La actividad de las pequeñas y medianas empresas (pymes) del sector manufacturero registró una caída del 11,9% respecto de igual mes de 2023. De este modo, las pymes industriales sufrieron en el primer trimestre un retroceso del 19,1% respecto del primer trimestre del año pasado, según el Índice de Actividad Industrial Pyme (IPIP) que releva la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
El nivel de actividad descendió incluso, un 3,4%, en la comparación mensual desestacionalizada, algo que según CAME “refleja la gravedad de la situación del sector y la necesidad de tomar medidas urgentes para revertir esta tendencia”.
Cuarto mes de caída
Marzo fue así el cuarto mes consecutivo de caída de la actividad fabril y las pymes del sector, dice un comunicado de la entidad “no ven un piso en el corto plazo”.
La crisis sectorial se refleja en el muy bajo uso de la capacidad instalada, de apenas 70% (0,8 puntos menos que en febrero), lo que significa también que es muy improbable que de reactivarse la demanda las empresas del sector respondan con un aumento de las inversiones, pues tienen un amplio margen de producción ocioso.
“Hay sectores con niveles altos de stock que se debaten entre seguir produciendo para no cortar el proceso y tener que cesantear personal o frenar”, dice el comunicado. Eso sí, las industrias pyme consultadas destacaron que los precios “estuvieron más estables y un 25,3% señaló que siguen teniendo problemas para reponer stocks”.
Si bien el retroceso de marzo fue muy inferior al desplome que se dio en diciembre de 2023 y en enero de este año, cuando el nivel de actividad retrocedió 26,9 y 30%, respectivamente, fue a la vez mayor al descenso (de 9,9%) que se había verificado en febrero.
El relevamiento del sector de pymes industriales de CAME, conocido como IPIP, se realiza en base a encuestas a una muestra de 413 empresas del sector en todo el país.
Cinco de los seis sectores manufactureros del segmento pyme tuvieron variaciones negativas en la comparación anual, siendo los más afectados “Papel e Impresiones” (-27,4%) y “Químicos y plásticos” (-20,7%). “Textil e indumentaria” fue el único rubro en alza, con un aumento del 10,9% en marzo, pero de apenas 2,3% en el acumulado del primer trimestre.
Por sectores
Alimentos y bebidas registro una caída del 5,6% anual y de 3,6% respecto de febrero y en el primer primer trimestre completó un retroceso del 14,2%, con las empresas del rubro operando al 73,3% de su capacidad. Algunas pymes del sector destacaron como positivo la desaceleración de los precios y la normalización en la importación de insumos en un escenario de costos crecientes, márgenes chicos y ventas decrecientes.
“Las Pascuas no fueron lo esperado. Pensábamos duplicar las ventas del año pasado y no fue lo que sucedió. Para nosotros, marzo junto con fin de año es la época más fuerte, pero solo trabajamos al 50% de la capacidad instalada, no necesitando ni siquiera el 100% del tiempo ni personal”, dijo un industrial de Villa Lynch, provincia de Buenos Aires). En tanto que un fabricante pyme de San Rafael, Mendoza, calificó al mes de “pésimo, la venta se desmoronó”.
Textiles e indumentaria, el único sector que evitó la caída interanual en marzo, con una mejora del 10,9%, mostró a su vez un leve descenso (del 0,5%) respecto de febrero. Las empresas del sector operaron al 71% de su capacidad, un nivel bajo para el sector, aunque mejor al del año pasado. La principal queja del rubro es el aumento de las tarifas de electricidad, que dificulta el balance de precios y costos.
“Pasamos de pagar 14 a 40 millones de pesos de luz. Imposible afrontar esos costos con los volúmenes de ventas actuales”, dijeron desde una fábrica de Paso del Rey, Buenos Aires.
Maderas y Muebles tuvo una caída interanual igual al promedio, 11,9%, de 4,4% en la comparación mensual desestacionalizada, con lo que acumula un derrumbe del 20% en el nivel de actividad del período enero-marzo. Una explicación es que la gente detuvo obras, al igual que los gobiernos de todos los niveles y eso afectó a los sectores vinculados”.
“En marzo no se vendió nada y en abril no vemos repunte aún”, dijo al relevamiento un fabricante de Puerto Tirol, Chaco.
El rubro Metal, maquinaria y equipo, y material de transporte sufrió un derrumbe de 16,8% interanual y acumula en el trimestre una caída aún más estrepitosa, del 24,5%, además de operar a solo 66,6% de su capacidad. Un tercio de su capacidad está completamente ociosa. Una pyme industrial porteña dijo que su planta empezó a cerrar una semana al mes por falta de demanda y otra, de Córdoba, se confesó preocupada por la falta de insumos y los aumentos de costos.
En Químicos y plásticos la contracción fue también muy grande, del 20,7% interanual, pero aún así menor a la acumulada en el trimestre, en el que el nivel de actividad se derrumbó un 28,7 por ciento y tiene sin uso más de un tercio de su capacidad. Una de las causas es que los clientes mantienen altos niveles de stock, resultado de la caída de demanda y la recesión general de la economía.
Por último, en el rubro Papel e impresiones la actividad se retrajo 27,4% anual a precios constantes, también cayó respecto de febrero y acumula un retroceso trimestral del 23,7% frente a enero-marzo de 2023. “No se imprime nada. Lo que nos salva de un mes para el olvido son los servicios que brindamos en diseño y edición”, dijo un industrial rosarino.