La nafta y el gasoil aumentaron en torno al 5% desde hoy, debido a una nueva actualización del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL), según el cronograma que definió el Gobierno, y el deslizamiento del dólar oficial. Ambos ítems son trasladados por las petroleras al precio que figura en los surtidores, aunque no se descartan subas adicionales.
Ante este escenario, el precio de la nafta súper en YPF pasó a costar $837 por litro y la premium $1.033 en la ciudad de Buenos Aires (CABA) en promedio, con lo cual cargar un tanque de 45 litros cuesta $37.665 si se hace con nafta súper y $46.485 si es con la calidad premium.
A su vez, en la red de estaciones de YPF en CABA el gasoil pasa costar $883 y el gasoil premium 1.123 pesos.
En las estaciones de Shell de CABA la nafta súper se vende a $887, la V-Power a $109,50, la V-Power diesel a $117,60 y a $360 el GNC. Así puede observarse en los carteles de la petrolera.
Por su parte, en Axion Energy el litro de nafta súpero saltó a $889, mientras que la Quatium se vende a $1.093, la Diesel X 10 a $982 y Quatium Diesel a $1.156 el litro.
Impuesto
El ICL estuvo congelado desde mediados de 2021 hasta febrero pasado, cuando comenzó a aplicarse la primera de cuatro cuotas de incremento en base a la inflación trimestral de 2021 y 2022. El Ministerio de Economía espera sumar 0,5 puntos del PBI adicionales este año por este concepto para compensar el intento fallido en el Congreso de subir retenciones.
El 1ro de marzo se computó la actualización del tributo correspondiente al primer trimestre del 2023. Ahora se viene la cuota de abril sobre el segundo trimestre y en mayo llegará la del cuarto, que será la de mayor impacto por la aceleración inflacionaria que generó la devaluación.
El Iaraf, que encabeza el economista Nadin Argañaraz, precisó que la cuota del ICL a aplicar desde abril corresponde a un monto fijo de $34 que eleva el tributo entre $89 a $132 por litro según el tipo de combustible, para configurar un aumento del 35 por ciento. Según esas estimaciones, el traslado para la nafta súper es de 3,7% en Córdoba para el caso de YPF, pasando de $923 a $957, mientras que en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) es del 4,3% (de $800 a $834) en el caso de la petrolera de mayoría estatal.
Pero se espera que eso no sea todo, ya que al impuesto deberá sumarse el impacto del deslizamiento del tipo de cambio oficial que es del 2% mensual que impacta en los costos del sector por estar dolarizados. No está claro si las petroleras también buscarán una suba adicional para avanzar en el objetivo de que los precios finales igualen a los de importación.
Ese es uno de los objetivos que persigue YPF, que concentra el 60% del mercado local, para sostener su rentabilidad. De todos modos, hubo un pedido del Ministerio de Economía para avanzar más lento en el camino de converger a los precios internacionales, algo similar a lo que sucede con la luz, el gas y el transporte del AMBA. La prioridad del equipo económico está en mostrar que la desaceleración de la inflación se mantiene.
En ese marco, la petrolera estatal prevé que todavía falta un aumento de entre 8% y 10% en el precio de la nafta y el gasoil en surtidores para alcanzar el objetivo de un precio de “paridad de importación”. Durante su presentación trimestral con inversores, en la que mostraron el balance de 2023 y su plan estratégico para 2024, los directivos de la compañía señalaron que a finales de octubre ese “gap” era del 28 por ciento.
El último incremento de la petrolera fue este mes, cuando se aplicó la segunda cuota del incremento en el ICL: en CABA llevó la nafta súper a $800, la premium a $987, el gasoil a $843 y el euro a $1.073 según el sitio web Surtidores. La suba de la nafta súper entre noviembre y marzo es del 157% punta a punta.
Se desploman las ventas
En ese contexto, el consumo se derrumbó ininterrumpidamente desde diciembre. Un informe de Politikon Chaco, en base a datos de la Secretaría de Energía, mostró que las ventas de combustible en todo el país alcanzaron en febrero los 1.363.437 metros cúbicos, el menor volumen desde julio de 2021.
En la comparación contra febrero de 2023 las ventas de combustible mostraron un retroceso del 4% y una caída del 7% respecto a enero de 2024. En tanto, los aumentos también generaron una migración de la demanda a segmentos más baratos.
“Analizando las ventas por tipo de combustible, en febrero el mayor volumen de ventas estuvo en las naftas con el 56% del total comercializado contra el 44% del gasoil. En referencia a sus desempeños, las naftas exhibieron una baja del 4,6% interanual pero, observando dentro de los segmentos, se verifica una situación altamente heterogénea: las ventas de nafta súper crecen 1,4% interanual al tiempo que la nafta premium cae 20,2%. Respecto al gasoil, el resultado global fue de caída del 3,3% interanual: dentro de este, el común cayó 2,4% y el premium lo hizo en 5%”, concluyó Politikon Chaco.