Baja de tasas y canje: Luis Caputo no pone fecha pero avanza en el camino de levantar el cepo

El Gobierno se ahorrará $555.000 millones en el pago de intereses por la operación de ayer y el déficit cuasifiscal podría bajar de 5% del PBI según privados. Ambas cuestiones son clave para eliminar las restricciones cambiarias

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El secretario de Finanzas, Pablo Quirno, junto al ministro Caputo y el presidente del Banco Central, principal tenedor de la deuda canjeada. (Prensa Finanzas)
El secretario de Finanzas, Pablo Quirno, junto al ministro Caputo y el presidente del Banco Central, principal tenedor de la deuda canjeada. (Prensa Finanzas)

En simultáneo con la decisión del Banco Central de bajar a 80% nominal anual la tasa de interés de política monetaria y liberar la tasa de los plazo fijos -que ayer los bancos ofrecieron en 70% anual en promedio-, la Secretaría de Finanzas cerró el canje de deuda en pesos destinado a postergar los vencimientos de este año hasta el 2027. La operación alcanzó una aceptación del 77% sobre el total de vencimientos, lo que despejó pagos por unos $ 42,6 billones y le permitió ahorrar unos $550.000 millones en el pago de intereses de este año. El monto equivale a apenas 0,1% del PBI pero todo contribuye a la hora de sostener el superávit financiero y, sobre todo, eliminar una potencial fuente de inestabilidad cambiaria de cara al levantamiento del cepo.

Vale remarcar, de todos modos, que el volumen total involucrado en la operación se encontraba mayormente concentrado en manos de organismos estatales, principalmente el Banco Central, la ANSES y también bancos públicos mientras que la tenencia de los bancos privados se volcó en una baja proporción al canje. Desde el Ministerio de Economía aclararon en un comunicado que el sector privado aportó aproximadamente el 17,5% de sus tenencias, mientras que el sector público lo hizo casi por su totalidad.

Como sea, el Gobierno logró despejar la carga de intereses, tal vez el más obvio de los objetivos aunque no el único. Desde una óptica más abierta, este canje persigue un objetivo más ambicioso. Uno de los riesgos más grandes a la hora de normalizar el mercado cambiario era afectar la demanda por deuda en pesos y, por ende, el refinanciamiento de las licitaciones del Tesoro. De esta manera, si el equipo de Finanzas es exitoso en esta conversión, la probabilidad de comenzar la normalización cambiaria aumenta”, pronosticó la consultora PPI. Gracias a la masiva adhesión del sector público, la operación alcanzó un 77% de adhesión.

El canje de deuda se llevó adelante en paralelo a la baja de la tasa de interés dispuesta por el Banco Central, lo que reduce el déficit cuasifiscal, una obsesión del presidente Javier Milei y un paso indispensable según su plan para levantar el cepo cambiario. Al respecto, el asesor de Caputo, Federico Furiase, destacó que la medida adoptada por el Central “implica una baja de la tasa efectiva mensual de pases desde 8.6% efectiva mensual (TEM) a 6.8% TEM y, por lo tanto, una reducción de la emisión monetaria endógena (por intereses de pases) en torno a $530.000 millones por mes, equivalente al 5% de la base monetaria actual”.

Para algunos observadores del mercado, el punto destacado por Furiase es fundamental. Es lo que apuntaron desde la consultora financiera Delphos Investments: “La principal consecuencia para el BCRA es la disminución del déficit cuasifiscal de este año, que podría caer por debajo del 5% del PBI impulsado por la continuidad de la licuación de los pases pasivos y de los depósitos a plazo fijo”, explicó en su informe diario y agregó que esa decisión puede puede volver a impulsar a los dólares financieros, tal como ocurrió ayer.

“En este contexto las apuestas de carry trade soportan mayor incertidumbre. Nuevamente los títulos ajustados por CER y los plazos fijos UVA serían los más beneficiados por estas medidas ya que seguirían capturando el diferencial entre la inflación y la dinámica del tipo de cambio oficial (y paralelos) a mediano plazo. Por extensión, también ayudaría al canje de deuda”, concluyó.

Todo indica que así ocurrió. El canje tuvo un timing bien preciso ya que en abril comenzaban a aparecer en el horizonte “torres” de vencimientos muy altas, de 11,7 billones de pesos en un solo mes, según estimaciones de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC).

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