El círculo rojo mira de reojo los próximos pasos de Gobierno y empieza a preguntar cómo hará para salir de la recesión

Hombres y mujeres de negocios se congregaron en la cena anual de Cippec, que eligió discutir el rol del Estado en un contexto de un Poder Ejecutivo que descree de su papel. Qué piensa uno de los funcionarios clave para el esquema productivo del Ejecutivo

José Orlando, presidente del Cippec

A poco más de cuatro meses de mandato de un gobierno libertario que puso de cabeza conceptos más o menos arraigados en el sistema político como la necesidad de que el Estado tenga, en mayor o menor medida, un rol en la economía, la cena anual de Cippec, uno de los think tanks más importante de la Argentina, eligió discutir precisamente cuál es el ese papel que debe reservarse para los Gobiernos, se preguntó si vale la pena, en el altar del ajuste fiscal, provocar un daño en el tejido social y destacó la importancia de “la conversación y la cooperación”.

Asomaron como ejes con sintonía lejana con el estilo presidencial, con un Ejecutivo que persigue como meta central el ordenamiento macro, principalmente con el equilibrio de las cuentas públicas. Ya con más de cuatro meses de gestión, las preguntas que circulan en el círculo rojo están más relacionadas a cuál será el giro que tomará la próxima etapa del programa económico del presidente Javier Milei y el ministro de Economía Luis Caputo. Cómo harán, en definitiva, para sacudir a la economía de la recesión profunda que experimenta y hacerla ingresar en un período de recuperación tras el fuerte impacto inicial en la actividad y salarios.

(Prensa Cippec)

En su discurso inicial ante mil invitados, entre dirigentes políticos del oficialismo y la oposición, empresarios, académicos y representantes de la sociedad civil, la directora ejecutiva de Cippec, Gala Díaz Langou, enfatizó en la necesidad de una reforma laboral y de mejora en los índices de finalización de la escuela secundaria. Pero también hubo espacio para la coyuntura económica: “Es fundamental mitigar los efectos de la recesión sobre esta población (en referencia al 60% de pobreza entre los más chicos) y en un contexto de restricción, hay que prestar especial atención a este punto”. Fue poco profusa la presencia dirigentes del oficialismo: solo se pudo ver al ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, al asesor de Karina Milei, Eduardo “Lule” Menem, y una quincena de legisladores nacionales de La Libertad Avanza, desperdigados en distintas mesas del Salón Ocre del predio de La Rural.

Las voces sobre lo urgente de señales que apunten a un repunte económico empiezan a ser más difundidas entre los hombres y mujeres de negocios.

“Se está en un tránsito entre la corrección de la macro, pero falta visualizar las señales sobre los sectores, microeconómicamente hablando. No hay que dejar de lado la producción y la industria del interior. Hay sectores hipercompetitivos per se, pero hay otros que son competitivos pero por variables como falta de infraestructura o crédito productivo hoy no lo son, depende del mercado interno y que tienen que ser considerados. La recesión es profunda. Falta al Gobierno mostrar cuáles son las cartas en lo micro”, dijo José Urtubey, de Celulosa Argentina.

La directora ejecutiva de Cippec, Gala Díaz Langou

Uno de los funcionarios que tiene la llave para el crédito “blando” para empresas es Daniel Tillard. Llegó desde el Banco de Córdoba para encabezar el Banco Nación cuando comenzó la gestión de Milei, y ahora en diálogo con Infobae destacó que como entidad pública tiene un papel preponderante como chispa de arranque de la actividad en distintos sectores. En el marco, además, de que se trata de una de las empresas públicas que es apuntada por el Poder Ejecutivo como una de las que debería quedar a tiro de convertirse en una sociedad anónima. “Hay un plazo límite que fija el DNU que es el 19 de junio”, dijo el presidente del BNA.

