42,8%; “Madera, papel, edición e impresión”, 19,3% y “Muebles y colchones, y otras industrias manufactureras”, 40,4%.
También se redujo el nivel de producción de “Vehículos automotores, carrocerías, remolques y autopartes”, 25,2%; “Productos de metal”, 24,6%; “Productos de caucho y plástico”, 23,3%; “Prendas de vestir, cuero y calzado”, 21,3%; “Sustancias y productos químicos”, 4,8%; “Productos textiles”, 25,1%; “Productos de tabaco”, 20,2%; “Refinación del petróleo, coque y combustible nuclear”, 4,0%; y “Otro equipo de transporte”, 19,8%.
De esta forma, la industria manufacturera cerró el primer trimestre del año con una preocupante caída del 14,8%. Además, el sector lleva diez meses consecutivos con resultados negativos. La última vez que se registró crecimiento en la rama industrial fue en mayo de 2023, cuando la actividad mejoró 1,1% en relación al año anterior. A partir de entonces los datos mostraron siempre un retroceso, que se fue profundizando con el correr de los meses.
Por si fuera poco, las perspectivas para el corto plazo no son las mejores. Recientemente Infobae consultó a varios empresarios de diversos sectores industriales y coincidieron en que, si se observa algún atisbo de recuperación, será recién para finales de este año, ya que no sólo debe mejorar el salario real para que vuelva a traccionar el mercado interno, sino que también debe mejorar la competitividad para exportar, que en los últimos meses se vio afectada por la estabilidad del dólar y la aceleración inflacionaria.
La construcción
La actividad de la construcción se contrajo 42,2% en marzo en comparación a igual mes del año pasado, con lo que cerró el primer trimestre con una fuerte baja del 30,3%. Además, el sector acumula cinco meses consecutivos de caída y cerró con números “en rojo” en once de los últimos doce meses.
Para llegar a ese resultado, el Indec midió el nivel de demanda de los principales materiales utilizados por el sector. Ninguno de los ítems relevados en el informe logró resultados positivos en ese período y algunos incluso sufrieron caídas superiores al 50%. La baja más significativa se produjo en el asfalto, cuyo nivel de demanda se contrajo un 69,2%. Le siguieron en orden descendente el hierro redondo (-54,3%), las placas de yeso (-53,8%) y el yeso (-46,6%), entre otros.
En paralelo, el organismo informó que se desplomó 11,6% la mano de obra formal del sector y se redujo 12,1% la superficie autorizada para nuevas obras, aunque en ese caso ambos resultados corresponden al mes de febrero.
La retracción en el sector de la construcción no sorprende, teniendo en cuenta que el Gobierno nacional decidió eliminar el financiamiento para la obra pública, manteniendo sólo en funcionamiento la terminación de proyectos que ya están empezados y han cumplido con los plazos establecidos por contrato. También la construcción privada ha sufrido un retroceso durante los últimos meses, lo que se confirma con los resultados de venta de algunos materiales, como el cemento en bolsa, que se asocia usualmente a la actividad privada.