“Sobreajuste”, menos pesos y superávit gemelos: cómo leen en el Gobierno la suba de bonos y la caída del riesgo país

Los bonos del Tesoro en dólares acumulan subas de entre 35 y 40% en lo que va del año y algunos cotizan por encima de los 50% de paridad. Qué piensan en el equipo económico y qué variables mira el mercado para las próximas semanas

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Ministerio de Economía
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El Gobierno celebra, por ahora por lo bajo, la escalada de los bonos argentinos que empujaron al riesgo país a sus niveles mínimos en dos años y medio, y lo atribuye a un par de indicadores económicos clave y a que, asumen, el mercado decodificó que el equipo económico continuará por la vía del fuerte ajuste fiscal, licuación de pesos para mejorar el balance del Banco Central y la acumulación de reservas más allá de los reveses, reiterados, que sufrió el oficialismo en el plano político.

Los bonos del Tesoro exhibieron ayer miércoles otra marcada mejora. Entre los que tuvieron mayores volúmenes de negociación, el AL30 en dólares subió otro 3,4% y ya cotiza por encima de los USD 52. En lo que va del mes acumula un avance de 13,8% y de 37,6% desde que arrancó 2024.

El GD30, también en moneda norteamericana, avanzó 3,2% hasta la zona de los USD 54 de paridad. Otros bonos globales como los 2035, 2038, 2041 y 2046 aún permanecen por debajo de los 50 dólares. El riesgo país, en línea con ese escalada de los bonos en dólares, marcó una caída hacia niveles que no registraba desde septiembre de 2021, por debajo de los 1.500 puntos.

“El mercado de bonos vuelve a tocar precios del canje de deuda del 2020 y acumulan subas que van del 35% al 40% en dólares en lo que va del año”, consideró Mauro Natalucci, de Rava. “Pronto se comenzará a cuestionar la efectividad del programa de Milei en las próximas semanas. ¿Logrará Milei implementar aumentos de tarifas energéticas y ajustar las fórmulas de pensiones para asegurar un superávit fiscal? El nivel de tolerancia social servirá como indicador crucial. Parece que el escenario del mercado se ha vuelto más binario”, opinó Javier Casabal, de AdCap Grupo Financiero.

“Se valora favorablemente la política económica en marcha en los primeros meses de gestión, aún dentro de un contexto de tironeos políticos, dado que permite avanzar hacia una normalización. Dicha expectativa viene impulsando las valuaciones de los activos financieros anticipadamente a una posible mejora en la economía real a futuro”, dijo por su parte Gustavo Ber.

Los bonos del Tesoro exhibieron ayer miércoles otra marcada mejora. Entre los que tuvieron mayores volúmenes de negociación, el AL30 en dólares subió otro 3,4% y ya cotiza por encima de los 52 centavos de dólar

Son algunas de las lecturas que hacen en el mercado. En el Gobierno evitan hablar de “fiesta” o “euforia” financiera pero aseguran que la tendencia alcista responde a que los últimos datos macro, en términos fiscales, de intercambio comercial y de acumulación de reservas fueron más favorables para el equipo económico de lo que esperaba a priori el mercado. Los vaivenes políticos, por ahora, tienen menos peso en el sentimiento inversor.

“El mercado cada vez más entiende y valora que el rumbo no se va a cambiar, más allá del apoyo parlamentario”, dijo ante una consulta de Infobae una alta fuente del equipo económico. “La ortodoxia fiscal y monetaria vino para quedarse, y eso está haciendo bajar la inflación más rápidamente de lo que se pensaba”, consideraron.

En el Palacio de Hacienda señalan que una señal que el mercado leyó como positiva es la del “sobreajuste” fiscal, incluso a pesar de que el carácter del recorte de partidas que aplicó el ministro de Economía Luis Caputo desde que comenzó su mandato generó tensiones con gobernadores y plantea dudas sobre la sostenibilidad de ese proceso: las jubilaciones y la obra pública fueron también dos partidas víctima de esa motosierra.

Hace algunos días Infobae explicó que el ajuste fiscal había sido mucho más alto del previsto ante el FMI y de lo que incluso se planteó el propio equipo económico para alcanzar el déficit cero. El segundo mes del año terminó con un superávit primario -sin intereses de deuda en la cuenta- de 1,2 billones de pesos. Como en enero esa cifra había sido de un billón de pesos, en el acumulado del primer bimestre del 2024 el superávit primario fue de 3,2 billones de pesos, que según aseguró el ministro de Economía equivalen a unos 0,5% del PBI.

