Por la suba de los alimentos, los supermercados mayoristas son los grandes ganadores en la pelea por atraer consumidores

Se desploman las ventas en los comercios de cercanía, mientras crece la cantidad de familias que optan por hacer una compra grande por mes. Aseguran que el ahorro de costos puede llegar al 30%

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Por la suba de los alimentos, los supermercados mayoristas son los grandes ganadores en la pelea por atraer consumidores
REUTERS/Agustin Marcarian
Por la suba de los alimentos, los supermercados mayoristas son los grandes ganadores en la pelea por atraer consumidores REUTERS/Agustin Marcarian

Los mayoristas se consolidaron en el primer trimestre del año como los grandes ganadores en la pelea por atraer consumidores. Al revés de lo que pasa en supermercados y autoservicios, que sufren fuertes caídas de ventas por la pérdida del poder adquisitivo de los salarios, las grandes superficies captan cada vez más público que busca ofertas. Las empresas líderes están operando con subas de 5% en ventas, mientras que los autoservicios sufren estrepitosas caídas, superiores al 30% interanual, según el último relevamiento de CAME.

La preferencia por comprar en grandes superficies viene en aumento como una manera de maximizar las oportunidades de ahorro. Ya el año pasado las cifras del INDEC mostraban este fenómeno: las ventas en supermercados crecieron en 2023 apenas un 0,9% respecto al año anterior, mientras que en los mayoristas aumentó 4,7%. En ambos casos, las ventas sufrieron significativamente en la última parte del año, en un contexto de inflación creciente.

Esta merma de ventas en el rubro alimentos y bebidas se profundizó en la primera parte del año ante el fuerte salto de los precios. En el acumulado de los últimos doce meses, la suba en alimentos y bebidas ya llega al 303%, según los últimos datos difundidos por el INDEC. Se trata de un incremento que se ubica por arriba del índice general, que acumula un 276%.

Los mayoristas vienen trabajando hace tiempo en un cambio de modelo de negocios. Ahora sus principales clientes ya no son los autoservicios de barrio, que hacen allí sus compras, si no directamente el consumidor final. “Antes no queríamos que venga la gente, porque se enojaban los dueños de los mercados de barrio. Pero fuimos adaptando el formato de ventas para volverlo mucho más amigable y los resultados están a la vista”, indican ejecutivos del sector.

El modelo con el que trabajan lo denominan “compra inteligente”, que permite acceder a descuentos de hasta 30% en una compra grande. Aprovechan además que el modelo tradicional de abastecimiento de las familias está cambiando.

Las estadísticas oficiales ya mostraron que el año pasado las ventas en mayoristas aumentó a un ritmo mucho mayor que en los supermercados. Pero esta tendencia se aceleró en el arranque de 2024, ante la necesidad de las familias de buscar ofertas y hacer rendir más los salarios, que pierden fuerte contra la inflación

Hacer una compra grande en el supermercado por mes e ir completando con el autoservicio de cercanía puede encarecer mucho los costos. Muchos eligen directamente hacer una compra más grande en el mayorista y hacerse de un stock mayor de productos. Además, de esta forma se evita ser víctima de listas de precios que se actualizan más de una vez al mes.

En medio de la caída de ventas y aumentos de precios, el Gobierno anunció que promoverá la compra de productos importados de consumo masivo, incluyendo alimentos, bebidas y artículos de higiene personal.

Según explicaron desde el ministerio de Economía, habrá una mayor disponibilidad de dólares para importadores, que podrán pagar la totalidad de la compra en 30 días en vez de los 120 que rigen actualmente. Y además, habrá una reducción de impuestos. El objetivo sería promover mayor oferta de productos y que la competencia ayude a mantener los precios bajo control.

Sin embargo, desde el supermercadismo creen que el impacto sería marginal, con impacto positivo en lo inmediato exclusivamente en alimentos que ya se importan como atún, bananas, palmitos o champignones.

En cambio, será mucho más difícil ponerse a importar productos finales de manera rápida y con volúmenes suficientes como para impulsar a la baja los precios de la producción nacional.

La Unión Industrial Argentina fue una de las primeras que alertó sobre los efectos en la industria nacional de las medidas anunciadas. “A raíz de los anuncios realizados por el Gobierno sobre los beneficios para importadores de productos terminados, manifestamos nuestra preocupación por el trato desigual para la industria. Mientras que los importadores de insumos debemos pagar en cuatro cuotas y el impuesto PAIS, los importadores de productos finales podrán hacerlo en una sola cuota y exentos de impuestos”.

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