En el ámbito del mercado inmobiliario, la compra de una vivienda constituye un hito trascendental en la vida de cualquier individuo, no solo por la oportunidad de disfrutarla en el presente, sino también por la posibilidad de realizar una inversión a largo plazo en el sector. Existen diversas razones que respaldan la toma de decisiones de inversión en el escenario actual de Argentina, lo cual añade un valor adicional a esta elección crucial.
En la actualidad, el mercado de viviendas en venta ofrece una amplia gama de opciones, que van desde espaciosas residencias en urbanizaciones cerradas hasta modernas propiedades urbanas, generando así un abanico de posibilidades prácticamente ilimitado.
Solamente en la ciudad de Buenos Aires, hay casi 70.000 departamentos, 5.300 casas y 500 PH en venta en el mercado de propiedades usadas, además de más de 50.000 en construcción y en distintos grados de avance.
Dentro de este vasto mercado, es fácil sentirse abrumado por la gran cantidad de opciones y cometer errores que podrían tener consecuencias en la inversión a largo plazo.
A continuación se presentan cinco errores que es crucial evitar antes de proceder con la compra de una casa.
Análisis del mercado y boleto de compra venta
Antes de comenzar a examinar las propiedades en venta, es esencial informarse sobre el panorama actual de los negocios inmobiliarios.
Mateo García, director residencial de Toribio Achával, recomendó a Infobae que “esto permitirá comprender los precios de las casas en la región, las tendencias del mercado y las opciones de financiación disponibles. La obtención de información sobre el mercado inmobiliario se puede lograr a través de sitios Web especializados, publicaciones periódicas o consultando a un agente inmobiliario de confianza”.
Cuando se encuentra la propiedad que cumple con todos los requisitos que se necesita y se ajusta al valor que se puede pagar, es el momento adecuado para hacer una oferta.
“Esta oferta representa la voluntad de compra y sirve como una especie de reserva, la cual el vendedor puede aceptar o rechazar. En caso de aceptación, el inmueble se retira de la venta para proceder con los trámites correspondientes; en caso de rechazo, el vendedor debe devolver el monto de dinero entregado”, señaló Jorge Toselli, de JT Inmobiliaria.
La firma del boleto de compra-venta es el siguiente paso una vez que ambas partes se comprometen a continuar con la operación. Este documento refleja la promesa bilateral, comprometiendo al vendedor a y al interesado a efectuar la operación, es decir, a proceder con la escrituración. Además, se deja una suma significativa como señal, generalmente equivalente al 25% del valor total del inmueble.
Hay que tener en cuenta que pueden pasar 30 días hasta la escrituración y que la instancia de la firma del boleto compra-venta no siempre se realiza, sino que muchas veces se lleva adelante la escrituración directa
Toselli aclaró: “Si el interesado se retracta, pierde la señal; si es el vendedor se retracta, debe devolverte el doble de la cantidad entregada. El boleto establece el precio, la fecha o plazo para la escrituración, la designación del escribano y la identificación del inmueble, entre otros detalles”.
Pasar por alto la importancia de la ubicación
La ubicación es un factor fundamental al considerar la compra de una propiedad. Es esencial seleccionar una vivienda que se encuentre en una zona que se adecúe con las preferencias y necesidades, teniendo en cuenta aspectos como la cercanía al trabajo, la escuela, comercios y servicios.
Además, es crucial evaluar la seguridad del entorno y la conveniencia en cuanto a los accesos a la ciudad.
Clave: evaluación del estado de la vivienda
Al preguntarse cómo adquirir una casa en buenas condiciones, es imprescindible examinar diversos aspectos.
Esto incluye la inspección de la estructura de la casa, los sistemas de calefacción, refrigeración y tuberías, así como los acabados. “Para obtener una evaluación más detallada y profesional, se recomienda contratar a un inspector especializado. Esta medida no sólo brinda tranquilidad, sino que también ayuda a evitar sorpresas desagradables y costosas reparaciones en el futuro”, indicó García.
Ignorar los costos ocultos
Al comprar no solo debe pensarse en el precio de venta. También es necesario considerar los costos ocultos, como impuestos, tasas de registro, honorarios de agentes inmobiliarios y gastos relacionados con reparaciones y mantenimiento.
Toselli puntualizó: “Antes de tomar una decisión definitiva, es aconsejable elaborar un presupuesto detallado que contemple estos factores adicionales”.
Se aconseja que todos los gastos estén claramente especificados en la reserva y sean conocidos por el comprador y el vendedor. Por ejemplo: ¿Quién será responsable de pagar los honorarios del escribano? ¿Quién asumirá el costo del Impuesto de Sellos? ¿Cuál será el método de pago de los honorarios de la agencia inmobiliaria involucrada?
No planificar para el futuro
Al comprar una casa, es crucial pensar en el futuro. ¿Tienes planes de formar una familia? ¿Es posible que necesites más espacio en los próximos años?
García especificó: “Considerar aspectos como el potencial de expansión, la distribución de habitaciones y la versatilidad del espacio ayudará a tomar decisiones más informadas y a asegurar que el hogar sea compatible con tus metas a largo plazo”.
Diferencias
En CABA, a diferencia de la mayoría del país, el comprador debe pagar una comisión inmobiliaria del 4% y los costos de la escritura pública de venta son compartidos, con un 70% a cargo del comprador y un 30% a cargo del vendedor, aproximadamente.
Según Mario Gómez, de Lebleu Negocios Inmobiliarios, “la diferencia principal radica en el impuesto local que grava las operaciones con Sellos. Hay diferentes alícuotas en cada distrito y se trata de manera distinta el mínimo no imponible en caso de ser vivienda única en la jurisdicción”.
Al momento de firmarse una operación de compra venta el comprador paga los honorarios de la escribanía, los honorarios de la inmobiliaria (4% o 3% del valor fijado por el inmueble) y la mitad del impuesto de sellos (a menos que sea vivienda única y permanente y tenga una exención).
“El vendedor paga algunos gastos de escribanía que le corresponden a él, los honorarios de la inmobiliaria (2% o 3%) y el Impuesto a la Transferencia de Inmuebles (ITI) o ganancias, según dependa y el 50% del impuesto de sellos”, concluyó Gómez.