La Bolsa de Comercio de Rosario publicó ayer su última estimación respecto del aporte en términos fiscales que hará el agro este año, con dos miradas posibles para el análisis. La del vaso medio lleno, según la cual el aumento de recursos comparado con el año pasado es extraordinario, o la del vaso medio vacío por la cual esos recursos serán un 30% menos de los que dispuso el gobierno anterior durante los años de cosechas y precios récord en 2021 y 2022.
De acuerdo a las proyecciones de la BCR, el complejo agroexportador dejará este año a las arcas del Estado unos USD 6.700 millones en términos de derechos de exportación, una cifra que más que duplica los ingresos percibidos el año pasado en plena sequía que mermó la cosecha pero que, en comparación con los años anteriores, acusa una notable baja. Es que entre 2021 y 2022, producto de un alto nivel de precios internacionales además de buenos volúmenes de la cosecha, los recursos fiscales por retenciones ascendieron a USD 8.300 y USD 9.100 millones respectivamente.
El presidente Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, deberán conformarse con bastante menos.
De todos modos, el primer trimestre fue para celebrar en ese sentido y aportó ingresos vitales para alcanzar el mentado superávit financiero. Entre enero y marzo, el agro aportó un estimado de USD 1.466 millones, un 570% más que en igual período del 2023. No obstante, aseguró la BCR, por la caída de precios internacionales, se ajustó a la baja la proyección para 2024.
“Luego de la histórica sequía que azotó a la Argentina durante la cosecha de granos 2022/23 y dejó como saldo una pérdida productiva de más de 50 millones de toneladas, la recuperación de la producción esperada para la 2023/24 hace vislumbrar un mayor aporte de las principales cadenas del agro en materia de derechos de exportación”, explicaron los especialistas de la entidad Tomás Rodríguez Zurro y Julio Calzada. Según calcularon, en los primeros tres meses del año los derechos por exportación más que quintuplicaron su aporte en comparación a los primeros tres meses del 2023, cuando habían sumado un estimado de apenas USD 220 millones en ese mismo período.
Sin embargo, a pesar de la notoria recuperación interanual, esa cifra comparada con los años anteriores es notablemente menor ya que se encuentra más de 25% por debajo del promedio de los dos años anteriores cuando los ingresos del primer trimestre superó los USD 2.000 millones.
“Esto encuentra su explicación tanto en un mayor volumen de grano declarado en aquellos años durante esos meses así como mejores precios de exportación”, explicaron los analistas. En cuanto a la proyección de cara a lo que resta del año, consideraron que si bien aún resta tener mayor certeza respecto de lo que ocurrirá efectivamente con la producción de la cosecha gruesa, particularmente con el maíz tardío que se vio afectado por la chicharrita, en la BCR llegaron a la conclusión que el ingreso de divisas y recursos fiscales este año será bueno, pero no tan bueno. “En base a los volúmenes estimados actuales y a los precios FOB vigentes y tomando la distribución de DJVE promedio de las últimas cinco campañas, se proyecta que el total de aporte por DEX de los principales complejos del agro alcance USD 6.708 millones, más del doble de lo aportado en 2023 pero considerablemente por debajo de los guarismos del 2021 y 2022″, se argumentó.
Por lo pronto, la cosecha gruesa está en su fase inicial. Según la estadística de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la de soja registra un avance de apenas 1,9% mientras que la de maíz está algo más avanzada, en torno al 11% de lo previsto.