Respecto al rol como dador de crédito en un contexto de recesión, aseguró que “la realidad es que es una institución formidable, planteamos volver a prestar, porque había dejado de prestar al sector privado y ya en marzo y después de reacondicionar nuestra oferta, hemos batido récord de desembolso de préstamos con 670.000 millones de pesos, 350% por arriba de marzo de 2023″, dijo Tillard. “Lo que tiene que hacer nuestro banco y ahora veo que la banca privada nos empieza a acompañar es reacondicionar y redireccionar nuestra oferta simplemente poniendo en perspectiva de que la inflación va a disminuir rápidamente entonces hay que bajar las tasas y mejorar las condiciones. Esto va a tener un efecto rápido en el capital de las empresas. Es importante para mantener la actividad económica y rebotar más rápido”, concluyó.

La mirada industrial y fabril, más pesimista por los graves números que muestran los últimos meses, contrastan con otros sectores, que miran con buenos ojos el proceso de liberación de precios y desregulación que encaró apenas arribado al poder el gobierno libertario. Uno de ellos es el energético. Un ejecutivo de una de las principales distribuidoras que operan en la Argentina comentó, en el cóctel previo a la cena del Cippec, que en las condiciones actuales las inversiones en infraestructura energética pueden empezar a aparecer, con plazos que de todas formas son de largo aliento.

Marcos Pereda Born y Nicolás Pino, de la SRA

“Hay una relación entre la inversión y la regulación de tarifas, que reacciona de inmediato, aunque sus efectos se ven con el tiempo, puede tardar algunos años”, mencionó un ejecutivo extranjero de ese sector de la cadena energética. Hay un asterisco que siempre aparece ante contextos de reajustes tarifarios y que en las compañías todavía no detectan mayores movimientos: si aumenta la mora en el pago de las boletas ante los nuevos precios que llegan a los usuarios residenciales y comerciales.

Con todo, la platea ejecutiva deposita esperanzas en la dirección del programa económica y, en la misma medida, sopesa las chances reales de un despliegue político en el Congreso que le permita al oficialismo aprobar las normas clave de su gestión. Uno de los más abordados en la noche de La Rural fue el flamante jefe de bloque oficialista, Gabriel Bornoroni, que reemplazó a Oscar Zago al frente de la bancada de La Libertad Avanza. “Por suerte ahora está todo más tranquilo”, aseguró una diputada del espacio durante la cena.

Jaime Campos, presidente de AEA

“Estamos esperando, hay variables que se encaminaron, al menos hasta ahora. El tema va a ser lo que viene y la calle, que por ahora banca al Presidente. ¿Eso va a seguir siendo así en unas semanas? Es la gran pregunta que se hacen la mitad de los que están en esta sala”, resumió el ejecutivo de una importante petrolera.

A pocos metros de ahí el ejecutivo de un banco conversaba con la representante de una multinacional sobre el “veranito financiero”, como lo bautizó él. La duda de ambos era hasta cuándo se iba a extender y también el tiempo en el que el Gobierno podrá seguir hablando de superávit fiscal “sin pagar todas las cuentas”. En general el clima entre los empresarios fue expectante y también de sorpresa: “¡Qué meses tan intensos, por decirlo de alguna manera… y fueron sólo cuatro!”, se le escuchó decir a un financiero.

Víctor Valle, director general de Google Argentina

Entre los altos ejecutivos presentes se vio a Carlos Ormachea, presidente del directorio de Tecpetrol y de la Cámara de Exploración y Producción de Hidrocarburos (Ceph) y Martín Berardi, CEO de Ternium Argentina; y Javier Martínez Álvarez, CEO de Tenaris, las tres empresas de Techint; y también a Nicolás Pino y Marcos Pereda Born, presidente y vice de la Sociedad Rural.

Dijeron presente, además, Gustavo Manríquez, CEO de Banco Macro; Guillermo Tempesta Leeds, presidente de Santander Argentina; Diego Coatz, Director Ejecutivo de la UIA; José Urtubey, director de Celulosa; Alejandro Simón, CEO de Sancor Seguros; Luis Galli, presidente de Newsan; Jaime Campos, presidente de AEA; Víctor Valle, director general de Google Argentina; Luis Guastini, presidente de Manpower y otros “pesos pesados”, como Guillermo “Gato” Stanley, socio de Inverlat, y uno de sus socios, Damián Pozzoli.

Fotos Franco Fafasulli y Cippec