El monto operado en el mercado mayorista volvió a lucir escaso este lunes, dada la estacionalidad de las exportaciones argentinas, con solo USD 290,7 millones (-7,3% en comparación al viernes) en el segmento de contado, de los cuales el Banco Central adquirió USD 111 millones, el 38,2% del total.
Con un salto de precios sobre el final de los negocios, el dólar “blue” cerró este lunes ofrecido a $1.015 para la venta, con una ganancia de diez pesos o un 1% en el día. La divisa informal pasó a positivo en abril, tras haber terminado el mes pasado a $1.010 para la venta. La brecha con el tipo de cambio oficial, que subió a $868, quedó en 16,9 por ciento.
La economía argentina atraviesa en los últimos meses un proceso de alta inflación -la más elevada desde 1991- y caída de actividad. Esa conjunción tuvo, desde el plano estrictamente financiero, una víctima central: el precio del dólar libre.
El dólar mayorista cerró a 868 pesos, con un alza de $1,50 respecto del viernes. “La corrección de hoy del tipo de cambio mayorista compensó, como en cada inicio de semana, los días sin actividad por el fin de semana y fue idéntica a la del lunes pasado”, explicó Gustavo Quintana, operador de PR Corredores de Cambio.
Las monedas de los mercados emergentes se hundieron al nivel más bajo en casi tres meses después de que los datos de ventas minoristas de EEUU fueran mucho más sólidos de lo esperado, eclipsando un alivio en los activos de mayor riesgo debido al alivio de la tensión geopolítica en el Medio Oriente.
Mediante la Comunicación A 7990, el Banco Central accedió al pedido de sectores de la pequeña y mediana empresa (pyme) para acelerar el pago de importaciones.
La cotización “blue” del dólar revirtió la caída de cinco pesos que experimentó por la mañana y ahora regresa a los $1.005 para la venta. Con un dólar mayorista que sube a $868,50, la brecha con el tipo de cambio oficial cae a 15,7%.
Los dólares financieros se plantaron en la zona de los $1.000 y todo indica que permanecerán allí un buen tiempo. La nueva baja de la tasa de política monetaria (que pasó de 80% a 70% anual) no luce como decisiva para torcer la tendencia, al mismo tiempo que otros factores hoy lucen mucho más potentes para que las cotizaciones se mantengan planchadas.
El Gobierno va consolidando mes a mes su política de ordenar las cuentas públicas, más rápido que lo esperado en el plano fiscal y más lento en el monetario, mientras que, frutos de los primeros logros va liberando restricciones arancelarias y recomponiendo ingresos de jubilados, pensionados y perceptores de planes sociales focalizados en los beneficiarios.
Estrategia innegociable para el ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, la tasa de interés negativa puede encontrar un límite “natural” dada la baja de la inflación más rápida que la prevista.