El cambio de fórmula jubilatoria que activará el Gobierno desde mitad de año tendrá un correlato en el plan de ajuste fiscal que busca llevar adelante para terminar el 2024 con déficit cero. El equipo económico estima que el esquema de actualización de los haberes mensual implicará un ahorro fiscal levemente menor a medio punto del Producto Bruto Interno, una décima parte del recorte de 5 puntos que requiere el Poder Ejecutivo para mostrar equilibrio en las cuentas públicas.
El sistema de reajuste de haberes pasará a tener habitualidad mensual desde abril, pero la fórmula que lo cristalizará tendrá aplicación normativa desde julio. Una alta fuente oficial detalló ante una consulta de Infobae que la hoja de ruta del ajuste fiscal le reserva al recorte del gasto previsional unos 0,4% del Producto. Según argumentan en el equipo económico, la continuidad de la fórmula actual hubiese implicado una poda aún mayor a ese renglón del gasto, que estimaron en 1,6% del PBI.
La consultora PxQ también observó esa última particularidad pero aseguró que el ajuste previsional de 2024, con la fórmula nueva, sería mayor a ese 0,4% del PBI que circula en los despachos oficiales, y que en realidad representaría el doble de proporción en el paisaje general de corrección fiscal para este año.
Una alta fuente oficial detalló ante una consulta de Infobae que la hoja de ruta del ajuste fiscal le reserva al recorte del gasto previsional unos 0,4% del Producto. Estimaciones privadas creen que es el doble
“En términos del gasto, bajo los supuestos macro del escenario base, en 2024 el ahorro que se podría alcanzar por implementar una nueva fórmula sería menor al que se lograría aplicando la fórmula actual (-0,9% del PIB con la fórmula nueva vs -1,2% del PIB con la fórmula actual)”, midió un informe de la consultora fundada por el ex viceministro de Economía Emmanuel Álvarez Agis.
“Sin embargo, en 2025 la fórmula actual podría significar un rebote del gasto en porcentaje del Producto hasta 7,2%, mientras que el esquema propuesto por La Libertad Avanza podría servir para congelar el gasto en jubilaciones y pensiones en torno a 6% del PIB”, mencionó. Es decir: el esquema actual ahorra más en el primer año y gasta más en el segundo, mientras que la fórmula nueva por decreto hace el proceso contrario y estabiliza el gasto previsional en términos del PBI.
En rigor, el excel de Luis Caputo con las previsiones iniciales de qué magnitud tendría el ajuste fiscal para cada renglón presupuestario ya estimaba, de arranque, que el recorte en el área previsional tendría una media levemente menor al medio punto del Producto. El Gobierno necesita 5 puntos del PBI de poda si quiere mostrar equilibrio financiero en el primer año de mandato libertario.
La activación de apuro del cambio de fórmula por DNU en lugar de esperar el resultado de una negociación en el Congreso respondió a que el escenario de base que se habían planteado en el Palacio de Hacienda es que la puesta en marcha de un esquema nuevo no llegaría antes del segundo trimestre del año. Si hubiese sobrepasado la barrera de abril, el cambio de fórmula debería haber operado recién desde septiembre.
El Gobierno necesita 5 puntos del PBI de poda si quiere mostrar equilibrio financiero en el primer año de mandato libertario
“Ahora la fórmula ajusta mensualmente, con lo que las jubilaciones ya no tienen más rezago financiero, y además en la medida que la inflación baje, van a seguir recomponiendo poder de compra”, defendieron el nuevo esquema jubilatorio desde el equipo económico ante una consulta de Infobae. Aún no aclaró el Poder Ejecutivo si la Asignación Universal por Hijo (AUH) y por Embarazo (AUE), atadas al reajuste trimestral jubilatorio, seguirán el mismo derrotero. El decreto publicado este lunes no lo especifica y desde el Ministerio de Economía no dieron precisiones.
Un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) analizó esa cuestión y consideró: “Nuestra interpretación es que se aplicaría la nueva fórmula atada a inflación desde julio (con inflación de mayo), pero sin tomar los adelantos de abril, mayo ni junio que sólo alcanzarían a las jubilaciones. Es decir, estas prestaciones se actualizarían en junio por la movilidad anterior y recién en julio por la nueva fórmula”, apuntaron.
La activación del cambio de fórmula por DNU respondió a que el escenario de base que se habían planteado en Hacienda es que la puesta en marcha de un esquema nuevo no llegaría antes del segundo trimestre
“Si efectivamente se aplicara de esta forma, la PUAM y PNC tendrían un peor derrotero que las jubilaciones (en el caso de la AUH habría que considerar el incremento de ciento por ciento determinado por el Poder Ejecutivo en enero 2024)”, concluyeron.
El debate sobre el peso de las jubilaciones en el ajuste fiscal que concretó el Gobierno en los primeros meses de gestión fue uno de los argumentos de la oposición para propiciar un cambio urgente de fórmula que permita la recomposición del poder adquisitivo de los haberes. La Coalición Cívica presentó un proyecto propio en el Congreso, con un aumento “compensatorio” por la inflación acumulada mayor al 12,5% que estableció el Gobierno por decreto este lunes.
“En el primer bimestre del año, el gasto en prestaciones sociales explicó el 42% de la caída del gasto primario”, mencionó el informe de PxQ, también publicado esta tarde. El mismo reporte mencionó que el hecho de hacer mensual la actualización durante el trimestre en que seguirá vigente la fórmula actual trimestral (abril, mayo y junio) hará que el incremento de haberes acumulado será de 56%, mientras que si solo se aplicara un único aumento en junio la suba sería de 46,9 por ciento.