El sector de indumentaria atravesó uno de sus peores veranos de los últimos años en términos de actividad y no espera un cambio de tendencia para la temporada de otoño-invierno que acaba de comenzar.
Las previsiones de producción y venta que las grandes marcas habían hecho para la colección primavera-verano estuvieron lejos de concretarse, por lo que quedó un alto remanente de ropa y eso hizo que las liquidaciones de fin de ciclo se extendieran inusualmente hasta el cierre de marzo.
En este contexto, a muchas firmas se les dificulta tener hoy un panorama claro de cómo se comportará la venta de la ropa de invierno; recién este mes podrán tenerlo más claro. De todas maneras, estiman que la caída en volumen podrá rondar entre 20% y 25% respecto del de un año antes, según fuentes de varias marcas consultadas por Infobae.
En las grandes marcas ya estiman que el volumen de ventas caera entre 20% y 25% respecto del de un año antes
Y la mala noticia para las firmas es que esos números ya incorporan una agresiva estrategia comercial, entre descuentos y cuotas, para los próximos meses, porque profundizará la esperada caída de los ingresos en valores reales.
Según datos que el sector tiene de los shoppings, en marzo las ventas cayeron poco más de 30% en términos reales, con marcas que sufrieron más (mermas de 45%) y otras menos (20%). En el mercado informal, la caída se estima fue mayor. Proveedores de tela de La Salada o Saladita acusaron una disminución en las operaciones de entre 45% y 55 por ciento.
“El termómetro para ver cómo comienza la temporada va a ser fines de abril, porque como teníamos mucha liquidación de verano, arrancamos tarde con las prendas de invierno. Marzo nos fue bien, pero gran parte de la venta fue de ropa de cierre de estación, con precios no actualizados. Con respecto al invierno, creo que va a estar 15% abajo en unidades”, dijo a este medio un directivo de una marca de niños, al tiempo que aclaró que “la ropa de chicos no suele tener el golpe que tienen las marcas de adultos porque es una compra obligatoria”.
En otra marca de indumentaria para chicos coincidieron en destacar que marzo no fue tan negativo, ya que todavía se vendió verano a precios rebajados sin actualización. “Enero fue malo, febrero malísimo (30% abajo), pero en marzo estuvimos entre menos 5% y menos 10%. Las vidrieras de invierno recién empiezan; estamos ante un cambio de régimen, hay que esperar a que mejore un poco el consumo. Pero la venta de los próximos meses va estar dura, hay que bajar gastos”, dijo el dueño de la firma.
Frente a este escenario, en las marcas de indumentaria afirman que los precios subieron en forma interanual menos que los costos (200% de incremento frente a 220% de costos, precisaron en una empresa) y coincidieron en que la estrategia para vender será no aumentar todos los meses por inflación. “En este momento hay que priorizar la caja para cubrir los costos fijos. Ya no importa si salís hecho en la temporada”, dijeron en una de las marcas de niños consultadas. Con respecto a la estrategia de promociones, la fuente señaló que “tal vez no haya tanta promo pero tampoco se aumente”. “Me parece que va a venir un poco por ahí, que no vamos a aumentar los precios por inflación”, dijo el empresario. De todos modos, todos los productos nuevos que vayan ingresando a las tiendas ya lo harán con valores ajustados.
La venta de los próximos meses va estar dura, hay que bajar gastos, dijo el dueño de una marca para niños
En la otra firma de niños consultada agregaron: “Hay que recomponer. No es que la marca se pasa de rosca. Desde el hilandero hasta abajo, la incertdumbre hizo que se aumente de más. Pero se va a acomodar. Lo que va a pasar este invierno es que seguramente no se aumenten más los precios hasta que se reacomoden los salarios”, explicó el empresario. Sobre las promociones, dijo enfáticamente: “No se van más”.
¿Ofertas sí o no?
Esta estrategia comercial y de marketing, implementada por muchos rubros, entre ellos el supermercadismo, estuvo en el ojo de la tormenta semanas atrás, cuando el ministro de Economía, Luis Caputo, la cuestionó por esconder el verdadero precio de los productos. En el caso de la indumentaria, las marcas lo admiten, pero al mismo tiempo afirman que los consumidores compran cuando hay rebajas o cuotas.
“Es hasta un tema psicológico. El descuento mueve. Por otro lado, está el posicionamiento de la marca. Es preferible hacer una acción, pero no bajar el precio de lista”, dijeron en una importante marca de ropa femenina.
Y agregaron: “La acción es necesaria. Vendés, pero tenés que tener algo, descuento o 6 cuotas, o un obsequio. Nosotros nos habíamos retirado un poco de las promos, pero hoy estamos analizando varias propuestas de los bancos”, contaron las fuentes.
Lo que va a pasar este invierno es que seguramente no se aumenten más los precios hasta que se reacomoden los salarios, dijo un empresario
Por su parte, en otra marca de ropa de rango medio plantearon que si se mantiene el actual ritmo de ajustes y el atraso de los salarios, “será un año con mucha promoción y cuotas”.
De todos modos, la expectativa que tienen en todos los sectores, en el de la indumentaria no es la excepción, es que la inflación continúe la desaceleración y el poder adquisitivo de la población se recupere.
Una fuente de una de las firmas consultadas dijo a Infobae que prevén una contracción de hasta 25% en unidades durante este invierno, aún en un contexto en el que los precios de la ropa subieron menos que la inflación. “Para que se mueva la venta, hay un gap de pérdida de rentabilidad”, explicaron.
En otra marca de ropa femenina consultada, que apunta a un target de mayor poder adquisitivo, coincidieron en destacar que “hubo que sacrificar margen para no salir con precios tan voladores”. Y eso hizo que se viera, en su caso, un repunte en marzo.