La crisis del dengue y la falta de repelente suscitó un tan intenso como imprevisto debate entre economistas respecto de las fallas del mercado y la falta de planificación de políticas públicas en materia económica. El disparador de la discusión fue un posteo del presidente del radicalismo, Martín Lousteau, quien apuntó al Gobierno por la falta de producto de la marca más comercializada para ahuyentar los mosquitos según el cual su escasez es producto de una “falla del mercado” que el Gobierno no logró corregir por “inacción”.
La explicación del político radical, también economista y autor de varios libros, provocó la reacción de diferentes economistas, entre ellos Fausto Spotorno, de la consultora OJF, el ex vicepresidente del Banco Central, Lucas Llach o el profesor de la Universidad Di Tella, Constantino Hevia, cuya argumentación fue de las más respaldadas por sus colegas. En cualquier caso, el protagonismo del repelente cuya demanda experimentó un salto exponencial ante las sucesivas olas de mosquitos que invaden la Ciudad y el conurbano desde hace meses fue total.
“Seguramente vos también pasaste los últimos días buscando repelente por todos lados. Te cuento por qué esto es una ´falla de mercado´”, escribió Lousteau en la red social X, tras lo cual afirmó que es un problema “tener un Estado grande y deforme” pero que también lo es “caer en la trampa” del Estado mínimo “como el que le gusta” al Presidente, lo cual consideró que tampoco es la solución.
El economista radical, ex candidato a jefe de Gobierno porteño en las últimas elecciones, destacó que el brote de dengue en la Argentina está cada vez peor y la falta de repelentes es una preocupación creciente. ante la que se preguntó por qué el Gobierno “no abre la importación como hizo con otros productos”. Consideró que se trata de un problema de mercado y citó a un economista al que frecuentemente alude el Presidente, Friedrich Hayek, según quien uno de los atributos del mercado es su capacidad de agregar cientos de miles de informaciones individuales de manera eficiente. Y transmitirla rápido.”Es verdad. ¿Pero siempre es así? -planteó Lousteau-. La inacción delGobierno hizo que cada empresario obtenga la información tarde. Ahora ya no se llega: aumentar la producción o importar lleva tiempo y ya viene el frío. Así, la solución llegaría recién cuando el dengue se haya ido”. Concluyó que esa es la razón por la que se produjeron 150.000 contagios y casi 130 muertos.
Esa mirada, sin embargo, fue cuestionada por otros economistas. Uno de los primeros en reaccionar fue Lucas Llach, quien objetó que Lousteau considerara “falla de mercado” la supuesta falta de apertura por parte del Gobierno de las importaciones. Al margen de señalar esa contradicción, también aportó que, en rigor, para el repelente rigen las facilidades que se otorgaron recientemente para importar productos de la canasta básica. Sin embargo, otros economistas resaltaron que el proceso de importación suele llevar más tiempo del que impone la urgencia del salto de la demanda ante el brote del dengue.
“Está mal lo que dice Lousteau. No es una falla de mercado. Hay cierto stock de repelentes y flujo de oferta dadas las condiciones normales. Si de repente la demanda sube 1000%, no alcanza con el stock que hay y (tampoco) con la capacidad instalada para producir ¿se puede resolver importando? Si, pero no es instantáneo”, explicó Hevia, en un desarrollo al que adhirió Spotorno en la misma red social, que llevó a cientos de comentarios e interacciones. “Lleva tiempo conseguir el proveedor, armar la relación comercial y que llegue el producto. En conclusión, no, no es una falla de mercado. Que en ML el precio sea X, solo refleja el aumento enorme de la demanda”, agregó el economista de la Di Tella, también en respuesta a la queja de Lousteau del alto precio al que se vende el repelente más conocido en aerosol, de $16.000 en su envase pequeño.
“Este es justo un caso en donde un buen Estado tiene disponible más información más rápido que el mercado. Y puede ayudar a coordinar respuestas si toma decisiones o comparte la información a tiempo. Se llama política pública de salud. Pero este Gobierno no piensa así. Que cada uno se tenga que “arreglar” para combatir al dengue es un fracaso más del Presidente y de un ministro de salud al que no le conocemos la cara”, afirmó el radical, iniciando un debate que fue ganando intensidad en las redes sociales con el correr de las horas.