El secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, reiteró que uno de los principales objetivos del Gobierno es buscar la autosustentabilidad económica financiera del sistema bajo la premisa de que “la energía cuesta y hay que pagarla”, como parte de la hoja de ruta para dar señales de inversión al sector privado. También consideró que los precios locales del combustible deberían estar alineados a los internacionales para evitar desabastecimientos como el de noviembre de 2023.
“Yo diría que no hay un objetivo único, sino la consecución de distintos objetivos. El primero de ellos es buscar la autosustentabilidad económica financiera de los sistemas energéticos. Eso requiere entender un aspecto muy básico, que es que la energía cuesta y que hay que pagar por ella”, sostuvo el funcionario.
En ese sentido, apuntó a la política de subsidios de las últimas décadas: “Creo que los usuarios no sabían muy bien qué era lo que estaban pagando y por eso hemos tenido que volver a conceptos muy básicos”.
El secretario de Energía también reiteró la intención de que el precio del gas y de la electricidad debería ser el mismo para todos, como segundo concepto. El tercer es que el costo del suministro esté reflejado en la tarifa que se paga por consumo y también por la disponibilidad del recursos.
“Uno se puede preguntar por qué tenemos que pagar por esa disponibilidad para poder consumir. Bueno, cuando uno enciende la llave de la luz hay que entender que detrás de esa llave de la luz hay toda una infraestructura desde centrales, redes de transporte, redes de distribución, redes transformadoras que están disponibles para que nosotros podamos tener electricidad. No se hace por arte de magia, es toda una red que está disponible y por eso se cobra un cargo fijo en función que es distinto para las distintas categorías de usuarios”, explicó.
Por otro lado, destacó la importancia de que el subsidio del Estado Nacional llegue a los usuarios vulnerables con “consumo razonable”. Esa propuesta va en línea con la Canasta Básica Energética (CBE) que esperan aplicar desde mayo en adelante.
“Estas dos medidas de tarifas y subsidios además nos ayudan a reducir el déficit público y a reordenar los precios relativos de la macroeconomía, que son dos aspectos muy relevantes”, afirmó Chirillo.
El segundo paso del equipo energético del Gobierno es avanzar hacia una normalización del mercado: “¿Qué significa normalizar? Es hacer un cambio de modelo. En materia de petróleo y gas ese cambio pasa de dejar el mercado de autoabastecimiento y de soberanía energética a pasar a ser un país netamente exportador. Y por otro lado, en materia de electricidad, se deja el modelo centralizado, conducido fundamentalmente por el Estado y CAMMESA, y se pasa a un modelo descentralizado de responsabilidades fundamentalmente situadas en las inversiones privadas y en los agentes privados”.
En tanto, se refirió a la importancia de la Ley de Bases pero, en particular, el capítulo que cambiaba la Ley de Hidrocarburos, la modificación de la Ley de Concesiones y el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI).
“De tercero, una vez conseguido la autosuficiencia y normalizado los mercados, entonces pasamos del esquema de inversión pública a un esquema de inversión privada, para lo cual las reglas que se establecieron tienen que mantenerse y permanecer en forma estable. Con estos tres objetivos, lo que vamos a lograr es muy importante porque recuperamos el sector energético, conseguimos su crecimiento y que permita extender la mejora a otros sectores de la economía”, comentó.
Para Chirillo, la política de hidrocarburos tiene que ser acompañada “por precios locales alineados a los precios internacionales. Esto es para evitar situaciones de desabastecimiento, como hemos pasado en septiembre del año pasado, me parece, con ocasión de las nafta Super”.