Caputo afirmó que la postergación de los aumentos en la luz y el gas busca no cargar con más “gastos a la clase media”

El ministro de Economía resaltó que el Gobierno está cómodo con los números fiscales, por lo que priorizaron bajar la inflación y pausaron la quita de subsidios

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Al Gobierno le preocupa del
Al Gobierno le preocupa del impacto de las tarifas en la clase media. EFE/David Fernández

Estamos cómodos en lo fiscal, priorizamos bajar la inflación y no cargar más con gastos de momento a la clase media”, escribió esta mañana en su cuenta oficial de la red social X el ministro de Economía, Luis Caputo, para explicar las razones detrás de las postergaciones de los aumentos previstos para mayo en luz, gas, colectivos e impuesto a los combustibles que se anunció este martes.

En el equipo económico del Gobierno estiman que la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec se ubicará por debajo del 10% mensual por primera vez en cinco meses. Es por eso que la desición oficial para sostener la desaceleración fue postergar subas.

En la Secretaría de Energía, conducida por Eduardo Rodríguez Chirillo, habían adelantado a este medio que los mecanismo de actualización mensual que debía comenzar a regir desde hoy para sostener en términos reales los ingresos de las distribuidoras y transportistas estaban suspendidos. Representaban un impacto de cercano al 5% en las facturas finales de electricidad y de gas, mucho menores al 150% y 450%, respectivamente, que acumularon desde enero.

Caputo busca sostener la baja
Caputo busca sostener la baja de la inflación para llegar a un dígito. REUTERS/Agustin Marcarian

Lo mismo sucedió con la actualización del impuesto a los combustibles (ICL) que Alberto Fernández mantuvo congelado dos años. La resolución de Energía contemplaba que se aplicará sobre el tributo una suba equivalente a la inflación del último trimestre del 2023, impactada por la inflación. Si las petroleras -YPF, Shell, Axion, y Puma Energy- trasladaban eso a los surtidores la nafta y el gasoil iban a subir al menos 8 por ciento.

La suba será “diferida” a junio a través de un decreto que se publicará en breve en el Boletín Oficial. Las refinadoras aplicaron el incremento del 2% mensual por el ritmo de deslizamiento del tipo de cambio oficial y otro tanto para avanzar en el camino hacia los precios internacionales.

En el Ministerio de Economía confirmaron ante la consulta de Infobae que tampoco habrá incremento en el boleto de colectivos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). La Secretaría de Transporte estaba habilitada por resolución a subir la tarifa a partir de abril en base a la inflación del último bimestre que no se aplicó. El IPC subió 51,6% en 2024 y el boleto mínimo seguirá en $270 para quienes tengan su SUBE registrada. La diferencia sería reconocida a las empresas con un nuevo cuadro tarifario que reconocerá más subsidios. El pasaje de tren sí subirá el 6 de mayo casi 54 por ciento.

El objetivo del Gobierno con estas definiciones es apuntalar la desaceleración de la inflación desde el 25,5% de diciembre, el 20,6% de enero, el 13,2% de febrero y 11% de marzo. En el equipo económico ubican la variación de abril en un dígito por primera vez en cinco meses. La interanual seguirá cerca del 300 por ciento.

El peso del gasto en
El peso del gasto en los servicios públicos (luz, gas, agua y transporte) en el ingreso de los hogares más que se duplicó en los últimos cinco meses.

El peso del gasto en los servicios públicos (luz, gas, agua y transporte) en el ingreso de los hogares más que se duplicó en los últimos cinco meses, según detalló un trabajo de Fundación Capital.

“Todo esto, frente a una inflación en el mismo período de 112% y salarios que habrían aumentado sólo un 96% (estimado). En este marco, el peso del gasto en servicios públicos en el AMBA (promedio ponderado) sobre el ingreso promedio de los asalariados registrados (RIPTE) se ha más que duplicado en los últimos cinco meses, pasando de un 4,6% en diciembre a un 10,8% en la actualidad. Vale mencionar, que si bien el peso de estos servicios se incrementó de forma generalizada, en los hogares de menor poder adquisitivo el impacto fue superior”, comentaron.

En detalle, dentro del segmento de menor poder adquisitivo (N2, ingresos de hasta 1 Canasta Básica Total - CBT), para un hogar conformado por dos salarios mínimos ($405.600) el gasto en servicios públicos habría alcanzado al 13,4% de su ingreso en abril en el AMBA. Es decir, más que triplicándose frente al 4,5% que representaba en diciembre.

Si el mismo contará únicamente con un salario mínimo y una AUH y tarjeta alimentar ($300.000), el pago de servicios públicos hubiese alcanzado el 18,2% del ingreso familiar, frente al 7% que representaba a fin del año pasado.

Por su parte, un hogar que cuenta con un único ingreso similar al promedio de la economía ($790.000 estimado abril) habría destinado el 9,7% de su salario (vs. 4% en diciembre previo).

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