Esta semana el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) dejó de fijar los valores de la materia prima, que regulaba desde 2002. Si bien la entidad seguirá “sugiriendo” valores mensuales tanto de hoja verde como de canchada, los productores no estarán obligados a cumplirlos. Dicho de otra forma, el mercado quedará liberado.
De este modo, adquiere plena vigencia el DNU 70, de desregulación de la economía, que si bien fue rechazado en el Senado, permanece vigente mientras no sea rechazado por la Cámara de Diputados.
A raíz de este escenario, surge la incógnita de cómo evolucionarán los precios a partir de ahora. Lo cierto es que será el propio mercado el encargado de responder, pero un buen punto de partida para analizar el futuro del mercado, es repasar cómo evolucionaron los precios mientras el INYM estuvo a cargo de la regulación.
Según la información del Indec, en diciembre de 2019, al asumir el gobierno de Alberto Fernández, el paquete de medio kilo de yerba costaba en promedio $97,47, mientras que para diciembre de 2023 había aumentado a $1.397,19. Esto es, 1.333,45% en cuatro años. En ese mismo período, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) avanzó 1.146,5%, lo que significa que en el transcurso de cuatro años el precio de la yerba subió 186,9 puntos por encima de la inflación general.
En febrero pasado, de acuerdo al último valor promedio del paquete de medio kilo reportado por el Indec, el precio de la yerba alcanzó los $1.833,75. En comparación, en febrero de 2023 estaba en $413,83, lo que significa una suba del 343% en los últimos 12 meses, muy por encima de la inflación del 276,2% anual.
A pesar de los fuertes aumentos, las ventas de yerba mate superaron los 325 millones de kilos en 2023 y lograron así un nuevo récord histórico.
La última intervención del organismo
A pesar de que el DNU se publicó en diciembre pasado, el INYM ya había fijado aumentos escalonados hasta marzo. En detalle, en octubre de 2023 se estableció que hasta el 30 de noviembre el precio por kilo de la hoja verde sería de $169,36 y $643,57 para el kilo de yerba canchada. Luego, desde diciembre hasta el 31 de enero de 2024 aumentarían a $210 y $798, respectivamente. En febrero, ascendieron a $240 y $912, y desde el 1º y hasta el 31 de marzo a 250 y 950 pesos.
En la actualidad, se está pagando alrededor de $370 el kilo de hoja verde, aunque los productores buscan que se abone 500 pesos.
También, a partir de la libre competencia que se busca implementar, las industrias ya no estarán obligadas a proveer yerba a precios intervenidos en origen por el INYM y deberán competir por el espacio en góndolas de supermercados y almacenes y por el bolsillo y el gusto de los consumidores
Cabe mencionar, además, que el inicio de la desregulación coincide con la cosecha gruesa de hoja verde y sin que el gobierno haya designado a un presidente para el Instituto Nacional de la Yerba Mate.
Qué dice el DNU
En los considerandos de la normativa se indica: “Se torna imperioso acrecentar actividades productivas que permitan expandir la producción y reducir los precios de los productos, fomentando asimismo el desarrollo de las economías regionales, de manera de hacer realidad el plan federal que nuestros padres fundadores tuvieron en mente al sancionar la Constitución Nacional.
“A tales fines, resulta necesaria una modernización del Instituto Nacional de la Yerba Mate, previsto en la Ley N° 25.564, que lo equipare con el Instituto Nacional de la Vitivinicultura, focalizando sus actividades en las verificaciones de calidad, al tiempo de impedir su intromisión en un mercado competitivo, replicando así el exitoso modelo de la industria del vino que ha logrado una mayor inserción internacional”, agrega la norma, cuyo principal autor intelectual es el economista Federico Sturzenegger.