El presidente de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI), Claudio Drescher, advirtió este jueves que los efectos de la política económica del Gobierno de Javier Milei dejaron a la industria “al borde del colapso”, por lo que se profundizaron los despidos y las suspensiones.
“Todos estos despidos que están sucediendo, cuando ya tenemos 50% de pobres, esa gente va a perder el trabajo, no va a tener ingresos. ¿Qué van a hacer? ¿Más planes sociales? No, no hay más planes sociales. ¿Qué va a pasar con los hijos de 15 años de los trabajadores despedidos? ¿Qué van a ir a hacer? ¿Qué van a hacer los pibes de 15 años que su papá fue despedido de una fábrica de confección? ¿Qué van a hacer? Afanar. ¿Cuántos tanques vas a comprar? ¿Cuántas pistolas especiales vas a comprar? ¿Cuántos patrulleros vas a comprar? Si no hay empleo, la Argentina no tiene futuro”, alertó el empresario en declaraciones a Radio Mitre.
En ese sentido, Drescher sostuvo que no conoce ningún país desarrollado sin industria mientras que dio los ejemplos de Alemania, Italia, Francia, Japón y Estados Unidos.
En tanto, apuntó contra la política del Gobierno: “Que el sector tiene que mejorar, seguro. Que el Estado tiene que mejorar, ni hablar. Venimos de una época nefasta, pero lo que estamos aplicando como política va a traer un gravísimo problema social y estructural en la Argentina que yo creo que no lo están viviendo. No hablo de las empresas, no hablo de indumentaria. Mi preocupación es mucho más global”.
“No se habla de desarrollo, no se habla de producción. No es un tema monetario la economía. Es mucho más global. Escucho de ahorrar y no de crecer. Vos tenés que hacer las dos cosas. Porque si no, si solo pensás en ajustar gastos, lo que te va a quedar es una distribución muy baja que va a afectar realmente a la salud de la población desde todos los puntos de vista. Ordenar la macro también es hacer crecer la economía”, agregó.
Por otro lado, advirtió los efectos de la recesión sobre el entramado social y alertó por el impacto en la clase media. “El nivel de marginalidad que tiene Argentina es horroroso. Con esta política nos vamos a convertir en uno de los países latinoamericanos bananeros y a la clase media la van a destruir. No va a quedar nada de todo esto”, consideró.
Al ser consultado por el precio local de la ropa, el titular de CIAI afirmó que en el país existe diferencias “tremendas” y mencionó que una remera puede costar $5.000 o $50.000 dependiendo la marca o la calidad del producto. Sin embargo, sostuvo que las importaciones no están cerradas y que su sector no tiene inconvenientes con la competencia. “No somos proteccionistas, de ninguna manera.
“El tema es que vos tenés un arancel de Mercosur que nos parece correcto frente al sureste asiático y tenés que tener un dólar de equilibrio. Ahora si el dólar pasa a $300 y después se va a $1.300 y ahora baja a $1.000. Con esos movimientos bruscos, inesperados, es muy difícil saber si la competitividad de la Argentina es correcta. Pero igual te digo la verdad, yo no tengo ningún problema que acá se abra la competencia. Me parece correcto”, dijo Drescher.
De todos modos, apuntó contra la flexibilización al ingreso de productos de la canasta básica desde el exterior que decidió el Gobierno: “El tema son los instrumentos que nosotros tenemos. Lo que hicieron con los alimentos es grave. Había una lista que eran carísimos. ¿Qué hacen? Le baja los impuestos a los importadores. ¿Pero vos podés entender el absurdo? Si esos precios estaban por encima, que le bajen los impuestos al productor nacional. Creo que ahí, la verdad que los funcionarios no están entendiendo el tema que hoy tenemos una recesión profunda con una industria absolutamente al borde del colapso”.
“Esto lo que a mí me preocupa, ya se lo digo no como empresario, se lo digo como un argentino que ama este país y cumple más de 70 años. Realmente tengo muchas ganas de que mis nietos vivan en un país que sea feliz. Y yo no lo veo feliz este país. No veo que estemos haciendo cosas para que seamos felices. No importa mi empresa, no importa la industria. Si no tiene que haber ropa argentina, que no la haya. Yo quiero que la gente esté bien. Quiero que mi país sea feliz, quiero que mis nietos vayan por la calle y no le afanen el celular. Quiero poder salir y saludar a los vecinos. Esa es la Argentina que amamos. Esa es la Argentina que tenemos que defender”, concluyó Drescher.