La liberalización de precios en servicios regulados que lleva adelante el Gobierno trajo fuertes aumentos durante el primer trimestre en luz, gas, combustibles, agua, medicina prepaga y transporte que fueron pisados durante los últimos años.
Ese proceso de “ordenamiento” en los precios relativos recién comienza, por lo que durante los próximos meses los usuarios recibirán nuevos incrementos que impactarán en el bolsillo de la población, alertan diversos economistas.
Esa dinámica es la que también le pone un piso más alto a la inflación por venir, según el consenso de los economistas reflejada en el Relevamiento de Expectativas de Mercado por parte del Banco Central.
El presidente Javier Milei sostuvo en reiteradas oportunidades que la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec de febrero estará en la zona del 15%, aunque “descontando regulados” afirmó que será más cercana al 10%. Una medición que se parece al “IPC núcleo” que excluye estacionales y regulados.
Estamos atravesando la fase más aguda del proceso inflacionario, que desacelerará por la combinación del ancla fiscal y monetaria, y, luego, por los efectos del plan de estabilización (BBVA)
En ese sentido, el último reporte trimestral que publicó el BBVA prevé que la inflación desacelerará tras el pico de 25,5% en diciembre que dejó la devaluación, pero que continuará elevada por la corrección de precios atrasados.
“Estamos atravesando la fase más aguda del proceso inflacionario, que desacelerará por la combinación del ancla fiscal y monetaria, y, luego, por los efectos del plan de estabilización que esperamos desde el segundo trimestre, acumulando 175% en 2024″, sintetizaron los economistas de la entidad en la Argentina.
Electricidad
En cuanto a la electricidad, los usuarios recibieron en marzo las facturas que contemplaron el aumento para los sectores de altos ingresos por la suba en el valor agregado de distribución, para todas las categorías que además estarán divididas en cuatro niveles.
La consultora Economía & Energía publicó en su último informe mensual una estimación de cuál será la magnitud de aumentos que recibirá cada tipo de usuario en base a su nivel de consumo y el segmento poblacional en el que se encuentre.
“Las facturas promedio mensuales se incrementan 183% para los usuarios residenciales de ingresos altos (de $10.467 a $29,637), mientras que para los de ingresos bajos es del 185% ($3.970 a $11.313) y para los de ingresos medios es del 177% ($5.518 a $15.260)”, destacó Economía y Energía.
Ante las medidas que definió la Secretaría de Energía, a estos incrementos se sumarán las actualizaciones mensuales en el costo de distribución a partir de abril y el nuevo criterio de asignación de subsidios que se presentó el último jueves. Como el nuevo esquema de subvenciones será más restrictivo que el actual, muchos usuarios recibirán fuertes aumentos.
El nuevo esquema de subvenciones al consumo de energía será más restrictivo que el actual
Además, con la nueva programación provisoria del precio de la electricidad para mayo-julio los hogares de altos ingresos recibirán un aumento del 115% por ese concepto de la factura respecto a abril, del 290% contra febrero y 340% contra enero. Habrá que ver si deciden trasladarlo o incrementar el gasto en subsidios,algo que atentaría contra el objetivo de superávit fiscal.
“Un hogar de ingresos medios debería multiplicar por 25 (veinticinco) veces lo que paga de energía eléctrica para eliminar subsidios a ese segmento. Sería un impacto en la factura de al menos 1.200%, por su composición promedio”, explicó el economista Julian Rojo.
Cuadros tarifarios
La Secretaría de Energía publicará en los próximos días los cuadros tarifarios de la última audiencia pública por los cuales comenzarán a regir las nuevas facturas.
Tal como informaron oficialmente, habrá un aumento en el precio de la producción de gas, el cual representa un 36% de las tarifas finales, para pasar de USD 0,7 a USD 4,1 de forma “escalonada” durante los próximos tres meses. A eso habrá que sumarle el incremento que se les convalide a las transportistas y distribuidoras, los otros componentes de las boletas además de los impuestos.
Si bien la última palabra la tendrá el Gobierno, aplicar ese combo se estima se traducirá en aumentos de hasta 700% en el caso de los residenciales de mayores ingresos.
Dentro de los próximos tres meses también se dará a conocer el nuevo mecanismo de aumento mensual que esperan aplicar para sostener en términos reales el valor de los consumos que pagan los usuarios.
