En una semana corta que coincidió con el inicio de la cosecha gruesa, cuyo avance es todavía muy incipiente y con el aporte de otros sectores, el Banco Central compró USD 1.032 millones, lo que eleva la cuenta total desde diciembre a USD 12.408 millones. No todos esos dólares pero sí una porción mayoritaria se retuvieron en las arcas del Banco Central, lo que determinó un aumento de las reservas netas que, si bien no alcanza para que entren en terreno positivo, permitirá al Gobierno sobrecumplir con holgura la meta acordada con el Fondo Monetario para el primer trimestre.
De acuerdo a la metodología aplicada por el Fondo y, por ende, la válida para el Banco Central, a fin de febrero las reservas acumulaban una mejora de USD 3.192 millones desde diciembre gracias a compras netas por un total de USD 7.714 millones en ese mismo período. Esto porque parte de las divisas se aplican a pagos de deuda, no sólo con el Fondo sino con otros organismos con los el BCRA viene reduciendo el pasivo. Por eso, incluso si la totalidad de las compras realizadas entre marzo y los primeros días de abril por USD 3.914 millones hubieran pasado a integrar las reservas netas, las mismas hubieran anotado una mejora de poco más de USD 7.100 millones, todavía lejos de compensar los USD 11.000 millones de reservas netas negativas heredadas del gobierno anterior pero más que suficientes para cumplir la meta de marzo y, eventualmente, también la de junio.
En ese sentido, las cifras actuales se encaminan al claro cumplimiento de la meta acordada con el Fondo también hacia fin de año, de USD 10.000 millones superiores a las de diciembre, es decir, prácticamente un saldo neutro. Aunque luce ampliamente accesible, esa meta es considerada razonable para Gobierno ya que el período de mayor ingreso de divisas coincide con un aumento considerable de pagos de compromisos en dólares, tanto de deuda como de importaciones, que podría volverse desafiantes en el segundo semestre. Para esa fecha, además, se presume en el mercado algún avance claro en cuanto al levantamiento del cepo cambiario, lo que seguramente implicará entrar en la zona de reservas netas positivas mucho antes de lo previsto por el FMI.
En cualquier caso, según destacó el último análisis semanal del Grupo IEB, “las reservas netas se incrementaron en USD 8.000 millones, encaminándose a volver a terreno positivo brevemente y superando de manera holgada la meta acordada con el FMI de USD 6.000 millones”. Previsiblemente, también la meta del primer semestre, que indica una incremento de USD 9.200 millones respecto de diciembre. Este número contempla el impacto de la cosecha gruesa, al tiempo que en el trimestre siguiente se habilita incluso una caída hasta los USD 7.400 que debe ser recuperada con creces -exactamente unos USD 2.600 millones- en el último trimestre del año para cumplir la meta anual.
De todos modos, cualquier métrica estipulada para el segundo semestre en el acuerdo con el FMI, se sabe, está sujeta a modificaciones radicales dada la intención del Gobierno de avanzar cuanto antes en el levantamiento del cepo cambiario en el marco de un nuevo acuerdo con el FMI que incluiría fondos frescos. Desde el organismo se insiste en poner paños fríos a esta posibilidad pero lo concreto es que el acuerdo vigente vence este año y las partes deberán sentarse a renegociar un plan concreto en los próximos meses.
El buen momento que atraviesa el mercado alienta expectativas en ese sentido y el sobrecumplimiento también de los objetivos fiscales también ayuda al Gobierno a ablandar las posiciones más duras dentro del directorio del organismo. En breve, el ministro de Economía, Luis Caputo, viajará a la Asamblea de Primavera del FMI y el Banco Mundial, lo que genera aún más expectativas y buen ánimo por parte de los inversores.