El Banco Mundial corrigió la estimación de crecimiento de la economía argentina, que a principios de año todavía consignaba una mejora del PBI de 2,7% y ubicó ahora su proyección en una contracción de 2,8%, en línea con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El organismo aseguró que la dirección del plan económica “es la correcta” y pidió protección para los sectores más vulnerables de la población, porque calculó que en los primeros meses de gestión las jubilaciones y ayuda social tuvo una pérdida de poder de compra del 30 por ciento.
En su actualización de proyecciones económicas para Latinoamérica y el Caribe que fue publicado este miércoles, el Banco Mundial aseguró que la región atraviesa “una coyuntura crítica” marcada por el estancamiento económico, por lo que la institución pidió “medidas urgentes” a los gobiernos para retomar el camino de crecimiento. En números, la región crecerá 1,6% este año y será así el bloque con la mejora más lenta de todo el mundo.
En ese contexto, el Banco Mundial recalculó sus previsiones para el PBI argentino en 2024, y pasó de estimar una recuperación de 2,7% a principios de año, cuando todavía no había tenido lugar un impacto sostenido en los indicadores macro de las primeras medidas del gobierno de Javier Milei, a una recesión que derivará en una caída del Producto de 2,8 por ciento.
El Banco Mundial aseguró que la región atraviesa “una coyuntura crítica” marcada por el estancamiento económico, por lo que la institución pidió “medidas urgentes”
Esa diferencia entre un informe y otro fue explicada este miércoles por el economista jefe del Banco Mundial William Maloney. “La revisión a la baja se debe en gran medida a los fuertes recortes realizados para lograr el equilibrio fiscal y al realineamiento de los precios en la economía. De ahí provienen en gran medida esos impactos. Y probablemente sean necesarios a mediano plazo”, explicó el economista.
Por otra parte, respecto a la inflación, el Banco Mundial decidió quitar de la cuenta promedio regional a la Argentina y a Venezuela por sus altos índices esperados. Sin esos dos países, la suba de precios de América Latina y el Cariba promediará el 3,5%, por debajo del 5,7% de los países de la OCDE. Para Maloney, en el caso argentino, la disparada inflacionaria fue “impulsada por el desequilibrio fiscal”. “En el largo plazo, esa es la única manera de sentar una base sólida para el crecimiento y la recuperación de Argentina”, continuó.
Consultado sobre la conveniencia para la economía argentina de una dolarización, Maloney consideró que el equilibrio fiscal es una “base sólida para el crecimiento y la recuperación de Argentina. Por lo tanto, también es una condición previa para la dolarización, si se quiere considerarla como una forma de anclar las expectativas. Por lo tanto, la dolarización en sí misma no se puede hacer hasta que se hayan sentado las bases fiscales”.
“Así que el Gobierno está avanzando en la dirección correcta, tratando de controlar el gasto fiscal. Los costos a corto plazo son altos”, dijo el economista jefe. Y aseguró que la misión del Banco Mundial “es garantizar que las familias más vulnerables estén protegidas durante este proceso de ajuste fiscal”. “Así que estamos trabajando, por ejemplo, con el Gobierno en temas que hagan que la prestación de servicios públicos sea más eficiente en materia de seguridad alimentaria y de salud para los más vulnerables”, concluyó.
En su página web, el Banco Mundial hizo algunas consideraciones adicionales sobre el proceso económico de los últimos meses tras el cambio de Gobierno. “La economía se contrajo un 1,6% en 2023, debido a los persistentes desequilibrios macroeconómicos y una grave sequía que provocó una disminución del 26 por ciento en la producción agrícola durante el año”, mencionó.
“La revisión a la baja se debe en gran medida a los fuertes recortes realizados para lograr el equilibrio fiscal y al realineamiento de los precios en la economía. De ahí provienen en gran medida esos impactos. Y probablemente sean necesarios a mediano plazo”, explicó Maloney
“Se estima que el PIB real se contraerá un 2,8 por ciento adicional en 2024, debido al plan de estabilización que está implementando el nuevo gobierno, que incluye el realineamiento de los precios relativos y la eliminación de los desequilibrios fiscales y externos. Se espera que la economía crezca un 5 por ciento en 2025, impulsada por la mejora de las condiciones climáticas, las inversiones en el sector energético y la normalización de la producción agrícola”, consideró el Banco Mundial.
Respecto a la inflación, dijo que “aumentó bruscamente en diciembre de 2023, impulsada por el efecto de una devaluación del tipo de cambio oficial y la eliminación de los controles de precios”. “La inflación intermensual alcanzó un máximo del 25,5 por ciento en diciembre y cayó al 13,2 por ciento en febrero”, apuntó.
“El gobierno implementó medidas de protección social que incluyeron duplicar en términos nominales los principales programas sociales (Asignación Universal por Hijo y apoyo alimentario) y bonos extraordinarios para jubilados de bajos ingresos. Aunque la asistencia social está bien orientada, el valor real de los beneficios sociales, incluidas las pensiones y las transferencias sociales, había caído un 30% interanual hasta febrero de 2024, estimó.