Nafta y gasoil
YPF, líder en el mercado, prevé que todavía falta un aumento del 10% en el precio de la nafta y el gasoil en surtidores para alcanzar el objetivo de un precio de “paridad de importación”. Hacia adelante pesarán la actualizaciones previstas del impuesto a los combustibles y el traslado de la devaluación, con un deslizamiento del tipo de cambio oficial del 2% mensual.
YPF, líder en el mercado, prevé que todavía falta un aumento del 10% en el precio de la nafta y el gasoil en surtidores para alcanzar el objetivo de un precio de ‘paridad de importación’
Una semana atrás las petroleras decidieron un incremento promedio del 7,5% de sus productos por la primera de tres actualizaciones mensuales previstas para el impuesto a los combustibles líquidos correspondiente a marzo, y la evolución del tipo de cambio.
No es un secreto que la Secretaría de Energía dio vía libre a las empresas para acomodar sus precios más en línea con sus necesidades financieras ya que el congelamiento previo atentaba, entendían, contra el normal funcionamiento del mercado. La referencia es el precio de exportación de crudo y la importación de combustibles, conocidos como “import y export parity”.
En la petrolera estatal reconocieron que, traducido al surtidor, esa referencia implicaría que los usuarios paguen la nafta súper entre USD 1 y USD 1,20 por litro. Esa referencia la realizan al dólar oficial de $845,50 según la cotización del último jueves. De todos modos, no está claro el sendero en el cuál se llegará a ese objetivo.
El impacto de los aumentos en el bolsillo comenzaron a notarse en la baja del consumo y la migración de los consumidores hacia los precios más bajos
El impacto de los aumentos en el bolsillo comenzaron a notarse en la baja del consumo y la migración de los consumidores hacia los precios más convenientes.
Un informe de Politikon Chaco, en base a datos de Energía, precisó que en enero se registró una caída de las ventas del 5,8% respecto al mismo mes del año pasado y fue la peor desde febrero de 2021. Contra diciembre el retroceso fue del 7,5% mensual.
Medicina privada
Los afiliados a las prepagas recibirán en abril un incremento en sus planes de cobertura en un promedio cercano al 20%, según se desprende de los mail que comenzaron a llegar a los consumidores. Galeno aumentará 18,9%, Omint 17,3%, Swiss Médical 16,9% y Medicus 16 por ciento.
El DNU 70/2023 de Javier Milei implicó una desregulación para el sector, que se encontraba topeado durante el Gobierno anterior en sus intenciones de aumentar. Hubo un 40% de ajuste en enero, cerca del 27% en febrero, otro 20% en marzo y en abril llegarán los mencionados. Esa tendencia continuará a lo largo de todo el año.
Cabe aclarar que los fallos de la Justicia que ordenaron retrotraer las subas no son para todos, sino que abarcan a los amparos presentados en casos particulares.
Colectivos
Con el último aumento que decidió la Secretaría de Transporte, el boleto mínimo de colectivos pasó en febrero de $76,92 a $270 para la franja de hasta tres kilómetros.
La tarifa que le sigue (de tres a seis kilómetros, la más utilizada por los pasajeros del AMBA) se incrementó de $85,96 a $300,78, y la siguiente, de seis a doce kilómetros, llegó a $323,95 desde los $92,29 actuales. Las dos más caras (de 12 a 27 kilómetros y de más de 27 )tienen un valor de $347 y $370, respectivamente.
Desde abril habrá un precio 60% más alto para quienes usen tarjetas SUBE sin nominalizar, es decir, que utilicen la de un tercero o que no hayan registrado la suya a su nombre. Para estos casos, el boleto parte de $430 para el tramo más corto y llega a $589,54 para el más largo.
En tanto, para las personas que además hacen un viaje en tren el impacto en el bolsillo fue mayor tras el incremento y la unificación en las tarifas de este servicio. En todas las líneas del AMBA, así, el pasaje mínimo pasó a costar $130, mientras que la sección dos saltó a $169 y el boleto más caro a $208. Tomando como referencia la Línea General Mitre, la suba rondará 170% respecto de los valores actuales, aunque varía según el punto de partida de cada ramal.
En el caso de los trenes, el uso de tarjetas SUBE sin nominalizar implicará pagar el doble de tarifa. Y las multas por evadir el pago del pasaje son de 10 veces la tarifa máxima, es decir $2.080 en total.