Uno por uno, cuáles son los sectores que más pueden sufrir la recesión este año

La caída de la demanda afecta en mayor medida a los sectores que producen bienes no esenciales, según un informe de un ex ministro de Alberto Fernández. Aseguran que la caída del PBI en 2024 podría alcanzar el 4,9%

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Se espera que las ventas y producción del sector automotriz se vean afectadas por la caída del ingreso y cambio en la composición de la oferta local (Abeceb)
Se espera que las ventas y producción del sector automotriz se vean afectadas por la caída del ingreso y cambio en la composición de la oferta local (Abeceb)

El ajuste fiscal y la caída del poder adquisitivo en los primeros meses del gobierno de Javier Milei están impactando en la demanda agregada de la economía y en un contexto recesivo, hay sectores como el de electrónica, automotrices e indumentaria que serían los más afectados, según un informe de Audemus.

Cuando la economía se contrae, los consumos que más se recortan son los de bienes no esenciales, llamados también elásticos. Es decir, aquellos cuya demanda varía en función de su precio.

En este sentido, la consultora de Matías Kulfas, ex ministro de Producción de la gestión de Alberto Fernández, midió cuáles son los sectores productivos más sensibles a la recesión. En detalle, si el índice de elasticidad arroja un valor de 2 para un sector, significa que por cada punto porcentual que crece o cae el PBI, la producción del sector se expande o cae en 2 puntos porcentuales. “Un valor más alto supone que es más elástico o procíclico al ciclo económico”, precisaron desde Audemus.

Las ramas procíclicas son mayormente bienes de consumo no esenciales (electrónicos, indumentaria o automotriz) o bienes de capital (maquinaria y equipos).

En diálogo con Infobae, Kulfas señaló que “muchas de las ramas con elasticidad alta, como indumentaria, construcción, cuero y calzado y electrónica; son muy intensivas en empleo”. Por este motivo, una caída en la actividad de estos sectores tendría un impacto considerable sobre el empleo.

Por caso, la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) estimó que el sector perdió más de 80.000 puestos de trabajo desde diciembre pasado. Estiman que en marzo “continuarán bajando dado que no se han revertido ninguna de las causas que motivan la caída”.

El sector textil- indumentaria contaba en 2022 con más de 519.000 personas, según un informe de Fundar de diciembre pasado.

El sector más afectado por la caída de la demanda sería electrónicos (Audemus)
El sector más afectado por la caída de la demanda sería electrónicos (Audemus)

El ex ministro de desarrollo productivo sostuvo que no ven “una recuperación en V cerca de mayo como sostienen algunos”. En un escenario optimista, con recomposición de reservas y obtención de financiamiento, la caída del PBI, excluyendo al sector agropecuario, sería de 5,4%. Caso contrario, la baja alcanzaría el 7,1%.

“A su vez, cuando la economía entra en recesión, las inversiones productivas se desploman y cae la producción de bienes de capital. Esto ocurre por lo que se conoce como ‘efecto acelerador’ de la inversión: cuando el PIB crece, la inversión crece más que proporcionalmente”, asegura el informe.

Por su parte, el sector primario y la agroindustria son actividades con baja elasticidad ya que producen bienes esenciales, tienen orientación exportadora y algunos segmentos dependen directamente de los resultados de la cosecha.

Tras la recuperación del sector, superada la sequía de la campaña anterior, le suma dos puntos a la actividad económica. Siendo optimistas, el PBI incluyendo al agro caería 2,8% y en el pesimista, desde Audemus esperan un desplome del 4,9%.

Por su parte, “la producción petrolera también ha sido inelástica ya que no responde tanto a la demanda local sino a regulaciones, incentivos y disponibilidad de hidrocarburos. Un caso parecido al del sector minero, ya que la mayor parte de su producción la determina la demanda internacional”, indicó el informe.

Perspectivas para 2024

En este sentido, desde Abeceb, estiman que la producción de petróleo va a crecer este año 7,4% y la de gas, 4,3%. Con la liberalización de precios de combustibles y de permisos de exportación, “se anticipa un salto productivo en segunda mitad del año. Se estima superávit de USD 3.000 millones por exportaciones desde Vaca Muerta”, detallan desde la consultora.

En tanto, las exportaciones mineras subirían 11,1% anual y el sector generaría USD 4.379 millones.

Las perspectivas para la industria son poco alentadoras: según Abeceb, se va a ver afectada “por la contracción de la actividad y la demanda interna, principalmente las ramas de bienes durables y las vinculadas a la construcción. Atenuarán la caída la recuperación de los sectores vinculados al agro y los proveedores de insumos de sectores dinámicos”, sostienen.

Respecto a la construcción, el ajuste de la obra pública se encuentra en niveles históricos. “En enero la caída del financiamiento fue superior al 80% en términos reales, y la reducción del gasto podría continuar”, dice el informe.

En lo que respecta al sector automotriz, que tuvo un 2023 positivo, Abeceb espera que las ventas y producción se vean afectadas por la caída del ingreso y cambio en la composición de la oferta local. “Se prevé una contracción en el mercado automotriz por la caída de la actividad y el salario real, profundizada en el primer semestre. La paulatina normalización del comercio exterior permitirá una oferta más diversa con mayor participación de vehículos importados. En tanto, la caída de la producción estará atenuada por un incremento de las exportaciones con destino a Brasil y resto de Latinoamérica”, explica el informe.

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