Una nueva cifra de expectativa de inflación futura que circula en el mercado muestra que los inversores se mantienen bastante en línea con el sendero de desaceleración que prevé el Gobierno de Javier Milei. Para el período abril-diciembre esperan que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec avance a un ritmo del 5,2% mensual promedio, aunque la salida del cepo cambiario está más lejos.
A diferencia de los relevamientos que realiza el Banco Central de la República Argentina (BCRA) y encuestas entre especialistas a cargo de privados, este dato no surge de ninguna consulta. Nace del riesgo que están dispuestos a asumir los inversores en el mercado. Nadie hace sus números y los comparte sino que las cifras permiten leer la visión por la que se juega cada operador cuando compra o vende un bono en pesos.
La vuelta de los bonos del Tesoro a tasa fija (Lecaps) implica que se pueda observar en tiempo real las expectativas de nominalidad de la economía a través de un indicador que se conoce como inflación implícita o “Break even”. El ejercicio es posible a través del cálculo de la tasa de inflación que dejaría indiferente a un inversor entre posicionarse en una Lecap y comprar un título ajustado por inflación (CER).
En definitiva, responde a la pregunta: ¿Cuánto tienen que pagar los bonos CER para rendir lo mismo que uno a tasa fija? (los rendimientos son esperados, no asegurados)
Un informe de GMA Capital, la firma conducida por Nery Persichini, detalló que con el rendimiento actual de la S31M5 (tasa fija) en 4,1% Tasa Efectiva Mensual y tomando el cierre del Boncer T2X5, se espera un IPC promedio de indiferencia entre abril y diciembre es de 5,2 por ciento.
“Desde GMA hacemos el ejercicio de tomar las estimaciones del BCRA para los dos primeros meses, y buscamos aquellas tasas mensuales que, de manera gradual, convaliden la inflación implícita entre la tasa fija y CER”, explicaron.
Un informe de Cohen resaltó: “Impulsados por la reducción de intereses, los bonos a tasa fija volvieron a ofrecer la mejor performance de las curvas en pesos. En la última semana, las lecaps ganaron un 4,0% y sus TEMs oscilaron entre 3,8% y 4,1%; en tanto que el TO26 ganó un 6,8% semanal y comprimió su TEM a 3,2%. Los bonos CER sufrieron un duro golpe y cayeron un 5,5% promedio a pesar de la fuerte intervención del BCRA para sostener la curva”.
“A estos niveles, la inflación promedio implícita es del 4,7% para lo que resta de 2024 y del 2,2% entre enero y octubre del 2025. Por su parte, la demanda por cobertura cambiaria sigue sin aparecer y en la semana los bonos dollar-linked ganaron 0,3% y los duales 0,7%. En lo que refiera al dólar oficial, los precios de mercado tienen implícito una devaluación nominal promedio del 5,1% m/m hasta septiembre del 2024, seguida por un 3,3% m/m hasta marzo del 2025 y por un 4,6% mensual hasta junio del 2025″, explicaron.
La trayectoria va en línea con el discurso ante inversores que dio Milei en la cena de la Fundación Libertad. Allí destacó que el ajuste del déficit del Tesoro y del BCRA profundizará la desaceleración, que comenzó desde el 25,5% mensual de diciembre y llegó al 11% en marzo.
“Tanto los analistas como el Fondo Monetario Internacional (FMI), cuando nosotros llegamos estaba esperando una inflación del 250 por ciento. En un caso optimista. Bueno hoy el Fondo espera que Argentina, la inflación este año cierre en 150 por ciento. Para que cierre en 150% de acá a fin de año la inflación promedio tiene que ser del 5 y medio. Es decir que hacia fin de año está claro que la tasa de inflación, dado donde arrancamos, va a estar bastante por debajo del 5 por ciento. Estamos terminando con la inflación”, afirmó el Presidente.
Los relevamientos de precios de las consultoras ubican a la inflación de abril por debajo del 9%, en una cifra después de cinco meses, aunque los ajustes en servicios públicos pueden empañar lo que publique el dato definitivo del Indec.
Ese proceso llevó al BCRA a decidir una nueva baja de 10 puntos porcentuales para llevar la tasa de política monetaria al 60% nominal anual, 82% efectiva, negativa en términos reales. Para la entidad continuar con la “licuadora” sobre sus pasivos remunerados es central a la hora de pensar en una eventual salida del cepo cambiario. Aunque el otro frente es sumar más reservas internacionales.
El equipo económico prefiere el “gradualismo” para el frente cambiario mientras sostiene un crawling peg del 2% mensual, lo que dejó al tipo de cambio real cerca de los niveles que tenía antes de la última devaluación. La curva de bonos en pesos atados a la inflación muestran que los inversores no creen en una pronta eliminación del cepo.
“Al respecto identificamos señales de que el levantamiento del cepo no estaría tan cercano como muchos creen. En concreto, a las tasas reales forward de la curva CER les lleva bastante tiempo regresar a terreno positivo. La idea detrás de este ejercicio es analizar el timing de una configuración razonable de márgenes reales que sea coherente con una situación de competencia de monedas sin restricciones. En otras palabras, para que el peso sea valorado por el mercado frente a alternativas, debería ofrecer una mayor recompensa real, ponderada por el riesgo cambiario”, advirtió GMA Capital.
En paralelo, el Gobierno todavía apuesta a convencer al FMI para que desembolse fondos frescos, en torno a los USD 15.000 millones, para ayudar a la salida del cepo. La red social X fue el canal que utilizaron en las últimas semanas el ministro de Economía, Luis Caputo, y su secretario de Finanzas, Pablo Quirno, para hacer la solicitud al organismo.