“El mercado cada vez más entiende y valora que el rumbo no se va a cambiar, más allá del apoyo parlamentario”, dijo ante una consulta de Infobae una alta fuente del equipo económico

Al sumar en la consideración los intereses de deuda, en febrero se pagaron casi $895.000 millones por lo que el superávit financiero fue, en defintiva, de $338.000 millones. Un mes antes esa cifra había sido de casi $520.000 millones. Como el Gobierno se propuso tener equilibrio financiero -no superávit-, otra forma de verlo es que el equipo económico realizó un “sobreajuste” de unos $856.000 millones.

Dicho de otra forma, aún si hubiese gastado $856.000 millones “de más”, todavía podría mostrar equilibrio en las cuentas públicas y no se habría movido de su objetivo central. Los números fiscales que acumula en el primer bimestre del año también implican un terreno allanado para cumplir con la primera meta trimestral acordada con el Fondo Monetario.

Para fines de marzo el superávit primario debería ser de $962.400 millones, por lo que el Palacio de Hacienda arrancó el mes de marzo con un margen de maniobra de 2,2 billones de pesos para no incumplir con ese objetivo explicitado en el último staff report.

El ajuste monetario, aseguran en Economía, también fue una señal lo suficientemente convincente hacia el mercado. Según estimaciones de un informe de IAE Business School de la Universidad Austral, las reservas brutas del BCRA tuvieron una suba de 23% respecto de inicio de año en términos nominales. “Así, la recomposición de activos externos del Banco Central representa un aumento nominal acumulado de USD 5.415 millones”.

“Con la recuperación bruta de las reservas la estimación del nivel neto resultaría en USD 2.584 millones negativa promediando el mes de marzo. Resultado neto de asignaciones por derechos especiales de giro del FMI, obligaciones monetarias con otras entidades (swaps) y los depósitos por encajes en moneda extranjeras de entidades financieras”, planteó IAE.

La base monetaria también tuvo una caída, en paralelo. Quantum Finanzas, de Daniel Marx, lo puso en números. “La base monetaria en su definición tradicional es 1,9% del PBI, 2,7 puntos menos que hace un año (4,6% PBI). La caída está concentrada principalmente en la contracción del circulante en poder del público. La definición de base monetaria amplia (sumando los pasivos remunerados) es 7,1% del PBI, menos de la mitad que hace un año (14,6% del PBI)”, resumió.

Cerca de Luis Caputo también mencionan otros dos elementos como factores para explicar el espaldarazo financiero al rumbo de Gobierno. Por un lado, el otro superávit, el externo, cuyos datos se dieron a conocer esta semana. Y por otro, posiblemente el más discutido entre economistas y consultores, la expectativa de una recuperación de la actividad económica en un trazo de la letra “V” si uno se imaginara un gráfico de líneas. Por ahora no se conoce si el fondo de esa V ya tuvo lugar y, además, qué elementos empujarían a la economía con semejante fuerza hacia arriba luego.

Los números fiscales implican un terreno allanado para cumplir con la primera meta trimestral acordada con el FMI. Para fines de marzo el superávit primario debería ser de $962.400 millones, es decir que Caputo tiene un margen de maniobra de 2,2 billones de pesos

Sobre el superávit externo, Abeceb mencionó que se trató del “tercer superávit comercial consecutivo, con un saldo positivo en la balanza comercial de USD 1.438 millones”, lo que implica el mayor desde octubre de 2022. Esto significaría una expansión de USD 1.228 millones respecto al leve superávit de USD 210 millones comercial registrado en febrero de 2023. En el primer bimestre del año el saldo positivo de balanza comercial fue de USD 2.223 millones. Como comparación en los dos primeros meses del año pasado había tenido lugar un déficit de 232 millones.

La actividad económica da menos señales de una recuperación en el corto plazo. Un informe de este miércoles de la Fundación FIEL, que anticipa cuál fue el comportamiento de un sector clave como la industria manufacturera, planteó que en febrero registró una caída interanual de 7,1% y de 3,8% en comparación con el mes anterior. En enero-febrero el desplome interanual fue de 6,5%, indicaron.

“La industria registró en febrero una nueva y difundida contracción de la actividad, acelerando el ritmo de caída en el primer bimestre. Todos los tipos de bienes registran retrocesos, resultando los más profundos el de los bienes de capital y consumo durable. En el corto plazo no se tienen señales de reversión de la recesión industrial”, concluyó FIEL.

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