La nota de la semana que terminó y que se proyecta sobre la que comienza hoy, es la fuerte caída de todos los bonos CER al tiempo que aparecen en el mercado las ofertas de crédito UVA, que también van atadas al costo de vida.
La razón es que el mercado tiene ahora arraigada la convicción de que habrá una caída destacada de la inflación. Por eso, los inversores comenzaron a salir de los bonos y Letras CER para volcarse a los de tasa fija. Para ellos tener una Letra de Capitalización (LECAP) que rinde poco más de 4% mensual, le gana a un bono a largo plazo que cotiza por el índice de precios. Todo esto, descontando que el dólar no dará ningún salto brusco.
Esta ecuación hizo que los bonos CER pierdan el viernes hasta más de 5% aunque siguen siendo una de las inversiones más rentables en lo que va del año porque acumulan ganancias de más de 80%.
Según el trader de Invertir en Bolsa Nicolás Cappella “esto es relevante porque si comienza pricearse eso, las salidas de los bonos CER, comienzan a ser relevantes. Porque si vamos a un mercado sin cepo, la curva CER no puede rendir negativa, sino que debería estar en niveles más parecidos a los de la curva soberana. Por lo tanto, si el mercado apuesta a este escenario, las paridades de los bonos CER pueden sufrir más todavía”.
“Las salidas de los bonos CER comienzan a ser relevantes. Si vamos a un mercado sin cepo, la curva CER no puede rendir negativa y debería estar en niveles más parecidos a los de la curva soberana” (Nicolás Cappella, Invertir en Bolsa)
Adcap Grupo Financiero ve una oportunidad en los bonos duales que ajustan por inflación o devaluación. Estos bonos estuvieron demandados con excepción del que vence en junio, que fue demandado en la semana y “son una buena alternativa dentro del extremo frontal de la curva de bonos vinculados a la inflación”.
Los bonos soberanos lograron interrumpir tres ruedas consecutivas de baja. Las subas no fueron destacadas, pero lograron que el riesgo país ceda 21 unidades (-1.7%) y cerrara en 1.210 puntos básicos.
La consultora 1816 confirma lo que entusiasma al mercado y señala que la inflación núcleo mensual, que en marzo perforó los dos dígitos, “parece rondar el 5% en abril (algunas mediciones dan bastante menos y la mayoría dice que punta a punta los números son aún mejores), lo que refleja que, al menos hasta aquí, la combinación de ajuste fiscal (con superávit financiero), ancla cambiaria y desplome de actividad (”no hay plata”) fue suficiente para desinflar (no se necesitó la reforma monetaria). ¿Y hacia adelante? El Banco Central confía en que puedan achicarse los márgenes empresarios, consolidando el proceso”.
Cosecha retrasada
La consultora F2 de Andrés Reschini ve con preocupación “el atraso en la cosecha, producto del mal clima, sumado al bajo precio internacional de la oleaginosa (´por la soja) que provocan un estancamiento del volumen de liquidaciones en un nivel inferior al de la primera semana de febrero. mientras que se va notando un crecimiento en las cantidades demandadas por privados con acceso al tipo de cambio oficial y todo esto ralentiza el ritmo de acumulación de reservas de BCRA. Es de esperarse que en la medida que vayan mejorando las condiciones climáticas, la cosecha retome el ritmo y veamos incremento en las liquidaciones”.
Como dato a favor, F2 señala que “la fuerte caída en las mediciones de inflación de alta frecuencia juega a favor y habrá que ver el desenlace del tratamiento de la Ley Bases y el paquete fiscal, dos herramientas de carácter estratégico clave para lograr éxito en el anclaje de expectativas a largo plazo”.
La consultora EconViews ve que “el Gobierno tiene muchos objetivos. Por un lado, el “Mileismo” puro siempre mira la cantidad de dinero como una variable clave y la menor tasa significará menor emisión por intereses en el Banco Central y una aceleración en el proceso de limpieza de su balance. Al ser la tasa negativa en términos reales, los pasivos remunerados caen como porcentaje del PBI”.
“La baja de tasas es compatible con un cepo que va a tener más vida de la que creíamos hace unos meses” (Econviews)
El informe indica que ahora los bancos “tienen que empezar a tomar riesgo y volver a prestar. Muchas entidades ya empezaron. Y dos de ellas lanzaron créditos hipotecarios. Esto no será una palanca tan poderosa como para reactivar la economía, pero sin duda puede ayudar. Los préstamos al sector privado en la Argentina están en algo más de 4% del PBI. El único país de América Latina que tiene menos penetración del crédito es Haití. Los números hablan por sí solos”.
Sobre la baja de tasas EconViews opina que “es compatible con un cepo que va a tener más vida de la que creíamos hace unos meses. Si bien no descartamos que el Gobierno vaya por una baja adicional de tasas, nuestro escenario base es que se quede en 60% hasta que se abra la Caja de Pandora, es decir se eliminen las restricciones cambiarias. En nuestro criterio para abrir el cepo se necesitará una tasa real positiva (es decir mayor a la inflación) y un tipo de cambio competitivo si se quiere es evitar sobresaltos. Y, Lógicamente, la idea es que la apertura del cepo sea algo bueno. Por ese motivo vemos la tasa en 60%, que si baja la inflación será cada vez menos negativa, y luego un salto a 80% para poder abrir el cepo probablemente en el último cuarto del año”.
La visión de J.P.Morgan
J.P. Morgan, el banco más grande de Estados Unidos dio su visión. “La desinflación debería ayudar a la estabilización y a la mejora del poder de compra. Pero creemos que el combustible para que el crecimiento sea sustentable debe provenir de un shock de credibilidad”.
Más adelante indica que esto está condicionado “a la aprobación de los proyectos de ley que arrimarían cerca del 1% del PBI en ingresos adicionales.
Este shock podría estar relacionado con la telaraña de los controles al capital que, junto con la regulación y cambios legales, algunos de los cuales ya están en vigor, deberían ayudar a impulsar una recuperación de la inversión del sector privado desde los mínimos actuales. Así, mantenemos la previsión ce caída del PBI para todo 2024 en -3,6% con una baja de 1,2% en el último trimestre”.
Con este panorama que dieron las consultoras se puede advertir que el BOPREAL, bono emitido por el Banco Central para pagar a importadores, puede ser una de las inversiones atractivas. En la próxima semana habrá una licitación de la serie 3 con la novedad de podrán participar las empresas que tengan que pagar regalías o dividendos en el exterior. El mercado ve en esta medida un acercamiento a la salida del cepo. Pero lo más importante es que desde hoy todos estarán pendientes del tratamiento de la ley de bases y el paquete fiscal en diputados.