El ministro de Economía, Luis Caputo, criticó en redes sociales a Sergi Lanau, director of global EM strategy en Oxford Economics, por un posteo en el que sostenía que el ajuste fracasará.
“Milei quiere mejorar rápidamente el saldo primario de Argentina en un 5,5% del PIB. Casi ningún programa del FMI en la historia hizo eso. El programa típico logra apenas un 1% del PIB en ajuste. Macri intentó el 4,8% a finales de 2018 y todo saltó por los aires. La historia se repetirá”, dijo el académico.
En respuesta, el titular del Palacio de Hacienda aseguró: “Si las predicciones de economistas académicos no fueran gratis, la mayoría estarían quebrados…”.
No es la primera crítica que recibe en la semana el plan Caputo. Este martes el director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), Rodrigo Valdés, si bien valoró el progreso, aseguró que “es muy importante seguir mejorando la calidad del ajuste fiscal. Calidad, quiero subrayar, no cantidad”.
“En relación a las políticas también tenemos que seguir adaptándonos a lo largo de la transición y los controles cambiarios deben ser calibrados en forma muy cuidadosa. Es más, creemos que es muy importante mantener los esfuerzos para apoyar a los sectores más vulnerables de la población para asegurarme que la carga más pesada del ajuste no caiga desproporcionadamente sobre las familias de la clase trabajadora”, dijo.
En febrero, el gobierno alcanzó el superavit fiscal por segundo mes consecutivo luego de 12 años de déficit: el resultado primario fue de $1.232.525 millones y el resultado financiero de $338.112 millones.
Así, el resultado primario acumulado alcanzó los $3.243.270 millones (0,5% PIB) y el resultado financiero, los $856.520 millones.
Los rubros del gasto que registraron mayor caída interanual real en el primer bimestre son gastos de capital (-87%), transferencias corrientes a provincias (-77%) y otros gastos corrientes (-60%). En tanto, el gasto en jubilaciones y pensiones contributivas cayó 38% interanual. Si se incluye el bono de refuerzo otorgado por el Gobierno, la caída se reduce a 34% interanual. Los rubros con menor variación interanual fueron las prestaciones del PAMI (+0,5%) y la Asignación Universal para Protección Social (-5,6%).
Desde Fundación Ecosur indicaron que en los primeros dos meses del año el superávit acumulado alcanza ya el 0,13% del PBI. ”Descontando el pago de intereses, el superávit primario del primer bimestre fue 0,5% del PBI (vs. -0,2% en igual período de 2023)”, detallaron.
Desde Invecq precisaron que el superávit se logró como resultado de varios factores: la reducción del gasto primario (-36,4% interanual real), las prestaciones sociales representaron el 46% en el ajuste total (-29,7% interanual real), siguió el recorte a las erogaciones de capital (-87,9% interanual real) y las transferencias corrientes a provincias (-85,5% interanual real). Asimismo, mencionan la caída de los subsidios (-42,8% interanual real) y el aumento de ingresos ligados al comercio exterior.
Sobre esto último, en el primer bimestre se alcanzó un superávit comercial de USD 2.222 millones.
Sin embargo, está en duda la sostenibilidad a lo largo del tiempo de dicho ajuste. Los especialistas de Ecosur sostuvieron: “Empecemos poniendo algunos paños fríos a la euforia. El gobierno había adelantado varios pagos de enero y febrero a diciembre 2023 lo cual ayudó a “maquillar” un poco el resultado de los primeros dos meses del año. Además, enero y febrero son meses estacionalmente bajos de gasto público lo cual también jugó a favor”.
Por su parte, LCG afirmó: “Siguen quedando dudas respecto al costo social de esta convergencia fiscal acelerada. Por el momento, la licuación sigue siendo más preponderante que la motosierra y la falta de enforcement para las reformas que el Gobierno intenta aplicar ponen dudas sobre la posibilidad de mantener el ajuste en el tiempo”.