Mientras la dinámica del dólar se mantiene ajena a cualquier factor que exceda las variables puramente financieras, el resto de los activos es mucho más sensible a otros estímulos. El principal de ellos, el avance (o retroceso) de las reformas económicas de Javier Milei en el contexto de una negociación política que empieza a trabarse nuevamente.
En las horas previas a que el Senado rechazara el DNI 70/2023, las acciones y los bonos soberanos parecían descontar el resultado de la sesión. Las acciones retrocedieron a nivel local 1,8% en dólares y aquellas que cotizan en Wall Street también cerraron mayormente a la baja. Otro tanto ocurrió con los títulos de la deuda en dólares: todos cerraron con bajas. El que más sufrió fue el AL35. Ese desempeño negativo en la previa podría mitigar el efecto a partir de hoy, que en definitiva dependerá en gran medida de la reacción oficial ante el nuevo revés en el Congreso.
Esa es, en rigor, la “variable” que obsesiona a los inversores, particularmente en el exterior: qué nivel de apoyo conseguirá la gestión libertaria para sostener el ajuste en marcha e imponer las reformas prometidas. En ese contexto, la convocatoria al Pacto de Mayo logró que los mercados olvidaran por completo el traspié oficial de la Ley de Bases y, a caballo de los buenos resultados fiscales, la acumulación de reservas y la desaceleración de la inflación, renovaron su confianza en el plan de Milei. Pero el voto de los senadores de anoche vuelve a encender las luces amarillas.
“Para la negociación con los gobernadores te debilita, porque necesitas más que nunca de Diputados y vuelve a exponer debilidad legislativa y de armado”, consideró el economista Gabriel Caamaño, en línea con algunos operadores que no advierten una tensión extrema en el mercado a partir de hoy pero sí una moderación del entusiasmo.
“Preguntan más por la gobernabilidad que por cuándo se levanta el cepo”, confió a Infobae un ejecutivo de un banco que recibe desde hace semanas distintos fondos de inversión que llegan a conocer en el terreno la implementación de las medidas que adoptan Milei y su ministro de Economía, Luis Caputo. Hasta ayer, esos turistas financieros tomaban el vuelo de regreso con altas dosis de optimismo. Ayer, el Senado echó un manto de dudas sobre esa mirada positiva.
Porque, aun cuando Milei logre conservar altos niveles de adhesión incluso en medio de la etapa más dura del ajuste, la política parece seguir siendo una asignatura pendiente. El mercado todavía no vio ningún avance de ninguna de las medidas en el Congreso. Y el rechazo al DNU en el Senado hace mella en las expectativas positivas que había hasta el momento respecto de la negociación con los gobernadores para la Ley de Bases, previo a la firma del Pacto de Mayo. Esa negociación fue bien recibida por los inversores en el exterior.
Una misión reciente del Bank of América, por caso, reseñó a sus clientes el optimismo, aunque moderado, en torno a “las posibilidades de un acuerdo entre el Gobierno y los gobernadores para aprobar un paquete de leyes que incluya medidas económicas fundamentales. Las leyes podrían incluir un cambio en la fórmula de las pensiones, un pacto fiscal para aumentar los ingresos y un régimen de promoción de proyectos a gran escala en los sectores de los hidrocarburos y la energía”. El banco norteamericano consideró que ambas partes tienen incentivos para llegar a un acuerdo, ya que los ingresos de la provincia están cayendo alrededor de un 25% interanual y el Gobierno necesita consolidar el ajuste fiscal. Destacó asimismo que incluso parte de la reforma laboral cuenta con apoyo político. Sin embargo, advirtió: “La incertidumbre se mantiene”.