Apenas 15 días después de su primera reunión con los ejecutivos de las terminales automotices nucleados en ADEFA, el ministro de Economía, Luis Caputo, anunció una serie de rebajas de aranceles e impuestos orientados a aumentar la mejorar las condiciones de producción del sector automotor argentino. En aquella oportunidad, las fábricas argentinas de automóviles manifestaron su especial preocupación por la alta carga impositiva que tiene la industria nacional y la falta de competitividad que eso conlleva frente a los propios fabricantes de sus marcas en otros países. Las medidas, en general, no impactarán en una baja en los precios de los autos que se venden en Argentina, ya que están dirigidas principalmente a fortalecer las exportaciones.
“Con el objeto de mejorar la competitividad e impulsar el crecimiento del sector automotriz, lanzaremos una rebaja de aranceles e impuestos que beneficiará a este sector que actualmente tiene el 10% de la producción total industrial y genera más de 75.000 empleos”, anunció el funcionario a través de su cuenta de la red social X (la ex Twitter).
“Se mantendrá además la exención de derechos de exportación para las exportaciones incrementales que estaba vigente desde 2021 y se sistematizará y digitalizará el régimen de Reposición de Existencias (Repostock)”, detalló Caputo. En cuanto a las exportaciones incrementales, se recupera un beneficio para quienes superan sus volúmenes de ventas al exterior año tras año, y que estaba vigente desde 2021 pero había caducado en diciembre pasado. Se trata un incentivo por el cual, el porcentaje de exportaciones que se hacen como incremento respecto al año 2020, no pagan el 4,5% de aranceles de importación habitual.
“Lanzaremos una rebaja de aranceles e impuestos que beneficiará a este sector que actualmente tiene el 10% de la producción total industrial y genera más de 75.000 empleos” (Caputo)
Respecto al Régimen de Reposición de Existencias, este punto está referido a uno de los principales reclamos que hacía el sector autopartista, que debía importar insumos o materia prima para fabricar sus componentes localmente, pero pagan impuesto de importación como el Impuesto PAIS, incluso para las piezas que tendrán destino automóviles que se exportarán. La digitalización del proceso de producción y stock permitirá discriminar las partes que van al exterior y las que quedarán en el mercado interno, lo que facilitará aplicar la quita o reducción de impuestos y aranceles sobre las mercaderías producidas para exportar.
Al respecto, el ministro de economía destacó que “estas medidas permitirán que los proveedores vendan partes a las terminales con una rebaja de aranceles e impuestos y que se genere una caída en el costo de las autopartes nacionales con destino a exportación. En este sentido, los aranceles de moldes de metal usados por la industria automotriz pasarán del 35% al 12,6%, mientras que los moldes de inyección plástica pasarán del 24% al 12,6%”, añadió. El anuncio no especifica de cuánto será la reducción ni desde qué fecha tendrá vigencia.
Con esta decisión, se pretende promover la inversión de la industria autopartista existente y fomentar la localización de nuevas empresas en Argentina. El costo de los moldes y matrices para fabricar autopartes tenía una carga impositiva tan alta que era conveniente importar los repuestos terminados directamente desde Brasil o incluso de China. Es una baja definitiva en los costos de fabricación.
Finalmente, el anuncio se completó con otra decisión: “A partir de junio, también se homologarán los ensayos de Licencias para la Configuración de Modelos (LCM) con Brasil para que no sea necesario duplicar aquellos ensayos que ya están reconocidos por el país vecino y viceversa”, concluyó. Esta medida también tendrá impacto en el costo de homologación de nuevos autos, aunque también en el tiempo que demanda el trámite que se debe realizar en el Instituto Nacional de Tecnología Industrial.
Tal como explicó Infobae el pasado 23 de marzo, la Licencia para Configuración de Modelo (LCM) debe cumplir con ensayos y normas vigentes europeas referidas a seguridad activa y pasiva de los automóviles. Los catálogos que presentan las marcas son verdaderos libros de cientos de páginas de documentación detallada que se deben remitir al INTI, que debe revisar minuciosamente cada documento para dar la aprobación correspondiente. Actualmente, obtener una LCM cuesta para el solicitante unos $6.000.000, y una LCA (Licencia para Configuración Ambiental) tiene un valor de $1.270.000. Significa que para homologar un auto, el costo es aproximadamente de unos 8.000 dólares. Una cifra menor para un fabricante, pero no tanto para un importador.
Con esta medida, tomar las homologaciones hechas en Brasil redundará en un impacto inmediato sobre los costos y el tiempo que demore un vehículo en ser habilitado para poder circular legalmente en Argentina. Este es un beneficio que alcanzará a las fábricas que traen modelos de otros mercados, pero especialmente a los importadores que no tienen plantas en el país.
“Vemos como una excelente señal las medidas que enumero el Ministro de Economía, Luis Caputo. Forman parte del trabajo que veníamos realizando de manera conjunta con el fin de contar con herramientas que contribuyan a mejorar la competitividad exportadora de la industria automotriz”, destacó Martín Zuppi presidente de ADEFA.
“Estas medidas contribuirán a una mayor actividad del sector y mejorar la competitividad exportadora tanto de las terminales automotrices como de nuestros proveedores. Sin dudas, tendrán un impacto directo en la mejora de los niveles de producción que habíamos proyectado y en consecuencia en la generación de divisas a través del incremento de las exportaciones”, dijo y agregó que “esa mejora de la actividad tracciona el posicionamiento de nuestro país frente a las casas matrices en momento en cuales se están definiendo nuevos ciclos de inversión a nivel regional y existe una gran competencia por captarlos”.
“Finalmente, con respecto a los ensayos de Licencias para la Configuración de Modelos (LCM) es una medida que nos conduce a mejorar la eficiencia al reducir costos, procesos y burocracia ya que no será necesario – por caso- duplicar ensayos con nuestro mayor socio en la región”, completó el directivo que preside la cámara de fabricantes de automotores.