Aunque el Gobierno ya había contabilizado que este año no se recuperarían los USD 20.000 millones que se perdieron el año pasado por la sequía debido a la contundente baja de precios internacionales de los commodities, no tiene forma de saber cuántos granos venderán los productores en los meses que se avecinan; y según el mercado, las cifras serán tan negativas como las del año pasado, cuando azotó al país una profunda sequía. Claro que la posición de reservas, si bien todavía es negativa, mejoró notablemente desde diciembre pasado –el BCRA efectuó compras netas por USD 10.759 millones–, pero en los despachos oficiales siguen haciendo números y analizando los pasos a seguir de no contar con la liquidación de divisas esperada.
En el sector exportador ya le advirtieron al ministro de Economía, Luis Caputo, que los productores no están vendiendo ni quieren hacerlo por el momento y que esperan una liquidación de exportaciones en torno a los USD 1.500 millones mensuales en los próximos tres meses, cuando en el 2021, año similar en producción al actual, el ingreso de dólares osciló entre USD 2.700 millones y USD 3.500 millones. El año pasado, el número de marzo fue muy bajo (USD 1.228 millones), pero luego el Gobierno logró una mejora a raíz de los diferentes “dólar soja” que lanzó el ex ministro Sergio Massa para tentar a los productores y las grandes cerealeras.
“Este gobierno no habla ni negocia, es diferente a los demás. Ellos van a unificar el mercado cambiario y levantar el cepo cuando crean que están las condiciones dadas, pero mientras tanto habrá que sobrevivir con lo poco que se logra comprar”, dijo a Infobae una fuente del mercado.
Las especulaciones en torno a lo que podría llegar a hacer el Gobierno para mejorar la liquidación son diversas (desde incrementar el porcentaje de exportaciones que pueden liquidar al CCL, el famoso blend de 80%-20%; bajar retenciones, entre otras alternativas), pero en el sector afirman que Caputo envió reiterados mensajes en torno a que no habrá ningún dulce y que habrá unificación del tipo de cambio cuando esté dado el contexto. Incluso, una alta fuente oficial aseguró a este medio que “no habrá ningún régimen especial para el campo y que no habrá cambios en el régimen cambiario”. “El régimen es el que es”, dijo de forma contudente.
De ser así, afirman en el mercado, las ventas de soja y maíz por parte de los productores serán lentas y se limitarán a lo estrictamente necesario para cubrir diferentes tipos de gastos.
Consultado al respecto el coordinador de la Comisión de Granos de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Santiago del Solar, reconoció que “hay muy poca venta de los productores” y que, en el caso de la soja, “las compras de la industria alcanzan las 9 millones de toneladas de las cuales sólo 1 millón tiene precio”. La cosecha aún no arrancó –faltan algunos días pero las recientes lluvias complican el panorama–, pero se esperan unas 49 millones de toneladas. “Hay unas 10 millones de toneladas que se van a ir vendiendo de acá a junio. Por ahí hoy los productores prefieren esperar un poco, pero hay compromisos, vencimientos importantes en abril, mayo y junio”, dijo el ruralista.
Son varios factores los que inciden en esta reticencia a vender por el momento. Por un lado, el avance lento del tipo de cambio oficial (al 2% mensual) y la inflación elevada hace que el tipo de cambio pierda cada vez más competitividad y surjan especulaciones en torno a una posible mejora; por otro, los precios de la soja y el maíz han caído fuertemente. En el caso de la oleaginosa, de valer USD 510 la tonelada en mayo de 2023, hoy se ubica apenas por encima de 400 dólares. Y el precio FOB del maíz cayó de USD 240 que cotizaba en ese mes del año pasado a menos de UDS 190 la tonelada hoy.
“El mercado quedó enrarecido, de todos los rumores que hubo de dólar soja, que se decía que no y finalmente ocurría. El gobierno anterior rompió el mercado de la soja”, cuestionó Del Solar. De todos modos, el directivo de la SRA señaló que “la cosecha va a estar y se va a vender, ya que es poco lo que se guarda, pero tal vez se demore más de lo habitual”.
“El mercado quedó enrarecido, de todos los rumores que hubo de dólar soja, que se decía que no y finalmente ocurría” (Del Solar)
La posible unificación cambiaria a mediados de año, que el propio presidente Javier Milei dejó entrever, es otro de los motivos que puede estar demorando la venta por parte de los productores. Porque para comprar insumos para la próxima campaña deben hacerlo a un dólar que incluye el impuesto PAIS del 17,5 por ciento. “Entonces algunos tal vez prefieren esperar a comprar esos insumos, y por ende, no necesitan vender los granos para eso. Hoy no tenemos el mismo dólar para exportar que para importar. Por lo tanto, la salida del cepo le mejora la ecuación al campo”, explicó el directivo.
Pese a este escenario, hoy el equipo económico respira tranquilo. Afirman tener más reservas que las que pensaban que tendrían y ello explica las recientes medidas de flexibilización de pagos a las importaciones anunciadas días atrás. “Si tenemos que vender, venderemos”, se atajan en el Banco Central (BCRA), al ser consultados sobre cómo manejarán la falta de ingreso de divisas que proyectan en el sector exportador. Pero al mismo tiempo aclaran: “Las importaciones en marzo también están siendo más bajas que lo proyectado”. Y ello les daría un poco más de aire.