El presidente Javier Milei aseguró que las promociones en lo comercios indican que los precios están bajando pero que eso no se refleja en el Indice de Precios al Consumidor (IPC) y que la inflación estaría en un dígito. La afirmación se basa en el supuesto de que el Indec no puede relevar iniciativas como el “2x1″ o “la segunda unidad a mitad de precio” con el que supermercados y bocas de cercanía intentan impulsar las venta. Sin embargo, la metodología del organismo indica que esos valores también pesan en la medición del índice de precios.
“Cuando uno toma el dato y lo limpia de arrastre estadístico, lo limpia de suba de tarifas y lo limpia de lo que es toda corrección de precios relativos que estaban atrasados y pisados por el gobierno anterior, el número cae en un dígito”, dijo Milei en diálogo con La Nación+.
Y explicó: “Cuando empieza a acelerarse la crisis las empresas empezaron a preciar con una tasa de inflación mucho más alta y con una situación bastante más compleja. En ese contexto, se encuentran que no pueden vender y en lugar de bajar los precios, empiezan con lo que se llama técnicamente fijación no lineal de precios que es 2x1 y todo ese tipo de promociones en realidad implica que los precios están bajando pero que no son manifestados en el índice”.
“En ese contexto, se encuentran que no pueden vender y en lugar de bajar los precios, empiezan con lo que se llama técnicamente fijación no lineal de precios que es 2x1 y todo ese tipo de promociones en realidad implica que los precios están bajando pero que no son manifestados en el índice” (Milei)
En la misma línea, y luego de una reunión con empresas de consumo masivo, el ministro de Economía Luis Caputo había dicho a través de X: “Coincidencia en que los precios van a seguir bajando y que es importante transparentar el precio real por unidad de los productos de manera que puedan ser capturados apropiadamente por el Indec”.
“A muchas empresas les pasó que pricearon sus productos esperando un escenario catástrofe que no se materializó. Hoy tienen precios de lista muy altos que la gente no convalida mayormente, y que ya han empezado a bajarlos, pero vía promociones, del tipo ‘60% de descuento en la segunda unidad’ o hasta ‘2x1′”, señaló Caputo.
“Estos descuentos si bien no los capta el Indec por su modalidad lógica de medición por unidad, son una clara señal de desaceleración inflacionaria”, afirmó.
Qué mide el Indec
En este contexto, el economista Gabriel Caamaño afirmó en su cuenta de X: “Innecesariamente se embarran con estas cosas. La promociones en cuestión, que son un mecanismo de discriminación de precios, están más de una década. No es algo nuevo. Y no es cierto que el Indec no las mida. Depende de como este armada la promoción”.
En diálogo con infobae, el especialista dijo: “La inflación está bajando, de eso no hay mucha discusión. La devaluación queda atrás, tenés un ancla cambiaria con crawling de 2% mensual. La discusión en todo caso es qué tan rápido y si se cumplen las expectativas que el propio gobierno alimentó. Por ejemplo, Caputo dijo que en febrero la inflación iba a estar más cerca de 10% que de 15%. Pareciera que no se va a dar eso. Entonces, empiezan a buscar excusas/razones para explicar por qué no”.
“Las promociones están hace rato, a menos que podamos argumentar que se incrementaron mucho más que en otros momentos y que están en absolutamente todos los canales de ventas, no solo en supermercados, y para todo tipo de alimentos (no solo empaquetados). Es más una excusa que una explicación que realmente se sostenga”, agregó.
“El IPC sí registra los precios de los descuentos o promociones de bienes y servicios disponibles para toda la población de referencia” (Indec)
En su metodología para medir el IPC, el Indec señala que “el precio que se releva en cada negocio es el que en ese momento debe pagar el consumidor por una compra al contado del artículo buscado. El artículo cuyo precio se recoge debe encontrarse a la venta al momento de la entrevista y disponible para su entrega. En cuanto a las ofertas especiales, se toman sus precios siempre y cuando exista un stock suficiente”.
Por otro lado, voceros del Indec le dijeron a Infobae que las promociones —cuando son generalizadas— sí son relevadas para el índice de precios.
En este contexto, y ante la consulta de Infobae, desde el Indec explicaron que sí relevan esos precios:
- El IPC releva precios 1) de los productos observables y comparables a través del tiempo, 2) que sean representativos del consumo de esa variedad, y 3) que estén disponibles para su entrega al momento de la compra. Los encuestadores registran el precio unitario de la variedad que se releva en el tiempo, por lo cual no hay tratamiento especial de 2x1, 3x2 o descuentos especiales en la segunda unidad.
- No se registran las promociones disponibles solo para determinados grupos de hogares consumidores (por ejemplo, para los clientes de un banco o billetera virtual; o únicamente para jubilados) porque, en la práctica, no están disponibles para toda la población.
- El IPC sí registra los precios de los descuentos o promociones de bienes y servicios disponibles para toda la población de referencia y que estén debidamente identificados en los puntos de venta. Por ejemplo, las ofertas específicas sobre un artículo o un conjunto de artículos pertenecientes a un mismo rubro (carne aviar, artículos de limpieza, liquidación en ropa y calzado por fin de temporada) aplicables a todos los consumidores sin discriminación, que se observan al momento de la recolección.
Pero más allá de si las promociones llegan o no a los relevamientos estadísticos, hay un punto más, y es que las mismas no tienen tanta incidencia en el nivel general de precios. Según explica el economista Federico Moll, “lo que plantea el Gobierno es que si las empresas de consumo masivo volcaran recursos, que hoy vuelcan a promociones, a reducir los niveles de precio, la inflación se reduciría por lo menos durante un período, que es el período en el cual se da efectivamente ese cambio de comportamiento”.
“La verdad es que incluso si pasara eso, el efecto sería muy acotado. Pensemos que alimentos y bebidas empaquetados, que son los que típicamente tienen descuentos, no llegan al 25% del IPC. A su vez, las promociones se dan sobre el canal moderno, es decir, en los supermercados, que no es el total del relevamiento que hace Indec”, dijo Moll.
“Ese 25% habría que dividirlo, por el peso de cada canal en cada una de las categorías, que no se sabe exactamente. Y de ese mundo ya reducido, hay una parte acotada que es la que efectivamente tiene promociones. Además, el Indec no calcula o no toma en cuenta las promociones a las cuales uno no puede acceder de forma universal y por unidad, osea, no toma en cuenta los 2X1, ni los 80% de descuento en la segunda unidad, ni los descuentos que son particulares para algún colectivo, como pueden ser jubilados”, precisó.
“Con lo cual el efecto final sobre el proceso inflacionario es muy, muy, muy chiquito. Al mismo tiempo, cada empresa es libre de tomar decisiones respecto a cuál es su política de promociones y de precios que cree conveniente, y esas decisiones no son fruto de caprichos, sino que de análisis bastante pensados respecto a cómo se comporta el consumidor en Argentina”, concluyó.