El Índice de Confianza del Consumidor acusó nuevamente en abril un modesto aumento de 1,3% respecto de marzo, y ya hilvanó tres subas consecutivas en comparación con el mes previo, aunque se mantiene 6,6% por debajo del nivel que heredó el Gobierno del anterior, nuevamente con un comportamiento heterogéneo, tanto a nivel de los principales componentes como regional, informó el Centro de Investigación en Finanzas (CIF) de la Universidad Torcuato Di Tella.
La leve mejora era esperada justamente por la concurrencia de diversos factores:
- La llegada de la estacionalidad favorable de la liquidación de la cosecha gruesa, la cual pese a resultar menor a lo esperada en cantidad, y más aún en precio por el derrumbe de las cotizaciones internacionales, porque trae efectos positivos sobre el comercio, el transporte y la economía pampeana, que inciden tanto en la macroeconomía como en la situación personal y las decisiones de compra de bienes durables de las familias.
- Los avances en las negociaciones paritarias de grandes gremios, junto al aumento pautado de las jubilaciones y pensiones por la aplicación de la Ley de Movilidad Previsional en marzo, la cual fue rápidamente complementada con la decisión del Gobierno nacional de dejar sin efecto los ajustes trimestrales, para dar paso a incremento mensual por la variación del Índice de Precios al Consumidor del Indec, con un rezago de dos meses, se estima fueron claves para determinar ese movimiento.
La estabilidad y hasta disminución de los tipos de cambios libres de pesos por dólar contribuyó a mejorar el humor de las familias
- La estabilidad y hasta disminución de los tipos de cambios libres que restó demanda especulativa de bienes durables como refugio de valor, se manifestó en abril en una nueva disminución, en este caso de 2,1%, en el índice que mide las previsiones de compra de esos bienes, como se observa con claridad en el desempeño contractivo que mantienen los patentamientos de autos y motos, así como de artefactos para el hogar.
- La baja de las tasas de interés y la sostenida desaceleración de la inflación, porque permite recomponer los ingresos reales de una parte de los trabajadores y del conjunto de jubilados, pensionados y perceptores de Asignaciones Familiares y asistencia social, como la AUH, entre otros.
La medición hecha entre el 3 y 11 de abril en 40 aglomerados urbanos de todo el país por parte de Poliarquía Consultores, arrojó una nueva suba que “se debe exclusivamente a una mejora en la Situación Personal, aumentó 5,46%, ya que Situación Macroeconómica y Bienes Durables e Inmuebles bajaron mensualmente 0,74% y 2,14%, respectivamente”, precisó el informe del CIF, que dirige Sebastián Auguste.
El mejor humor de las familias tampoco fue generalizado en el desagregado regional, habida cuenta que volvió a repuntar en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (5,5%) y en el Gran Buenos Aires (4,8%), pero disminuyó nuevamente en el resto del país (5,5%), según el desagregado del informe de la casa de altos estudios.
Perspectivas de aumento
El análisis del CIF de la UTDT dio cuenta también que en los distintos ítems que componen el ICC los que agrupan las Condiciones Presentes subió 2,5% en el mes respecto de marzo, aunque se mantuvo muy por debajo del detectado un año antes (cayó 35,2%), en tanto, por el contrario, en lo referente a las Expectativas Futuras el sondeo de opinión arrojó sendos incrementos de 1% y 21,2% en comparación con el mes previo y un año antes, respectivamente.
El balance del primer cuatrimestre de gobierno de Javier Milei arroja una disminución de la confianza del consumidor de 6,6%, la cual se desagrega en sendas bajas de 0,9% en la situación personal, 5,6% en la percepción de la macroeconomía y 23,9% en las decisiones de compra de bienes durables e inmuebles.
A nivel regional el resultado del ICC acusa caídas de 4,9% en CABA, 6,5% en el interior del país, y de 7,3% en GBA.